dos vidas en juego, y ninguno pudo evitar lo que hicieron
━━regulus black x fem! oc
━━original de malignant
━━cover by intelestelaris
━━traduccion de mysticxrt
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capítulo veinticinco, la cueva
—AMO, no es demasiado tarde para reconsiderar... detener esto —tartamudeó Kreacher en la noche, sus labios temblorosos lograron que su voz temblara. Los sabios ojos del pequeño elfo doméstico estaban llenos de un miedo empático.
El dúo estaba en el punto más alto de la Torre de Astronomía, las manos de Regulus se agarraron a las barandillas de acero forjado para apoyarse mientras trataba de nivelar su respiración, sopesar sus opciones, convencer a su cobardía de que esto era una necesidad, que no se podía deshacer. Había llegado tan lejos, no había camino de regreso a la normalidad que no estuviera plagado de las bajas de miles, las vidas de inocentes. Era ahora o nunca. Y la primera opción era la única que aseguraba la vida de Alaska Maine para el futuro.
Las estrellas del cielo caliginoso fueron testigos de su sacrificio esa noche, observaron desde sus posiciones en sus constelaciones correspondientes mientras Regulus reunía la fuerza y el coraje para enfrentar su destino.
—Es demasiado tarde, Kreacher —murmuró Regulus—. No hay otra forma —se lamentó.
Kreacher casi gimió en protesta, estallando en histeria, pero el aura que irradiaba del chico que había visto crecer fue suficiente para demostrar que era sincero sobre cada factor de su plan. Su valentía fue falsa. Esta era la realidad de Regulus Black - en lo que se había convertido, más bien. Kreacher quizás no podía enfatizar o relacionarse con estar enamorado de alguien con tanta ferocidad que sacrificaría cada gramo de su vida por ellos, porque las emociones humanas eran inexplicablemente únicas. Los elfos domésticos no tienen atracciones románticas de la misma manera que los mortales mundanos. Pero, son seres leales, y Kreacher sabía que si Regulus se lo pedía esa noche, a pesar de que él prometió no hacerlo, Kreacher daría su vida por el chico al que servía. Porque, a diferencia de Orión y Walburga, Regulus era un amo justo y amable. Era amable en los modales más sutiles, y era un chico tallado por las manos esculpidas de una bestia alterna y omnipotente que le otorgaba una plétora de cualidades encantadoras y saludables que hicieron creer a Kreacher que tal vez este no sería como los otros, tal vez este tuvo la oportunidad de prosperar y florecer en algo más suave, algo mejor, que podría cambiar el mundo. Pero Regulus se había aventurado por un camino diferente, uno que le regaló un amor momentáneo del que no se arrepintió ni por un segundo, ni siquiera mientras se enfrentaba a la Muerte en los fríos, oscuros y vacíos ojos.
—¿Recuerdas lo que te dije, Kreacher? —Preguntó Regulus, dándose la vuelta, los ojos apartándose del lienzo de estrellas titilantes—. Si yo muero, entonces te vas y...
—Informo al profesor Dumbledore que el Amo Regulus fue asesinado por Mortífagos por intentar traicionarlos —terminó Kreacher, asfixiado por su propia inquietud—. P-pero, Amo Regulus, ¿por qué no todos pueden saber lo valiente que es el Amo?