Transcurrieron cuatro años y los gemelos han crecido un montón. Cabellos oscuros, ojos marrones, tiernos y escurridizos. Duda, una niña inteligente y Xavier, un pequeño cariñoso y amoroso.
Era un día miércoles del mes de agosto, cuando Liz recibe una llamada de su hermana Marcela, en el cual le comentaba que ella iría a su país natal por las festividades y que le gustaría que ella también fuera. Liz si había pensado en ir a visitar a su familia, los extrañaba mucho. Entonces le comento que ella podría viajar antes para estar más tiempo y regresarían ambas para el mes de enero.
Liz hablo con Daniel y Noemí de aquello, ellos también estaban pensando en esa idea, ya había pasado mucho tiempo que no veían a sus familiares y quedando en mutuo acuerdo viajaban para el mes de octubre, es decir, tenían mes y medio para arreglar todo. Ella le comunicó a Patrick sobre el viaje, pero a él se dificultaba acompañarlos.
Llegó la fecha del viaje, ya en el avión contratado por Patrick iban los cuatro, claro incluyendo a la niñera. Daniel y Noemí viajarían después. Liz y los niños llegarían a una casa que habían alquilado para los meses que se quedarían.
En el aeropuerto, los esperaban toda la familia, ellos querían ver especialmente a los niños, pasaron por todas las áreas y cuando salieron sus familiares lloraban de emoción, habían pasado cinco años de no verlos. Todos se acercaron a saludarlos, estaban encantados con los gemelos.
Llegaron a la casa, los padres de Liz estaban fascinados con la casa que habían alquilado, pues Patrick se aseguro que estén bien y en un lugar seguro para los cuatro.
Al día siguiente, recibieron la visita de su familia, pero Don Esteban, el papá de Liz quería hablar con ella, entraron al estudio y fue directo al grano:
Don Esteban: ¿Quién es el padre de los niños?
Liz: Papá, creo que esa pregunta ya la he contestado muchas veces
Don Esteban: Pero los niños no tienen ningún parecido a ese señor
Liz: ¿Y qué pasa con eso? Son igualitos a mi...
Don Esteban: Lizbeth!!!
Liz: Por favor, papá! No sé porque me preguntas, si bien que sabes la respuesta y no te preocupes que desde hace mucho no tengo contacto con esa persona ni la quiero tener. Pero quiero que entiendas algo, ¡MIS HIJOS SON MÍOS!...
Don Esteban se quedó sorprendido al ver la actitud de su hija, cómo en estos años ella ha cambiado.
La reunión fue amena, toda la familia encantada con los niños. Cuando en eso, Lucía le dice a Liz:
Lucía: Oye, salgamos el viernes. Si o no chicos...
Mara: Si ñaña, ya es hora de unas bielitas
Diego: Claro, para que recuerdes la ciudad
Mara: Mi mamá se puede quedar con los niños. Di que sí mami.
Esperanza: Bueno está bien... Pero tampoco quiero que lleguen tomados.
Diego: Chévere mami, así mi papá y tú tendrá la noche de los abuelitos
Todo el mundo se miraron y rieron...
Mara: Así que pilas ñaña, el viernes nos vamos a bailar...
Liz: Ok ok...
Pasaron los días y llego el viernes y comenzaron a alistarse. Luego en un lugar de norte de la ciudad estaban Diego, Lucía, Mara con sus hijos (todos mayores) y Liz. Todos brindando por su llegada. Salieron a bailar.
Liz bailaba con su hermana y sin querer ella sale tropezando con otra persona:
X: Oye tonta, date cuenta por dónde vas
Mara: Hey, disculpe... Tampoco es para se ponga así
X: Fijate qué es lo que haces
Liz se acerca y le dice a su hermana:
Liz: Mara, qué pasa?
Mara: Sin querer tropecé que esta chica y se alocó
Liz: Realmente disculpe, seguro que esto ha sido sin querer
Cuando de repente, Liz se queda inmóvil al ver a la persona con la que está discutiendo su hermana.
Liz: Tú??
Sale llegando un hombre que le pregunta a la otra persona:
X2: Amor, pasa algo?
X: No pasa nada, mejor vámonos...
Liz y esa persona se quedaron mirando detenidamente, después de tanto tiempo se habían vuelto a reencontrar... fue un reencuentro sorpresivo.
Eran pasada de la medianoche y las dos personas salieron del lugar, entonces Tomás le pregunta a Estela:
Tomás: ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así? ¿Quién es ella? Pareciera que viste un fantasma.
Estela: Ella fue mi peor pesadilla... Ella fue la amante de mi marido hace mucho tiempo
Tomás: Entonces, él no ha sido un santo. No me digas que es ella la que me contaste.
Estela: Sí, ella es... Pero no sé si ellos seguirán teniendo contacto.
Mientras tanto, dentro del lugar, Mara le dice a Liz.
Mara: Se me hace conocida esa mujer.
Lucía: Yo también he visto esa cara en algún lado.
Liz seguía pensativa, no podía creer que se había reencontrado con Estela, la esposa de Xavier y lo peor de todo es que ella estaba con otra persona.
Mara: Ya sé quién es. Ñaña, ella no es la esposa de...
Lucía: Si, ella es Estela, la mujer de Xavier, verdad Liz?
Liz: Sí, ella es...
Mara: Y estaba acompañada, hasta le dijo amor
Liz solo escucha a su hermana y prima.
Mara: Eso quiere decir que ella lo está engañando con otro. Que se separaron...
Lucía: No, ellos no sean separado, siguen juntos
Liz miró rápidamente a Lucía.
Mara: ¿Cómo tú sabes? Acaso tienes contacto con él
Lucía: Pues sí, a veces le he escrito por temas de ventas y me ha ayudado.
Mara: No le habrás dicho que Liz está aquí y de la existencia de los niños.
En ese momento, Liz sintiendo un intenso frío por su cuerpo. Que esa persona se enterara de los niños le daba un miedo aterrador.
Lucía: No para nada. Él no sabe nada pero si supo que no estabas en el país, claro no fue por mí. Me contó fue porque vio unas fotos tuyas.
Liz: OMG!!
Mara: Basta!! No te amargues ñaña, mejor disfrutemos para eso vinimos no?
Entre tanto, Xavier se encontraba durmiendo juntos a sus hijos y no se imaginaba lo que había sucedido ese día.
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Todo cambia y todo se termina.
RomantikLiz tuvo que alejarse para poder recuperar su vida de ese dolor llamado amor, sin saber que su vida en un nuevo lugar daría un gigante giro. Todo vuelve pero todo ha cambiado y quizás todo ya termina.