Flores amarillas

Capítulo 8

"Ella sabía que el sabia el sabia ella sabía que el sabia ella sabía y se olvidaron de sus flores amarillas..."

-¡Hola! – sonrio viéndome.

-Hola ¿Dónde esta Rin? – pregunte sentándome.

-la están arreglando. Menciono que su obra era a las 2:30 p.m. pero que antes de ello tenían que dar un ensayo general.

-Es verdad, los de teatro se toman todo muy en serio – sonreí.

-Entonces esa chica... Kikyo ¿era tu novia? – me vio confundida.

-Kikyo y yo nos conocemos desde niños, pero jamás llegue a sentir ninguna atracción por ella. Nuestros padres varias veces insinuaron que intentáramos algo, pero ella no me gusta.

-¿Por qué no? Ella es linda.

-Porque a mi me gusta otra chica – la vi seria.

No estaba seguro de cuál fue su reacción, pero si vi como hizo una cierta cara de sorpresa tras ese comentario fijando su mirada tras esos lentes negros en mí. Mi respiración se entrecorto de solo pensar en la posibilidad de solo poder besar esos labios rojos, solo una vez.

-¡Buenos días y bienvenidos a todos a esta nueva edición de los juegos escolares!

La voz del narrador no tardo en hacerse presente anunciando el inicio de los juegos de voleibol alejándonos Ahome y yo sintiéndome tan sonrojado, eran tan solo las 11:00 a. m. pero el sol brillaba a todo su esplendor. Parte de mi uniforme era blanco con mangas rojas acompañado de una gorra del mismo color, tras ver como constantemente Ahome se tapaba la cara con sus manos me quite la gorra colocándosela en la cabeza.

-Usa esto te cubrirá mejor del sol – sonreí.

-Gracias – me vio tímida.

El juego comenzó viendo una buena atajada por parte de Bankotsu, los del equipo contrario eran demasiado buenos dándole batalla, pero Bankotsu y todo su equipo no se dejaron jamás vencer. A lo largo del juego los gritos del entrenador se hicieron presentes acompañados por los míos causando al risa de Ahome. Al medio tiempo las chicas de las porristas salieron haciendo una rutina tan única como se les había definido cada año, una serie de pirámides acompañadas por giros en el aire fue el gran espectáculo de las chicas llevándose el aplauso de todos en el público.

Al terminar las chicas el juego se reanudo viendo como Bankotsu y Kikyo compartieron un beso rápido deseándoles suerte. ¿Qué hay de mí? Yo estaba más que feliz al lado de Ahome, con el paso de las horas el sol había alumbrado más volviéndose más insoportable hecho por el cual Ahome se quitó su chamarra refugiándonos ambos bajo ella, era muy pequeña lo cual lo hacia el pretexto perfecto para abrazarla por los hombros y así poder estar cerca.

-¡Vamos Bankotsu! – grite al ver los últimos minutos del reloj.

-¡Vamos osos! – grito Ahome feliz.

Voltee a verla sonriendo escuchando su risa, eso solo me dejaba saber lo mucho que se estaba divirtiendo y lo mucho que me estaba enamorando de ella. El marcador final fue de 15-6 dándole la victoria al equipo de Bankotsu, de inmediato Kikyo corrió a abrazarlo feliz compartiendo un beso claro a mí también me dio gusto ver a mi escuela ganar la medalla de oro abrazando a Ahome.

Esta vez estábamos mas cerca que antes, había levantado sus lentes obscuros viendo en sus ojos esa mirada perdida, moría por besarla, pero temía por un rechazo alguien tan inalcanzable como ella jamás se fijaría en mí.