Estando en la parte de afuera de su casa, Liz escucha la algarabía, abre la puerta y la bulla se había adueñado de su hogar. Todos los integrantes de la familia estaban felices por la llegada de su hermana Marcela. Mara mira hacia el recibidor y dice.
Mara: ¡¡Ya llegaron!!
Todos miran hacia donde está Liz y los pequeños. Marcela los ve y se acerca a ellos diciendo.
Marcela: ¡¡Mis enanos!! ¿Cómo han crecido?
Los niños van corriendo donde su tía Marcela. Liz sonríe de felicidad. Los niños abrazan a su tía. Ella se acerca a ellos y saluda a su hermana.
Liz: ¡¡Hola Marce!!
Marcela: ¡¡Ñaña!! ¿Cómo has estado? Hace un año que no nos vemos...
Liz: Así es... Desde el mes de agosto del año pasado que fuiste a pasar tu cumpleaños con nosotros.Ambas se miran y se ríen. Ellas siempre habían tenido esa conexión, se llevaban muy bien. Se acolitaban en sus locuras. En eso, Duda le dice a la tía.
Duda: ¡Tita! ¡Tita! Venimos de ver a mi papi...
Marcela mira a Liz y a la niña. Ella le pregunta.
Marcela: ¿Patrick está aquí?
Duda: No, tita. Mi papi verdaderoMarcela vuelve a mirar a Liz y le dice.
Marcela: Lizbeth, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué dice eso la niña?
Liz: Marcela, tengo mucho que contarte. Aquí ha pasado muchas cosas.
Marcela: Sé breve.
Liz: Sabíamos que, si los niños y yo poníamos un pie en el país, él se enteraría de la verdad. Y así fue. Xavier se enteró. Ahora él ve a los niños.
Marcela: Bueno, eso sí es verdad. Ya lo habíamos hablado antes. ¡¡¿¿Pero no pensarás en cambiarles el apellido a los niños??!!
Liz: ¡¡No!! ¡¡Eso no!! Si no deje que Patrick le pusiera el suyo, peor dejaré poner el de él.
Marcela: Eso espero Liz. Bueno, mejor cambiemos de tema y celebremos.Las hermanas se abrazan y ríen a carcajadas. El ambiente se llenó de buena vibra. Por fin, la familia estaba completa y llena de felicidad.
Xavier llego a su casa. Todo estaba tan quieto. Dejo las llaves en la mesita que está junto a la puerta principal. Subió al primer piso, vio que sus hijos estaban en el cuarto principal viendo televisión junto a su madre. Estela se dio cuenta que Xavier entró al cuarto y luego él se retiró. Bajó a la cocina, se sirvió un vaso con agua y después fue a sentarse al sofá. Ver a su esposa con sus hijos es como si pareciera que nada hubiera pasado, pero no podía taparse el sol con un dedo. Todo había cambiado.
Él estaba recostado en el sofá con los ojos cerrados, cuando siente la presencia de alguien al frente de él. Era Estela, quien le dice a continuación.
Estela: ¿Podemos hablar?
Xavier se levanta y se acomoda en el sofá, le responde.
Xavier: Sí, dime.
Estela: Sé que todo ha cambiado, pero hablar seriamente en lo que ha pasado.
Xavier: Tú dime... te escucho.Estela nerviosa comienza a hablar.
Estela: Creo que las cosas entre los dos, ya no hay solución. Pienso que debemos separarnos por el bien de ambos.
Xavier se quedó atónito con lo que acaba de escuchar. Estela le anunciaba la peor noticia de su vida. En un segundo, su matrimonio había terminado.
Estela: Lo siento... Sé que es duro, pero es lo que siento y pienso. Creo que ese amor que sentía por ti se terminó. Lo siento, lo siento.
Xavier no tenía palabras, las lágrimas empezaron a brotar en sus ojos lentamente. La mira y le dice.
Xavier: ¿Sabes lo que estás diciendo? Me lo dices así sin más. ¿Sin importar si me duele, sin preguntar qué es lo que pienso y lo que siento?
Estela: Por favor, ¿tú crees que a mí no me duele? ¡No quiero hacerte daño!
Xavier: ¿Pero dime qué pasó? ¿Por qué tomas esa decisión de la noche a la mañana?
Estela: Xavier, ya no puedo seguir con esto.
Xavier: Dime la verdad ¡maldita sea! –lo dice alzando la voz-.Estela se asusta, agacha la cabeza y le dice.
Estela: Lo siento... Me enamoré... Encontré ese algo que tú yo tuvimos alguna vez, pero que lo he vuelto a sentir con esta persona. Decidí vivir ese sentimiento.
Xavier llorando, le pregunta.
Xavier: ¿Y los niños? ¿Acaso no te importan ellos?
Estela: Claro que sí, por eso quiero tocar un tema contigo. Como vamos a separarnos, debemos arreglar el asunto de la compaternidad. Como te mencioné antes, quiero vivir esto, así que después de las fiestas, me iré.
Xavier: ¿Cómo es que te vas? ¿Y los niños?!!!
Estela: Se quedarían contigo...Xavier se levanta, empieza a caminar de un lugar a otro. Pasmado, sorprendido. Sintiendo los latidos de su corazón a mil. Las lágrimas no paraban de salir. Está desesperado. Mira con recelo a Estela, le repite la última pregunta.
Xavier: ¡¿Cómo es que te vas?! ¿CUÁNDO?!
Estela: Necesito un tiempo para mí. Será después de las fiestas.
Xavier: Estela, hazme un favor, no me tomes por tonto. Te vas con él, ¿cierto?
Estela: Xavier, por favor, no te hagas más daño. Quiero y necesito terminar bien las cosas contigo.
Xavier: ¿Qué no me haga más daño? ¡¡¡Tú me estás diciendo eso!!! –lo dice abrumado-. Eres tú la que me está lastimando. Me vienes a decir que te enamoraste, que quieres vivir ese 'amor'. Y me lo tengo que tomar de la forma más tranquila. ¿Crees que esto es justo para mí?En un acto de desesperación, Xavier llorando abraza a Estela, la mira y le dice entre sollozos.
Xavier: ¿Ya no me quieres? ¿Ya no me amas?
Estela al verlo así también comienza a llorar, le dice.
Estela: Lo siento... ya no te amo.
Para Xavier escuchar esas cuatro palabras fue lo más doloroso, fueron como puñales que le atravesaban el corazón, el alma. Estela se separó de él, se limpió las lágrimas y se fue al cuarto dejando solo al que todavía era su esposo. Él va a la mesa que está junto a la puerta principal, coge las llaves y sale de casa. Necesitaba escapar, seguir llorando. Se sube al auto y comienza a conducir sin rumbo fijo. Para en una tienda, baja, entra, compra un sixpack de cerveza, sale y conduce de nuevo. En el trayecto a ningún lugar, escuchando esa canción que decía:
"Only when i stop to think about you,
I know
Only when you stop to think about me,
Do you know?
I hate everything about you
Why do I love you?
You hate everything about me
Why do you love me?
I hate
You hate
I hate
You love me
I hate everything about you
Why do I love you?"Lloraba, gritaba de dolor, golpeaba el volante con las manos. En ese momento, ya no sabía qué mismo sentía: si era rabia, angustia, odio... Se detuvo de nuevo y se cuestionó. ¿Acaso estaba odiando a Estela? Llorando recostó su rostro al volante, cerró los ojos y puso su mente en blanco. Solo quería olvidar todo lo que había pasado. Quería olvidar que la mujer que ama lo había sacado de su vida.
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Todo cambia y todo se termina.
Roman d'amourLiz tuvo que alejarse para poder recuperar su vida de ese dolor llamado amor, sin saber que su vida en un nuevo lugar daría un gigante giro. Todo vuelve pero todo ha cambiado y quizás todo ya termina.