dos vidas en juego, y ninguno pudo evitar lo que hicieron
━━regulus black x fem! oc
━━original de malignant
━━cover by intelestelaris
━━traduccion de mysticxrt
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capítulo veintitrés, la copa de las casas
CUANDO la mañana del último partido de Quidditch del año amaneció en Hogwarts, un cuchillo fue arrastrado por el pálido fondo blanco de los cielos invernales, cortando los cielos para que sangraran con un azul cristalino y tranquilo. La mañana de finales de marzo todavía era fresca, a pesar del clima aparentemente impecable fabricado por la propaganda del sol. Solo chorros de nubes se esparcían por el cielo, vagando en senderos solitarios a través de la estratosfera. Parecía como si el clima reflejara los estados de ánimo jubilosos y encantados de los estudiantes mientras se transportaban en sus grupos de amigos de los terrenos cubiertos de rocío y hacia el campo de Quidditch, todos extasiados, incluso los Gryffindors y Ravenclaws que no llegaron a la final. La risa consumía a los cientos de estudiantes, todos adornados con pintura facial amarilla y negra, o grandes bufandas de lana, con rayas esmeralda y plateado. No había ni un solo ceño fruncido en el rostro de un estudiante, como si pronto hubiera desaparecido en medio de las contagiosas canciones de alegría que caían de los labios de sus compañeros.
Sin embargo, los céfiros del viento habían arruinado el cabello de Alaska, no es que las quejas que brotaban de su boca fueran sobre la melena de rizos rubios y descuidados alrededor de sus hombros. Mientras ella, Frankie y Bradley caminaban penosamente por la empinada colina hacia el campo de Quidditch, Alaska, arrastrando su par favorito de Dr. Martens (específicamente, amarillo girasol, con cordones de listón verde luminoso) a través de los montones de barro, murmuró un montón de comentarios descontentos sobre lo ridículamente sobrevalorado que era el Quidditch, y no deseaba nada más que estar de vuelta en su cama, lejos de estas personas horribles, y cómo solo estaba haciendo esto para mejorar las calificaciones de Timmy (una actitud caballerosa y desinteresada, se regodeó en la manera más presuntuosa que jamás haya escuchado salir de sus labios).
—¡Relájate! —Bradley le dijo con una sonrisa—. ¡Este es un día monumental! ¡Nuestro último partido de Quidditch en Hogwarts!
—Lástima que Ravenclaw no llegó a la final —dijo Frankie.
Una de las manos enguantadas de Frankie se dirigió instintivamente a las de Bradley, entrelazando los dedos como si fuera un reflejo simplista. Alaska observó, su sonrisa solo momentánea cuando reconoció cuán insoportablemente frías estaban sus manos, como si estuvieran vacías, huecas. Tragando saliva, ignorando la sensación palpitante que enviaba sus terminaciones nerviosas en una oleada de aneurisma, Alaska metió ambas manos profundamente en los bolsillos huecos de su abrigo camel y empujó el pensamiento al fondo de su mente igualmente vacía.
—Y Gryffindor —agregó Bradley de acuerdo—. ¡Habríamos destruido los traseros de Ravenclaw!
Gracias Merlín, Alaska elogió sacrílegamente, inclinando la cabeza hacia atrás con alivio cuando la pareja comenzó a divulgar en una discusión bastante acalorada sobre quién era el equipo correspondiente de Quidditch más talentoso, ¡puedo volver a desear mentalmente no estar aquí en paz!
