Ceremonia PT.2

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La gente se encontraba cuchicheando, el padre se encontraba esperando, Ruben se encontraba en la parte final de la iglesia y Miguel se encontraba mirando al príncipe con su blanco y liso traje blanco. Entonces el padre hizo una seña moviendo ambas manos, una hacia la izquierda y otra a la derecha al mismo tiempo, haciendo a todo el mundo callar. Para Mangel, ese silencio se sintió cómodo. Al no tener nunca con quien hablar, ya se había acostumbrado al silencio. Fue tan repentino, como cuando ves granos de trigo caer en el molino y de repente se detiene. Ese pequeño zumbido que crean los granos al caer y chocar unos contra otros se detiene tan de repente que se siente bien o asusta, dependiendo de quien lo escuche.
El silencio duró lo suficiente para que los presentes empezaran a tener miedo de que era lo que diría el padre. Al final dijo con una voz suave:
- Pueblo, empecemos la ceremonia religiosa para coronar a nuestro príncipe, como rey de esta bellísima región -
La gente dentro se sentaba en las bancas de madera lisa que había. Mangel recordaba intentar encontrar trabajo tallando madera como esa. "¡Eres un impuro! ¡Jamas debiste nacer de ese monstruo sin piedad que fue tu padre! ¡¿Como piensas que dejaría trabajar a alguien como tu en este lugar?!
Impuro.
Monstruo.
Alguien como tu.
No entendía como podían saber en lo que se convertiria basandose en lo que su padre habia sido. Y sin embargo ahi estaba ¿no es cierto? Siendo un ladron, escondiendose para no ser atrapado, aunque se lo mereciera. En cuanto la garganta de Miguel Angel empezo a arder por las lagrimas que habían sido ahogadas, de nuevo la voz del padre sono anunciando oraciones que Mangel en su vida había escuchado. El simplemente se mantenia parado escuchando palabras que para el no tenian significado alguno. Sabía que existía un Dios en el cual la gente creía y hacía oracion, pero no mucho mas. Sabía que el es que, se supone, había creado todo el mundo y controlaba lo que pasaba, pero no mucho mas. No sabía por qué le había hecho pasar por todo lo que había soportado estos ultimos años. ¿Por qué si las palabras que estaba oyendo, lo describian como un alma buena que daba todo por su creacion le habia hecho pasar por tanto sufrimiento y exclusion. ¿Acaso el pensaba como todos los demas?
Aunque ahora habia conocido a Ruben. Ya no podia verlo entre tanta multitud, pero su imagen persistia en su cabeza como fuego ardiente.

Hundido en sus pensamientos, Miguel Angel dejo de poner atencion a la ceremonia hasta que repente todos en la capilla comenzaron a sentarse, los que se encontraban afuera de pie junto a el, optaron una posicion mas comoda y el padre cerro el gran e importante libro rojo que tenía enfrente, se acomodo para hablar mas libremente y comenzo a hablar.
- Hermanos míos, lamento mucho hacer esto, pero al ser este tema un poco fuerte, pido a los niños, mujeres y personas vulnerables, retirarse, ya que este tema podría perturbar sus hermosas mentes. - Así, varios niños y mujeres fueron saliendo mientras el Obispo continuaba - Querido monarca, me disculpo por tener que tocar esta tema justo en tan bella ceremonia, pero el protocolo me impide cambiarlo. -
Mangel tenía in poco de miedo por lo que estaría a punto de oír, es decir, ¿Que tan fuerte podrían ser los temas de un libro sagrado? Entonces vio la imagen de "Jesus" (o eso decía la inscripción) clavado en una cruz con sangre en su cabeza, muñecas y tobillos y la tranquilidad se fue desvaneciendo poco a poco de su interior.
- Dice el Leviticio 20:13 "Si alguno se acostase con hombre o mujer..." - continuo el obispo - lleguemos hasta aquí. Todos tendrán una pareja, si son mujeres, tendrán a su hombre fuerte, trabajador y valiente que cuide de ustedes, y si son hombres, contaran con su mujer dulce, hermosa e inocente que se mantenga fuerte ante las adversidades domésticas. - La gente, según observaba Miguel, asentía rápidamente. Estaban nerviosos también.
- Ustedes mujeres tendrán a sus amigas y ustedes hombres a sus amigos. Quizá se conozcan desde la infancia, y sean inseparables. Quizá alguna vez los abran invitado a su morada para hablar de temas varios. Sin embargo, jamas se debe olvidar que acostarse con sus amigos, amigas, es un pecado. "Si alguno se acostase con hombre o mujer respectivamente, abominación hicieron" - Mangel mas que nadie entendía la gravedad de pecado. Su padre era un asesino pecador. El era un ladrón pecador, y lo odiaba. Recordó la noche anterior cuando sus labios y los del príncipe se unieron en un momento de urgencia. Un frío le entro en el cuerpo ¿De verdad estaba pecando de nuevo? ¿De verdad estaba pecando al amar? ¿Que estaría pensando Ruben?
- Abominación, hermanos, poned atención. Algo que es imposible tolerar, algo espantoso, algo horrible, totalmente despreciable, un pecado. ¿Quien querría hacerlo? - continuaba, dañando la mente de Miguel Angel - siguiendo el verso, "Ambos han de morir y sobre ellos su sangre será derramada" - el padre tenía una habilidad de marcar las palabras de una manera horrible - Al morir, sus almas se irán a lo mas profundo del infierno y estarán condenadas a quemar en el infierno eternamente. - El publico se encontraba pálido y tenso, pero no tanto como Mangel. Estaba asustado, necesitaba algo que lo calmara, que lo tranquilizara. Necesitaba al Ruben que no llamaba a los guardias y al Ruben que le regalaba comida, que le librara de preocupaciones y que le dijera que todo estaba bien. Que no era un pecado amar y que no estaba mal pecar para sobrevivir y mantener a su familia. Miguel Angel se sentía como la primera vez que casi lo atrapan robando, tenía miedo, angustia y estrés. La duda lo llenaba de pies a cabeza, ¿Que debía hacer? Necesitaba a Ruben, que le dijera que lo que hacía no era prohibido. Prohibido.
- Sigamos entonces con la hermosa ceremonia de hoy -

Prohibido (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora