𝐕𝐈𝐈. Juegos nocturnos.

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Habitación 520, Isyer Land 03:52 a

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Habitación 520, Isyer Land
03:52 a.m.

¿En qué momento había comenzado a llover? Resultaba extraño que lloviera en Isyer, es más, era prácticamente imposible. Lucy se removió en los brazos que la rodeaban, provocando que el Dragon Slayer emitiera una especie de gruñido y entreabriera sus párpados, centrándose en la fémina.

—Está lloviendo —murmuró la maga celestial, acomodándose en los brazos ajenos y exhalando secamente.

—Sí —Sting depositaba suaves caricias en la cabeza y cintura de la Heartfilia—. Está lloviendo —afirmó, perdiéndose por completo en la calidez que le brindaba aquel cuerpo.

Se hizo el silencio y se mantuvieron un buen rato sin proferir palabra alguna, aunque tampoco continuaron durmiendo. La blonda elevó su mirada y contempló al maestro de Sabertooth; ¿quién le diría que ella, un hada, acabaría en una cama abrazada a él, un tigre? Resultaba increíble. Al percatarse de aquella mirada sobre sí mismo, Sting dirigió sus luceros a la maga y curvó sus labios en una sonrisa juguetona, acercando su rostro con rapidez hasta hacer chocar sus frentes.

—Rubia —canturreó, causando que un potente rubor se hiciera presente en las mejillas de su acompañante—. No soy tan mal compañero, ¿eh? —formuló con burla, depositando un breve y suave beso en la punta de su nariz, haciendo que su sonrojo se intensificara.

—Idiota... —le propinó un golpe indoloro en el pecho, intentando disimular su creciente nerviosismo. ¿Por qué debía sentirse de aquella manera? Cuando estaban a solas, toda su fuerza y confianza desaparecían de golpe. Sin embargo, decir que odiaba las muestras de cariño del Dragon Slayer sería mentir—. No tengo sueño —reconoció, intentando cambiar de tema de conversación.

—Yo tampoco —concordó con la chica—. ¿Quieres jugar a algo?

Lucy arqueó una de sus cejas y asintió con un poco de desconfianza.

—¡Bien! —en un rápido movimiento, hizo que tanto la maga como él se encontraran sentados en la cama, sin separarse ni un solo centímetro de ella—. Ponte cómoda. Esto va para largo.

—Sting... —sus rostros continuaban tan cerca que podía sentir el aliento del joven sobre su nariz, además, tampoco habían roto el contacto físico, algo que agradecían ambos—, dame un momento, ¿vale? —al percibir que se estaba liberando de su agarre, Eucliffe volvió a abrazarla con fuerza—. No voy a separarme de ti, idiota —cuando sintió que había relajado sus músculos, se deshizo del agarre y se sentó en el regazo ajeno, abrazando al chico por el cuello—. Ya está.

Instintivamente, el maestro de Sabertooth llevó una de sus manos a la cintura de la joven, aferrándose a esta con fuerza con la excusa de que podría caerse en cualquier momento. Mientras tanto, apartaba algunos mechones rebeldes que caían por el rostro de la blonda con su mano desocupada. El cuerpo de Heartfilia se tensó de golpe, acción que provocó la risa del joven.

𝐇𝐎𝐋𝐈𝐃𝐀𝐘𝐒 ━━ ; stinglu (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora