Parte 13 - Una noche juntos

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Minutos después, le tocaban el vidrio de la puerta del auto. Era el Don Esteban. Xavier no se percató que sin querer había llegado a casa de Liz. Los padres de ella se estaban quedaban en su casa ayudándola con los niños. Xavier levanta la cabeza y ve al abuelo de sus hijos. Se arregla, baja el vidrio y lo saluda.

Xavier: Don Esteban, buenas noches
Don Esteban: Sr. De la Plata, buenas noches. ¿Cree usted que estas son horas de venir hacer ruido con la bocina de su auto?

Xavier no se había dado cuenta que se había quedado dormido en el volante presionando la bocina.

Xavier: Mil disculpas, Don Esteban. No se preocupe, yo me retiro.
Don Esteban: Hombre, que se va a ir en ese estado. Mejor entre.

Xavier cogió sus cosas, cerró el auto y entro a la casa.

Don Esteban: Por favor, entra sin hacer bulla. Mira la hora qué es y tus hijos están dormidos.
Xavier: Lo haré y reitero las disculpas.

En ese momento, Liz vestía ropa de dormir baja las escaleras y ve a Xavier parada en la sala todo desarreglado, aunque él no se daba cuenta. Liz solo lo mira. Don Esteban ve a su hija y la mira de pie a cabeza como diciéndole cámbiese de ropa. Ella pregunta.

Liz: ¿Qué ha pasado?
Don Esteban: Había un ruido afuera de la casa, salgo y había sido que venía desde el auto de la persona aquí presente. Pero mejor atiéndelo niña, se ve que no está bien.

Don Esteban se retira y deja a los dos en la sala. Xavier fue el primero en hablar.

Xavier: Disculpa si los he molestado, estuve conduciendo sin rumbo. Es cierto que no estoy bien. –él empieza a llorar-.

Liz se acerca a él y le limpia el rostro.

Liz: Xavier ¿Qué pasó?
Xavier: Ella me pidió que nos separemos. Se va a ir con él. –con lágrimas en los ojos- Estela, ya no me ama.

Liz quedó estupefacta. No podía creerlo que Xavier le estaba contando. Esa no era la Estela que ella conoció. Liz lo coge y lo lleva al sofá, le pregunta.

Liz: ¿Has estado tomando y conduciendo al mismo tiempo?
Xavier: Algo...
Liz: ¿Qué estás loco? Te pudo haber pasado algo.
Xavier: Más de lo que ya me sucedió hoy.
Liz: ¡¡Piensa en los niños!!
Xavier: Los niños... son cuatro –respira- ¿Duda está dormida?
Liz: Si Xavier, los niños están dormidos.
Xavier: ¿Puedo verlos?
Liz: En ese estado no, por favor.
Xavier: ¡¡Por favor!! Solo los quiero verlos, aunque desde la puerta. ¡Por favor!

Liz mira a Xavier, él le pone una cara tierna y ella accede.

Liz: Primero anda al baño de visitas y arréglate un poco.
Xavier: Bueno, lo haré.

Xavier se va al baño, se arregla, sale. Liz le dice.

Liz: ¡Vamos!

Ambos suben las escaleras, él detrás de ella. Caminan por el pasillo y se acercan a la habitación. Ella abre la puerta, le hace la señal de silencio a Xavier.

Liz: ¡Ven! Entra con cuidado, que, si se despiertan, no nos dejarán tranquilos a todos los de esta casa.

Xavier entra con quietud y observa a esos dos angelitos acurrucados. Los mira con ternura. Entonces, Liz le avisa para salir del cuarto. Salen los dos, caminan por el pasillo. Liz se dirige a uno de los cuartos de visita y él dice.

Xavier: ¿Adónde vas?
Liz: Al cuarto de visitas. Es para que duermas.
Xavier: Pero yo me puedo ir a casa. Bueno creo a la que todavía es donde vivo.
Liz: En ese estado no puedes conducir o ¿quieres que te detengan? Mejor, te quedas y descansas. Además, ya es tarde. Yo también tengo que descansar.
Xavier: Está bien lo que dices, pero no quiero estar solo hoy. ¿Puedo quedarte contigo, solo por hoy? Te prometo que no pasará nada.

Todo cambia y todo se termina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora