Ocean Eyes -Regulus Black-

Capítulo 25

-Estás nervioso-dijo Genevieve divertidamente, viendo a su esposo pasearse de un lado al otro.

Ese día, luego de varios meses de espera, la pareja se enteraría de cuál sería el sexo de su hijo o hija. Solo estaban esperando la llegada de Aria, quien haría el hechizo para descubrirlo.

-¡Sentimos la demora!

Por la puerta de la casa entraron Aria, Sateen, Evan, Theo y Adrian. Todo el grupo estaba igual de emocionado por el pequeño Black como la pareja y había apuestas corriendo de un lado al otro respecto a los más corrientes temas, cómo si jugaría quidditch como Regulus o si sería igual de torpe sobre la escoba como Genevieve.

A la rubia no le había hecho gracia enterarse de eso y amenazó a Evan con contarle a su nueva novia, Emmeline Greengrass, sobre el accidente del '74. Eso hizo que su amigo llorara durante el resto del día hasta que la rubia se arrepintió y retiró lo dicho.

-Ya quiero conocer a mi ahijado o ahijada-dijo Evan emocionado.
-MI ahijado o ahijada querrás decir-lo miró mal Theo.
-Claramente yo seré el padrino-dijo Adrian como si fuera obvio.
-Si por mi fuera-intervino Regulus-ninguno de ustedes se acercaría a mi bebe.

Ambos habían acordado que los padrinos serían Frank y Bernedice, pero no es como que pudieran decirle eso a sus amigos. Después de todo, Bernedice Doherty estaba muerta y Jean Granger no era mas que una muggle estudiando para convertirse en dentista.

-¿Podemos discutir esto luego?-rodó los ojos Sateen-me aburren.
-No decías lo mismo anoche-dijo Theo con tono sugestivo.
-¡Hay niños presentes!-gritó Genevieve horrorizada.
-Amor, nuestro bebe aún no ha nacido-dijo Regulus confundido.
-Hablaba de Evan-dijo ella señalando al chico que miraba a Theo y Sateen con una mezcla de trauma y horror.
-Evan...Evan-llamó Theo sin conseguir que este reaccionara.
-Genial, rompieron a mi hermano-rodó los ojos Aria.

Luego de decir eso, Aria se acercó a la pareja Black y tomó la mano de Genevieve, alejándola de Regulus y sacando su varita, y luego de repetir unas palabras, una picazón apareció en el codo derecho de la rubia.

-¡Es una niña!-gritó Aria emocionada.

Todo el grupo festejó e hizo bromas acerca de cómo Theo y Sateen debían tener un hijo varón para poder organizar un compromiso entre ellos.

Claro que no harían eso bajo ninguna circunstancia, estaban decididos a criar a su hija lejos de todas las estupidas tradiciones de sus familias sangre pura. Genevieve estaba especialmente decidida luego de que Lucius y Narcissa Malfoy le dijeran que en el futuro querían acordar un matrimonio entre sus herederos.

¡Los niños serían primos por el amor a Merlín!

Genevieve se alejó del grupo dispuesta a mandar cartas a todos los que conociera anunciando la noticia. Sabía que Lily y Bernie serían las mas emocionadas y que Agatha la ignoraría como estaba haciendo desde que descubrió que no podía tener hijos.

En sus palabras, Bernedice era una traidora de la sangre y Genevieve la hija de una sangre sucia. Y ella, que era la única digna de ser una Doherty Delacour, no podía tener hijos. Ambas hermanas no habían vuelto a hablarse desde eso.

Tom se apareció en su habitación solo minutos después de haberle enviado una carta. Ignorando el ruido en la planta baja, se acercó y la rodeó con sus brazos, abrazándola fuertemente y haciendo que se sienta culpable por lo que estaba haciendo a su espalda.

-Tendrás una niña-dijo emocionado-¡Será como mi nieta!
-Sí-río ella feliz.
-¿Ya decidieron como se llamará?
-Geminis Genevieve Black.

Habían pasado días enteros discutiendo el nombre que le podrían, sabiendo que debían seguir la tradición de nombrar a los niños Black como estrellas. Y tenían una especie de acuerdo tácito de que si era niña su segundo nombre sería Genevieve, en una forma de honrar a su madre y abuela.

-Tengo algo que darte-dijo Tom.

Tom abrió su abrigo y sacó una pequeña caja de madera, Genevieve tomó su mano para sostenerla pero él lo impidió.

-No quiero que toques su contenido-le advirtió-no sé cómo pueda afectarte, estando embarazada.
-¿Que es?-frunció el seño con algo de miedo.

Tom abrió la caja mostrándole un anillo, el anillo de la familia Gaunt, que según le había contado él, había robado a su tío Morfin la última vez que lo vió. 

-¿Por qué quieres darme tu anillo?-preguntó confundida.
-Porque ya no es solo un anillo.

La sonrisa macabra en el rostro de su padrino le dió escalofríos y se obligó a si misma a no moverse de su lugar, no podía demostrarle miedo a Tom de ninguna forma. No le tomó mucho tiempo darse cuenta de lo que el hombre frente a ella quería decir.

-Es un horrocruxe-afirmó.
-Lo es-le dió la razón-Y quiero que lo guardes por mí, sé que tú lo mantendrás a salvo-le entregó la caja.
-¿A quien mataste para crearlo?
-He matado a tanta gente que ya no lo recuerdo-río sarcásticamente.

Y luego de darle la caja y dejar un corto beso en su frente, desapareció del lugar. Cuándo Genevieve volteó hacia la puerta para volver con sus amigos, vió a Regulus de pie.

-¿Te dió un horrocruxe?
-Si-asintió-¿Se lo entregaremos a Dumbledore?
-No ahora-negó.
-¿No era esto lo que querías?-preguntó confundida.
-Si lo hacemos, Dumbledore lo destruirá y él lo sabrá y vendrá a buscarnos. Tenemos que esperar al menos a que Geminis nazca.
-Si, tienes razón-le sonrío.

Regulus la miró fijamente, feliz de ver hasta dónde ambos habían llegado. Cómo ya no eran muñecos de sus familias y tomaban decisiones por su cuenta, las decisiones correctas.

-Te amo Genevieve-susurró.
-Te amo Regulus-se acercó a él y lo besó suavemente.

Se mantuvieron así durante segundos que se sintieron como una eternidad, el tiempo jamás pasaba cuándo estaban juntos.

-¡Gigi, Reg!-gritó Theo-¡Evan rompió un jarrón!