𝐈𝐈𝐈. Incomodidad.

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Isyer Land, Ciudad de Isyer 10:00 a

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Isyer Land, Ciudad de Isyer
10:00 a.m.

Aprisionada. Así es como se sentía la joven Heartfilia. Izquierda. Derecha. Ni siquiera era capaz de mover el más mínimo ápice de su cuerpo, pero no le desagradaba, es más, sentía una profunda calidez y, aunque desconocía de dónde provenía, se dejó llevar por esta e intentó acomodarse en su lugar, dejando escapar de sus labios un profundo suspiro.

El Dragon Slayer entreabrió uno de sus párpados con levedad y fijó su mirada en la adormilada maga; si no fuera porque se encontraba entre sus brazos, podría jurar que se había tratado de un sueño, un sueño la mar de encantador, a decir verdad. El chirriante sonido de la puerta al ser desplazada provocó que cerrara sus párpados y simulara dormir. No le hacía falta observar al pequeño exceed para comprobar la satisfacción y diversión que le provocaba su situación.

—Pfffff, Sting —Lector soltó una risa y salió de la habitación, dejando la puerta entornada tras de sí.

El blondo no pudo evitar esbozar una diminuta sonrisa; cuando sacara algo de tiempo, conversaría con el exceed seriamente. Nuevamente, observó a la fémina y se preguntó internamente cómo conseguiría levantarse sin despertarla.

—Joder, rubia —se mordió el labio inferior con fuerza al sentir que se aferraba aún más a su cintura. No, el gran Sting Eucliffe no se dejaría intimidar por un vulgar abrazo... aunque su colorado rostro daba a entender lo contrario. ¿Qué iba a hacer?

Mientras tanto, Yukino Agria se encontraba frente a la puerta de la habitación 520 y, tras respirar hondamente, dio tres golpes suaves con sus nudillos y esperó pacientemente a ser atendida. Pasaron varios segundos hasta que la puerta se abrió.

—¡Yukino! —la nombrada agachó la mirada, encontrándose con uno de los exceeds pertenecientes a Sabertooth.

—Lector —saludó, regalándole una dulce sonrisa—. ¿Está Lucy? Vamos a desayunar juntar —explicó con brevedad.

—Todavía está dormida —respondió el de pelaje rojizo, dirigiendo una mirada un tanto burlona en dirección a la habitación—. ¿Quieres que la despierte?

—Por favor. No me gustaría que se perdiera el desayuno.

Lector asintió con la cabeza y voló hacia la habitación cual rayo, dejándose caer sobre el colchón y tocando reiteradas veces el brazo de la blonda con su pata, en un intento de despertarla.

—Lucy, Lucy, Lucy...

—¿Qué crees que haces? —inquirió en un susurro el maestro de Sabertooth, arqueando una de sus cejas.

—Eso debería decirlo yo —se llevó las patas a la cintura—. Yukino le está esperando y, aunque sé que estás MUY cómodo —realizó hincapié en la palabra, guiñando uno de sus ojos—, tenemos que despertarla.

𝐇𝐎𝐋𝐈𝐃𝐀𝐘𝐒 ━━ ; stinglu (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora