Injusta

841 87 7
                                    

¡Alexandra! -grite en cuánto abrí los ojos-

Empece a respirar de forma dificultosa, me sentí asustada y muy desesperada sin saber exactamente el motivo; me senté sobre la cama donde me encontraba recostada.

¡Hey! Tranquila -dijo Selena acercándose a mi-

Puso su mano en mi mejilla haciéndome sentir más tranquila, recordé que eso mismo me pasaba cuando su nombre era Alessa... Ella se volvió mi confidente, mi mejor amiga y la única que sabía de mi dolor cuando Alexandra se iba a casar.

¿Cómo te sientes? -pregunto la rubia con tranquilidad-

Estoy bien... -ella me sonrió- ¿Y tú?

Me siento muy confundida -admitió- no sé que pensar sobre lo que recordé y bueno, me asusta un poco...

¿Necesitas que te explique algo? -pregunte mientras me acomodaba en la cama quedando sentada a su lado-

No, entiendo todo lo que ocurrió... Solo no sé que pensar de eso -suspiro- ¿Como ha sido para ti todo esto de la reencarnación?

Yo siempre lo tome como si hubiera sido mi elección así que jamás tuve que hacerme a la idea, además desde siempre he tenido mis recuerdos sobre lo que ocurrió hace todos esos años -afirme-

¿No te asusta que de todas las personas justamente yo haya aparecido de nuevo en tu vida? -pregunto pensativa-

No, de hecho creo que tiene mucho sentido... Ambas reencarnamos y fuimos asignadas por la luna roja a dos inmortales, aunque si me parece curioso que hayas ido a parar a los brazos de Lexa -sonreí-

¿Lo dices por qué Lottie me odiaba? -asentí- creo que la vida me detesta...

¿Por qué lo dices? -pregunte confundida-

Primero te amaba a ti, pero tú amabas a Charlotte y solo me veías como una amiga o un hombro dónde llorar -sonrió débilmente- ahora amo a Lexa, pero ella te ama a tí y una vez más solo soy la chica que estorba en su relación perfecta... Tal vez estoy destinada a ser solo eso, la tercera en discordia y nada más

No digas eso, tienes toda la eternidad por delante y estoy segura que encontrarás a tu propia alma gemela en algún momento -dije tratando de hacerla sentir mejor-

La rubia no respondió nada, se quedó ahí observando la pared como si fuera la cosa más interesante sobre la tierra, trate de leer su mente pero está se mantenía cerrada para mí lo que me desesperó demasiado... ¿De que sirve tener este poder si no puedo usarlo para ayudar a mi Alessa?

¿Por qué nunca te enamoraste de mi? -pregunto de pronto-

Pues... no lo sé -respondí nerviosa- cuando te conocí ya estaba enamorada de Charlotte...

Pero ella se iba a casar con mi hermano y aún así jamás te alejaste de ella -menciono sería-

No era su culpa, la estaban obligando -dije ligeramente molesta-

Y solo te lastimaba, te dejaba en segundo plano... Todo era más importante que su relación contigo -dijo de una forma bastante venenosa- yo te ofrecía mi cariño, te di mis cuidados y mi protección... Guarde tu secreto aunque perjudicaba a mi propia familia y lo único que hiciste fue decirme que la preferías a ella por encima de mi... -susurro y me disgusto recordar esa última vez que la ví- siempre decías que yo era tu Alessa, pero jamás fuiste mi Gianna... -se levantó de la cama y se plantó frente a mi- ¿Por qué? ¿Por qué fuiste tan injusta? ¿Por qué inclinarse por quien hace daño y no por quien daría la vida por tí? -pregunto con amargura-

Lo dices como si yo pudiera decirle que hacer a mi corazón... -sonreí cabizbaja- si se trata de eso entonces yo no tengo toda la culpa... ¿Por qué seguiste dándome tu cariño y tus cuidados si yo era tan perra contigo?

¡Te amaba! -grito enojada-

¡Y yo la amaba a ella! -grite desesperada- si sabes lo que se siente no puedes juzgarme, Alessa... No lo hice con la intención de herirte -una lágrima bajo por mi mejilla- solo la amaba a ella y quería que lo entendieras... Eras muy importante para mí, pero ella lo era todo

¿Yo era importante para ti? -solto una risa sarcástica- ni siquiera te acordabas de mi rostro...

Pasaron años desde que te ví por última vez, no puedes culparme por eso -la mire, pero ella mantenía la cabeza agachada-

De nuevo el silencio se extendió en la habitación, pero está vez se trataba de un silencio tensó y que sentí que estaba cargado de odio, entendí que ella aún me culpa por todo lo que ha pasado desde que nos conocimos en la fiesta de cumpleaños de Charlotte. Que ella se haya enamorado de mi cuando yo amaba a Lottie sin duda fue un completó desastre, terminamos mal... Ella termino odiandome y yo terminé con el corazón roto por perder a mi Alessa; y ahora que ella esté enamorada de Alexandra cuando ella me ama a mi parece el final de un mal chiste... Yo también estaría muy enojada si esto me estuviera pasando a mi, y sin duda odiaria a la chica que parece tener la culpa de todo, la chica que me despreció y que luego me arrebato a mi amor... Para Selena esa chica soy yo.

No me odies... -susurre con un hilo de voz- no podría soportar que me odiaras ahora que sé quién eres... Mi Alessa no puede odiarme...

En eso tienes razón, ella no puede odiarte... -esta vez si me miro- Por eso yo jamás pude odiarte aunque me quitaste a Alexandra, ella aún te ama apesar de todo lo que le hiciste... Y si, está furiosa contigo... -se volvió a sentar a mi lado y tomo mis mejillas entre sus manos- pero le interesa más el hecho de que de nuevo te encontró...

Alessa... -susurre efectada por toda la situación-

Gianna... -rozo mi nariz con la suya-

Un suspiro brotó de sus labios, acarició con calma mis mejillas con sus pulgares y luego finalmente beso mis labios.

EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora