Prólogo

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Un pausado pero constante goteo era lo único que se escuchaba en la habitación. No solo el techo estaba extremadamente húmedo, también las paredes, ocasionando que estuvieran cubierta de moho. Era imposible deducir si era de día o de noche, la única fuente de luz era la opaca bombilla que colgaba de un cable del techo.

Y en medio de la vacía habitación, colgando de un par de esposas pegadas al techo, se encontraba una pequeña chica. Sus pies no alcanzaban a tocar el suelo, sin importar cuanto se estirara. Todo su peso estaba siendo sostenido por sus muñecas sobre su cabeza.

Había perdido la cuenta de cuánto tiempo había pasado desde que había comenzado su castigo, desde la última vez que él había venido a verla. Había cometido un error y ahora estaba pagando las consecuencias.

Su estómago había dejado de implorar por algo de comida desde hace días. Sus brazos se habían adormecido después de las primeras 12 horas. La parte trasera de su camiseta blanca se adhería a los diversos cortes de su espalda. Pero a pesar de todo, prefería ese castigo. Si lo hubiera hecho enojar un poco más, estaba segura que su castigo habría sido ese. Juró por su vida que jamás regresaría a ese lugar, no si podía evitarlo.

Una fuerte explosión se escuchó en algún lugar no muy lejos de donde estaba. La bombilla sobre su cabeza se tambaleo por la vibración, al igual que las cadenas que la sostenían. El silencio solo regreso un segundo. Explosiones, disparos y gritos rodearon el lugar. No sabía que estaba pasando. ¿Los estaban atacando?

Forcejeo una vez más contra las esposas tratando de liberarse, pero el esfuerzo fue en vano. No tenía ni de cerca la fuerza necesaria. Su mirada se desenfoco cuando intento levantar la cabeza. Su cuerpo estaba cediendo.

Lo siguiente que sucedió fueron simples escenas confusas. Una explosión. La pared a su lado cayendo. Un hombre en traje de superhéroe entrando a través de los escombros, y una enorme sonrisa acompañada de un "Ya no tienes nada que tener, porque yo estoy aquí". Y luego, nada.

...

La gran puerta doble de la sala de reuniones se abrió de par en par, ocasionando que los tres hombres que se encontraban dentro cortaran su conversación abruptamente. De pie, en la entrada de la gran habitación se encontraba un agitado hombre.

– Tenemos problemas.

– ¿Ahora qué hizo? – suspiró el hombre de cabello negro mientras retiraba sus gafas para tocarse el puente de la nariz.

– Atacó a otro guardia que patrullaba cerca de su zona. Cuando la interrogamos dijo que se confundió, creyó que era un enemigo – respondió con un tono cansado el hombre de pie.

– Hace tan solo un mes que está con nosotros, ¿Y ya ha dejado inconsciente a cinco guardias? – cuestionó el hombre rubio tratando de contener la risa que amenazaba por salir.

– Y eso no es todo – puso la gruesa carpeta que llevaba en sus manos sobre la mesa, para después deslizarla hasta que llego al otro extremo donde se encontraban los héroes. Una gran etiqueta roja con la palabra CLASIFICADO decoraba la parte frontal de esta.

El pequeño oso sentado en la cabeza de la gran mesa, dejó de lado su taza de té para tomar entre sus dos patas la carpeta.

– Según el diagnostico psicológico la chica fue criada para ser un arma. Sus aptitudes de combate y su falta de moral la hacen ser el estereotipo perfecto de lo que los héroes no queremos enfrentar –continuó el hombre de pie tomando una pequeña pausa –Es por eso que su reincorporación a la sociedad es algo imposible actualmente.

La sala se quedó en silencio tras escuchar eso. Es cierto que desde que la chica había llegado al refugio lo único que había ocasionado era problemas. Al principio incluso entablar una conversación lucia como algo imposible, e incluso en el momento que se enteró que había sido rescatada por héroes intento escapar. Después de docenas de exámenes descubrieron que la chica había sido criada por villanos desde que tenía memoria, pasando la mayor parte de sus 17 años encerrada en un complejo bajo tierra que fungía de guarida del grupo criminal para el que trabajaba.

– Nadie sabe qué hacer con ella, de no ser por las máscaras de gas que nos proporcionaron, probablemente no solo habría dejado inconscientes a los guardias que la vigilan. Legalmente no puede ser enviada a prisión, es por eso que algunos piensan que lo mejor sería eliminarla – los tres hombres que habían permanecido en silencio la mayor parte del tiempo levantaron el rostro al escuchar al hombre decir eso.

– ¡¿ELIMINARLA?!, ¿QUÉ ES ESTO?, ¿UN VIDEOJUGEO? ¿USTEDES CREEN QUE PUEDEN IR POR AHÍ ELIMINANDO A CUALQUIERA QUE LUZCA PELIGROSO? – levantó la voz el rubio golpeando con las palmas de sus manos la mesa, a la vez que se ponía de pie desconcertado.

– No puedo creer lo que voy a decir, pero estoy de acuerdo con Mic, "eliminarla" suena un poco extremo – dijo el hombre que estaba sentado frente a Mic mientras se recargaba en la silla con los brazos cruzados.

– Ustedes no lo entienden, ella no es solo una amenaza para los guardias, sino también para el resto de residentes del refugio a pesar de que está aislada. Hasta ahora ha estado tranquila, pero no queremos ni imaginar que es capaz de hacer si se altera.

El refugio, es un lugar donde las personas que alguna vez fueron víctimas de algún villano pueden permanecer ahí con total protección. Resguardado por héroes profesionales y guardias calificados las 24 horas del día.

– ¡¿Y PIENSAN QUE ESA ES RAZON SUFICIENTE PARA MATARLA?!, ¿ACASO PIEN –

La voz del héroe Mic se había elevado lo suficiente como para que las personas fuera de la sala lo escucharan. Es por eso que cuando sintió una pequeña patita posarse sobre su mano se detuvo. El pequeño oso le hizo una seña con la pata para que se sentara nuevamente, a la vez que este se ponía de pie.

– Tengo una idea – dijo el oso abriendo la carpeta frente a todos, mostrando el largo expediente de delitos cometidos por la chica y la fotografía que le tomaron el día del rescate a su lado- Si la chica solo sabe pelear, que lo haga del lado correcto.

– No estarás sugiriendo...

– Precisamente Aizawa, el nuevo año escolar esta solamente a semanas de comenzar. Por su edad deberá comenzar en segundo año, tú conoces a ese grupo, sé que Midnight iba a ser la encargada de ellos este año, pero te necesito a ti cerca en caso de que pierda el control. Además, ¿Qué mejor lugar para cuidarla que una escuela rodeada de héroes y aspirantes a héroes? – terminó tomando nuevamente su taza de té, dándole un corto sorbo.

El hombre que seguía de pie frente a ellos, dio un largo suspiro de alivio.

– En ese caso iré a informárselo al jefe, con permiso – dijo dando una pequeña reverencia antes de salir por las grandes puertas por las que había entrado.

– Esa no es la única razón, ¿Cierto? – pregunto Aizawa con una ceja levantada en dirección del director de la UA.

– No – respondió ocultando su sonrisa tras su taza de té.

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Haze [Bakugo Katsuki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora