Capítulo Tres Parte B."Volando Alto"

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Al llegar al hotel, tuve que registrarme y llenar unos datos en la recepción, particularmente me llamó demasiado la atención la elegancia de dicho lugar, era demasiado hermoso y todos estaban vestidos de forma "formal" o "elegante". La arquitectura del sitio era bastante moderna y sofisticada, que sentiría que una noche aquí podría costar una fortuna. 

Me di cuenta pronto que toda la gente me estaba mirando, y recordé que llevaba un día sin cambiarme de ropa y estaba vestida como una completa loca

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Me di cuenta pronto que toda la gente me estaba mirando, y recordé que llevaba un día sin cambiarme de ropa y estaba vestida como una completa loca. Suspiré para que eso no me importara y me acerqué al lobby 

—Hola buen día—saludé con una sonrisa amigable. 

El recepcionista me miró con desprecio 

—No hay habitaciones disponibles en el momento—dijo el a secas y de mala gana 

me reí y fruncí el ceño 

—no pero yo...—empecé pero el me interrumpió

—no me importa si tiene cómo pagarlo, está lleno, le pediré que se retire—dijo el de forma grosera señalando la entrada. 

Habré llegado al hotel adecuado? Será que me han traído al que no era? 

Salí del ese hotel e inmediatamente llamé al teléfono a Federico. 

Un tono 

Dos Tonos 

—Buenos días, habla con Federico—contestó al otro lado de la línea 

—Hola Federico hablas con Anarelí—dije nerviosa 

—Hola Anarelí ¡qué alegría oírte! dime ¿ya te instalaste?—preguntó entusiasmado 

—Te llamaba para eso, creo que me trajeron al hotel equivocado

—¿qué? pero si fui muy claro con la dirección ¿En qué hotel estas? —preguntó exaltado

—En el "Fluctus Inn and Ressort " 

—pues no se han equivocado, ese es el hotel ¿por qué dices eso?—preguntó confundido 

—Porque el recepcionista prácticamente me echó del hotel y me decía, no hay habitaciones disponibles 

oí como Federico suspiró

—No te preocupes Anarelí, vuelve a entrar y enseñale el código QR que te enviaré a tu Whatsapp, si no quiere  oírte me vuelves a llamar y lo pones en altavoz, no te preocupes no es la primera vez que pasa con Ralph. 

—Esta bien, gracias—dije y corté la llamada. 

Espere a que me enviara el código QR para volver a entrar, cuando me la envío, me adentré al lobby, pero antes de llegar a la recepción el tal "Ralph" me vio y se acercó rápido a mi de forma enojada 

—no le quedó claro señorita? NO HAY HABITACIONES—dijo prácticamente gritando— por favor deje de molestar a los huéspedes, no quiero llamar a seguridad 

—Te puedes callar?—le dije un tono menos antes de gritarle 

El abrió los ojos ofendido y luego me miró mal 

—SEGURIDAAAAD!—gritó 

—CÁLLATE NOO—le grité y le enseñé el código QR —tengo una suite deluxe paga desde hace más de una semana para 2 meses, acabo de llegar de un viaje de 22 horas desde América, así que lo último que quiero es su despectiva forma de tratar a las personas por cómo se visten. 

Los guardias llegaron 

—Qué ocurre ahora Ralph?—dijo el guardia 

Ralph me miró de arriba a abajo y le hizo señas al guardia de que se fuera 

—No  vete ya no—dijo este 

El guardia se fue rezongando, por  lo que veo no es la primera vez que algo así ocurre. 

—Puede darme la llave de mi suite?—preguntó enojada 

—sígame por aquí 

lo seguí a la recepción y me dio unos papeles para llenar, el botones iba poniendo todo mi equipaje a su carrito, al final cuando le entregué los papeles me dio una tarjeta que servía como llave para abrir mi suite. 

—El botones sabe donde queda la suite, en la cama encontrará un folleto de los horarios de las comidas, no se permiten mascotas, y que otra persona se quede a dormir sin la respectiva solicitud previa a la gerencia. 

—gracias—dije y empecé a caminar hacia el elevador, pero paré en seco y me devolví a la recepción —una cosa más ¿cómo hago para hablar con el jefe? —pregunté sonriendo 

El me miró mal y rodó sus ojos hacia arriba 

—Debe llenar una solicitud —señaló con su bolígrafo una tabla con varios papeles, sonreí y tomé una 

—Más tarde la radico, preferiblemente cuando cambies de turno—le guiñé el ojo y ahora si me dirigí al elevador. 

La suite quedaba en el piso 18 del hotel, era hermosa y amplia, el baño era grande y tenía una tina, la cama era de tamaño matrimonial, y tenía un televisor grande frente a esta, sin mencionar que cruzando la habitación había una sala de estar y un mini bar, frente a este había un mirador hermoso donde se observaba toda la ciudad.

Lo primero que hice fue dejar mi equipaje junto a la cama y salir al balcón a observar la ciudad de Unsberger, era hermosa, era demasiado verde, llena de parques y árboles, mucha gente andaba en bicicleta, y los edificios altos estaban situados en zonas estratégicas, donde no se destruía las zonas verdes, también habían zonas clásicas, donde aun se mantenían casas antiguas y se veían hermosas, parecía un cuadro del renacimiento. 

Tomé una foto y la mandé al grupo de la familia y a mis amigos con el texto "Ya instalada en el hotel, observen Unsberger, tomaré una siesta porque llegué muy cansada" 

Apagué mi teléfono y me tiré a la cama, y en menos de lo que me di cuenta, me había quedado dormida. 

Un Corazón Roto En Unsberger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora