𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 🍼 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧

🍼. 13

Séptimo mes de embarazo, las cosas entre la pareja mejoró pero aún había un poco de incomodidad, las madres de los chicos volvieron a Busan cuando Jeon regreso a la casa.

Hace un mes

Después de haber sido despertado por la pequeña Miseok salió con mucha rapidez para ir a su casa después de aquel sueño, había rogado que no solo sea un simple sueño, sino que la misma diosa se había comunicado con el.

Tocó y toco la puerta alarmando a la señora Park que estaba cortando los mangos para su hijo.

— ¡¿Jungkook qué pasa?!— pregunto asustada la mujer mayor.

— ¿Señora Chorong dónde está Jimin?— pregunto buscando a todos lados sin verlo en la sala.

— ¿Por qué tanto bullicio?— escucho la voz de su madre interrumpiendo.

— Sólo es Jungkook, Soyeon— ella hablo poniéndose a un costado y dándole la visión de su madre.

— ¿Qué pasa hijo? ¿Estás bien?— pregunto preocupada.

— Sólo necesito ver a Minie mamá— dijo firme.

— Creo que está una siesta, pero lo mejor seria que te fijes en la habitación— ella aviso con una sonrisa más tranquila.

— Muchas gracias— asintió con una reverencia para luego subir las escaleras con suma rapidez.

— los jóvenes de estos tiempo— suspiro Chorong a su acompañante.

Jeon abrió la puerta con suma delicadeza encontrándose con el rostro tranquilo, descansando en medio del nido, sólo se quedó parado apoyado en la pared esperando algún movimiento de el, pues no podía entrar aquella fortaleza o si no lo tomaría como una amenaza.

—Jungkook— murmuró entre sueños moviendo su naricita como un conejito.

—Aqui estoy bebé— susurro bajito para no despertar al contrario, pero el Omega abrió los ojos de apoco pestañeando muchas veces.

— ¿Kookie Eres tu?— susurro con una voz entre triste y feliz sin saber si aun seguía soñando.

— Si mi amor, claro que soy yo— le sonrió— ¿Puedo acercarme?— pregunto temeroso.

— Claro que puedes Jungkookie— el respondió aún somnoliento— ¿Puedes darme tu casaca?—

— Si— dijo el menor caminando hacia su lado en lo que se sacaba la casaca de cuero, cuando llego a su costado se sacó los zapatos para acomodarse en la cama— toma— le tendió la casaca en lo que le pasaba por los brazos para abrigarlo.

—¿Seguro que no es un sueño?— murmuró con los ojos cristalizados.

— No lo es mi amor—beso su frente con suma delicadeza en lo que Jimin se acomodaba en su cuello oliendo su aroma y a la vez el lo envolvía con su olor.

— Te extrañe mucho— susurro— ¿Qué pasó? ¿Por que estás así?— pregunto confundido abrazándose al cuerpo más grande.

— Yo también te extraño muchísimo y creo que la diosa luna vino a hablarme en sueños— menciono correspondiendo al abrazo.

— ¿Cómo así?— pregunto curioso el mayor.

El alfa le contó su sueño bajo la mirada sorprendida de su omega peliazul.

— tu mamá me dijo que la diosa luna haría algo— aviso el omega restregando su cabecita contra su pecho.

— Al parecer tuvo razón, aunque temo que solo haya sido mi necesidad de volver a tus brazos mi amor— comento el menor con suspiro.