° || Siempre habrá más que conocer || °

°El regreso°

El sol resplandece del lado norte del territorio lobo de Mildtown. Un día común y corriente en el hogar de los lobos, aunque su definición de normal es permanecer varias horas ocultos en sus cuevas temerosos de toparse con algún humano y descubran su escondite. Los únicos que estaban afuera eran algunos guerreros que se encontraron patrullando y verificando que no hubieran humanos cerca merodeando su hogar.

Eso era matutino para ellos, cada mañana los miembros de la camada permanecían escondidos mientras los guardianes vigilaban la zona y se aseguraban de no ver humanos en el territorio lobo.

-Parece que no hay nadie- dijo uno de los guardianes a sus compañeros. –Deberíamos dar la señal para que puedan salir-.

-No estoy seguro, todo está demasiado tranquilo-.

-Ya hemos patrullado durante horas y no hay humanos merodeando-.

Uno de los guardianes estaba a punto de dar la señal de salida, cuando escucho que alguien se aproximaba a gran velocidad, pocos segundos después sus otros 3 compañeros escucharon.

-POSICIONES DE BATALLA-. Grito uno de los guardianes.

Toda la camada escucho ese grito y estaban asustados por lo que podría venir.

-Hay que avisarle al Alfa-. Dijo una de los guardianes preocupada.

-¿Y que estas esperando? Apresúrate-. Ordeno quien estaba a su lado.

-Avisa a los demás guerreros que rodeen todo nuestro territorio para que no nos embosquen-.

La guardiana se apresuró a la cueva de su líder a avisarle que habría otra batalla, mientras sus otros compañeros permanecían en silencio he impacientes por lo que se pudiera estar acercando a ellos

Cuando de repente lo que sea que estaba corriendo se detuvo, todos se miraron entre si cuando uno de ellos diviso una silueta encapuchada a unos 3 metros de donde ellos se encontraban.

-Está cerca-. Susurro quien había visto esa silueta.

-No debemos dejar que se acerque más-.

-No trae algún arma, es una presa fácil-.

Sin pensarlo uno de ellos se adentró al bosque dispuesto a acabar con ese supuesto humano, mientras que sus 2 compañeros lo esperaban o en caso de que fuera asesinado, emboscar a él o los humanos para matarlos.

Pero de un momento a otro su compañero fue lanzado hacia ellos, con la nariz llena de sangre. Y un par de segundo después esa silueta encapuchada volvió a aparecer.

-NO TE ACERQUES-. Grito uno de los guardianes asustado por la presencia de lo que fuera esa cosa o persona.

Aquel extraño no dijo nada solo levanto un poco la cabeza y lentamente se quitó su capucha, y al hacer esto de la nada 2 orejas de lobo se levantaron en su cabeza, todos los guardianes se quedaron sorprendidos pero eso no fue todo cuando esta misteriosa mujer lobo levanto su cabeza y dejo ver su rostro, todos abrieron sus ojos de par en par por la impresión.

-No puede ser ... -. Dijo uno de estos aun sin creer a quien tenía frente a él.

Su compañero rugió con fuerza dando la señal de que era seguro salir y cuando el resto de la manada salió se quedaron igual de impresionados.

La extraña chica lobo que dejo a todos sorprendidos comenzó a caminar y con cada paso, más lobos hablaban, y se le quedaban mirando.

-Es ella-.

-Volvió-.

-No lo puedo creer-.

Aquella extraña chica lobo que dejo a todos sorprendidos no se inmutaba con lo que decían y después de un par de minutos se encontró en la entrada de la cueva del Alfa.