Señores Pasajeros, en este momento estamos por aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Lumiose, favor mantenerse con el cinturón de seguridad, colocar asientos reclinables en posición vertical y levantar sus mesas de apoyo...
Era el anuncio del tripulante de cabina mientras el avión iniciaba las maniobras de aterrizaje para tocar tierra en la Región de Kalos desde la ciudad Wyndon, Galar.
Mirando la ventana, Ash Ketchum contemplaba el preámbulo del amanecer desde las montañas mientras terminaba de leer una carta para luego guardarla en su mochila. En su regazo, su compañero de viaje Pikachu seguía durmiendo.
"Amigo, llegaremos pronto a Kalos, despierta" le dice acariciándolo.
El pequeño ratón eléctrico bosteza y empieza a abrir los ojos mientras se estira para luego saludar a su entrenador "Pikapi". Se asoma a la ventana para contemplar el amanecer mientras el avión desciende a la pista de aterrizaje.
La última vez que Ash compitió en la liga de Kalos fue solo el comienzo de una prueba aun mayor, tras haber obtenido el subcampeonato perdiendo a manos de Alain en la final, viajó rumbo a la región de Alola y lo que comenzó como unas vacaciones se convirtió en una estancia que le permitió después tomar el desafío de las islas y perfeccionar nuevas habilidades a través del poder de los movimientos Z para así coronarse como el Campeón Inaugural de la Liga Pokémon de Alola.
Posteriormente se presentó un nuevo desafío en la región de Galar, donde aprendió sobre el fenómeno Dinamax y Gigantamax y se abrió paso para competir en la Liga Pokémon de la Región de Galar donde en una ajustada final tras vencer al campeón reinante Leon en una semifinal histórica, no bastó para que alzara la copa del campeonato, pero si se llevó el respeto y admiración de muchos fanáticos y rivales que esperaban ver su desempeño en futuras competencias.
Las tres últimas ligas más su desempeño desde el comienzo fueron suficiente mérito para que el joven entrenador califique a una nueva dinámica de competición en el camino a convertirse en un Maestro Pokémon, en la competencia interregional más importante del mundo: El Circuito Internacional Pokémon, una serie de torneos de alta competencia donde un grupo selecto de entrenadores profesionales de todas partes del mundo participan por una plaza en el Torneo de Maestros que se realiza al final de la temporada donde los 8 mejores entrenadores compiten por ver quién es el entrenador número 1 de todas las regiones.
La noticia de su calificación llegó de la mano de Scott, el coordinador de la Batalla de la Frontera y ahora representante de Ash para todas sus gestiones en la esfera profesional, donde podrá desarrollar su carrera de entrenador en una Liga donde conocerá nuevos rivales y se reencontrará con otros antiguos que han logrado el privilegio de alcanzar un nivel de competencia equivalente al del chico de pueblo paleta. Esta temporada se realizarán en la región de Kalos, razón que tiene al joven muy entusiasmado por un reencuentro que lleva esperando mucho tiempo.
Al salir del avión, el joven azabache pasa por los controles fronterizos y recoge sus maletas, disponiéndose a buscar el transporte que lo llevaría a la ciudad. Llevaba en su mano una nota de Scott indicándole un código de validación para utilizar un servicio de transporte previamente reservado, pero antes empezó a dar vueltas por la terminal buscando a una persona.
"Creo que era muy temprano para haberle pedido que viniera, ¿no crees compañero?" pregunta mirando a Pikachu quien inclina su cabeza con un gesto de '¿No te parece obvio?' para luego bostezar.
Eran las 6:45 de la mañana.
Ash se sienta en una banca y deja que su compañero descanse junto a él, suspira con un poco de fastidio hacia si mismo mirando a su alrededor, el aeropuerto estaba un poco despejado, reconocía a algunos pasajeros con los que viajaba y sabía que su transporte lo estaba esperando. Lo que no sabía es que una persona en particular se acercó a él desde atrás de forma sigilosa.
Antes que reaccionara, Ash siente sobre su cabeza un par de brazos que apoyan suavemente su peso sobre él, la persona recuesta su cabeza sobre sus brazos. Por un instante Ash se inquieta por la sensación, pero rápidamente cambia su expresión a un alivio al saber que no cualquier persona haría eso hacia él con tal confianza y ambos permanecen en esa posición.
"Me debes un café y no me iré del aeropuerto contigo sin haberlo tomado, tengo mucho sueño" dice la persona.
"Lo siento, no pude encontrar un vuelo para llegar más tarde" dice Ash.
"Está bien, además, quería estar aquí cuando llegaras"
"Por eso escogí este día para llegar" responde sonriendo.
Hubo un momento de silencio entre ambos, la persona se retira de la cabeza del entrenador mientras él se levanta y rodea la banca, la persona se acerca, lo abraza y hunde su cabeza en el pecho del joven entrenador, quien responde rodeándola en sus brazos, ambos con toda su fuerza.
"Te extrañé mucho" le dice ella.
"Yo también te extrañé mucho" le responde él.
Alivio, una respiración lenta y profunda, una calidez que conecta cada instante en el que estuvieron así anteriormente, se tomaron su tiempo para disfrutar de este instante mientras el pequeño Pokémon despierta nuevamente para ver que su entrenador estaba en compañía de la persona que esperaba. Al percatarse se separan para que ella lo levante y lo tome entre sus brazos.
"Chaaaa" dice Pikachu chocando su mejilla con la de ella con mucha felicidad. Luego se sube sobre su cabeza mientras ella de su bolsillo saca y desenvuelve un Pokelito con bayas tamato y merengue de azúcar y se lo acerca. Los ojos del ratón eléctrico brillan al ver a su bocadillo favorito, el cual no había comido en mucho tiempo. "pika, pika" dice en aprobación mientras se deleita.
"Yo también te extrañé mucho, Pikachu" le dice ella y mira de nuevo hacia Ash. "No parece que hayan desayunado todavía" empieza a fruncir el ceño "así que vamos por un café antes que los tres terminemos durmiendo en una..." no alcanza a terminar la frase puesto que comienza a bostezar. Ash se ríe un poco mientras ella hace un puchero.
"No hace falta que lo repitas" dice el azabache "compremos un café para llevar".
Del puchero cambia la cara a una sonrisa mientras Ash toma sus cosas para ir a la cafetería del aeropuerto, en el camino, la joven desliza su brazo libre entrelazándolo con el suyo.
"Ash..." le llama haciendo que voltee a mirarla, sus ojos rojos miran fijamente los ojos marrones del azabache y esbozando una sonrisa le dice lo que deseaba decirle en persona desde el momento que supo sobre su nuevo desafío "... bienvenido a casa".
"Me da gusto sentirme en casa, Miette".
Continuará.
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Leales (un fanfic de Pokémon)
FanfictionUna carta y una promesa construyen una historia que hace que, con el tiempo, entre ellos sobren las palabras, pero su pasado hace eco en el presente mientras sus conocidos afrontan su nueva realidad. ¿Que pasos darán ahora para seguir con sus vidas...