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Jimin se encontraba terminando de hacer su rutina mañanera hasta que vio unas marcas moradas en el cuello, rodo los ojos porque ya sabía quién era el que lo había ocasionado.

Bajo al primer piso y se dirigió a la cocina encontrando a su esposo que hacia los panqueques para el desayuno.

— Jungkook me dejaste marcas— se quejó parándose a su costado— te dije que no lo hicieras— reclamo con un puchero.

—Lo siento bebe— fingió una voz lamentable cuando en realidad estaba disfrutando de ver a Jimin con sus marcas de amor, pero el contrario lo conocía así que lo miro mal para luego bufar.

—Eres tan molesto, ni para que te digo si sé que lo volverás hacer— se dirigió a la refrigeradora a sacar las naranjas para el jugo ya que el menor aún no lo había hecho.

Jungkook sólo río suavemente por la mirada molesta del peligris pues sabía que muy en el fondo también le encantaba.

—Bebe Namjoon me dijo que hoy puedes ir a su clínica a las cuatro de la tarde— aviso el menor cortando algunas frutas para acompañar los panqueques— también dijo que le llamarás para confirmar tu asistencia—

—Gracias amor, terminó de aplastar las naranjas y le llamo— asintió con una sonrisa por volver a ver a su amigo de la universidad. Ambos tomaron distintos caminos, mientras Jimin se dedicaba a hacer su especialidad en pediatría y formar su matrimonio, Namjoon se había quedado en medicina general y  se había ido a Estados Unidos por una larga temporada en la que conoció a su actual pareja Kim Seokjin también uno de sus amigos.

— ¿Estás emocionado de volver a verlo? — preguntó Jungkook pues sabía que Namjoon era alguien importante en la vida de su esposo y también en la suya por obvias razones.

—Claro Kook, volvió hace unos meses, pero con el hospital y eso aún no pude verlo— exclamo emocionado poniendo más dedicación en aplastar las naranjas.

—Si quieres te llevo amor— sugirió Jungkook pues también deseaba ver a su amigo.

—Me alegraría que lo hagas kookie, pero si no puedes no hay problema— sonrió el Omega siendo comprensivo con su Alfa.

—Claro que puedo amor— respondió el Alfa terminando con los panqueques llevándolo a la mesa y al igual Jimin con el jugo.

Ambos desayunaron en un tranquilo ambiente, conversando de cualquier tema y más tranquilos porque Jimin se haría el chequeo médico.

Luego se lavaron los dientes para salir al trabajó, cuando llegaron cada uno se fue a su respectiva área como cualquier otro día con pacientes de todo tipo.

Hasta que llegó la hora del almuerzo donde se juntaron Taehyung, Jimin y Jungkook.

—¿Jimin estás mejor? — pregunto el cambiaforma de pastor Alemán.

— Si Tae, hoy iré a una cita médica con Namjoon— le comento para tranquilizar a su mejor amigo.

— Me parece perfecto— sonrió el Alfa de cabello azul.

— A mí también, nos tenías preocupados Bebe— comento el Alfa de Leopardo.

— Hablando de eso, ¿Nam regreso?— pregunto confundido Taehyung.

—Hace dos meses Tae, es tu primo pensé que ya lo sabías— río incrédulo el Omega.

— Te recuerdo que hace tiempo que no vivo en Daegu y mi familia cuando les llame no me comentaron nada— Tae respondió con sarcasmo. — Uno de estos días iré a visitarlo a su casa para alegrarle el día— sonrió con su típica sonrisa cuadrada.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 🍼 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora