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Pasó el almuerzo y todo el día escolar, con los chicos fuimos a la plaza, les debía una explicación de que pasaba.

Tiago: che alguien me explica a qué vamos a la plaza
Lit: ya te dije skay nos va a contar algo.
Tiago: ah, que nos vas a contar, vas a salir del closet jajaja- eso era uno de los tantos rumores, decían que soy lesbiana que por eso me rodeaba de puros hombres, me gusta hacer boxeo y eso no a ayudo a los rumores, les expliqué mil veces que me gustan los chicos y siempre me dijeron que a ellos no les importaba mi sexualidad, les gustaba como soy, no sabía que le pasaba a Tiago para decir eso sabiendo lo que me molestaba aquel rumor.

Seven: eh no es gracioso, sabes que le molesta pelotudo.

de eso constó el camino, de discusiones hasta llegar ahí, mi lugar especial, hace unos pocos años descubrí un lindo espacio entre los árboles de la plaza más vacía que vi, había dos blancos y unas luces colgadas. no tenía idea de qué hacía eso ahí, pero le daba un lindo toque, nos sentaríamos en el pasto si no hubiese llovido esta vez usamos los bancos y me miraron esperando explicaciones.

Skay: todo empezó cuando tenía 5 años, cada viernes escuchaba como mis padres se escondían en una habitación que yo jamás visité, se escuchaban gritos desgarradores, en mi inocencia quise saber que pasaba, no tenía ni idea de las consecuencias, al estar cerca de la puerta escuché los pasos y me escondí, pero al salir me vieron. Ese fue solo el principio, me dijeron que tenía prohibido entrar ahí, no les bastó con gritarme llegaron a castigarme físicamente para que entendiera;
Mi mamá me agarró del pelo y aplastó mi cara en la puerta, como si de un perro se tratase, cada vez que la veo me acuerdo de su aroma húmedo mezclado con pintura vieja, mi papá llego más lejos. En mi casa nadie fumaba pero siempre había cigarrillos para los invitados, encendió uno y lo posó en mi piel, mis gritos sonaban igual que los que antes salían de aquella habitación prohibida para mi. Esa fue la primera de mis torturas, al pasar los días, los años,  la curiosidad me mataba cada vez más, cada viernes se encerraban ahí y si se me ocurría solo mirar la puerta a era un motivo de castigo.

Termine de contarles eso, era solo el comienzo y mis ojos cristalizados amenazaban en romper a llorar, seven me tomo del brazo, se paró y levantó la manga de mi buzo, noto las quemaduras más recientes. Veía la mirada que tanto quería evitar, de pena, solo me abrazo y me dijo algo al oído que me dejo más calmada de alguna manera.

Seven: ahora entiendo tus palabras, de verdad me entendías cuando te contaba como me trata mi papá y quiero que sepas que yo te entiendo no pienso dejar que te vuelvan a tocar.

Lit: skay, es horrible lo que te paso, eras solo una nena, pero me quedo la duda de que te paso hoy, cuando te encontré en el pasillo.

Cuando pensaba que una terrible historia de mi pasado terminaba, llegaba el momento de contar una más reciente.

cartas desafiantes  (Tiago pzk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora