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Nuevamente iniciaba el año escolar, para mi suerte era el último pero no sabía que era el que cambiaría mi vida radicalmente. Las calles estaban llenas de jovenes de distintos colegios, conocía a algunos, la mayoría vivian en mi barrio pero estudiaban en otros colegios, el colegio donde yo estudiaba estaba catalogado como el mas problemático de la ciudad, y la principal causa de esos problemas provenían de mi salón, 11-A. Y si, en mi salón estaba lo peor de lo peor, los fiesteros, los que pasaban el año haciendo nada, los ladrones, los bullosos y alguno que otro drogadicto pero todos regidos por un ideal, la unidad, podríamos odiarnos entre nosotros pero jamás permitiamos que los de otro salón agrediera a nuestra pequeña familia. Por mi parte odiaba a todos, con dos excepciones, Lina y Edwin.
Primer día de clase y ya habíamos iniciado mal, dos chicos corrían detras del autobus gritando que frenara, no los había visto y ya me caían mal.
Pero lo vi subir a el y todo cambió, sonrió ante un comentario del chico que lo acompañaba, me perdí en su sonrisa ya la había visto, no se donde, ni como pero tenia la certeza de conocerla. Me sentía atraida por su presencia y él por la mía, se que al igual que yo, sintió ese frío recorriendo nuestros cuerpo, esa sensación escalofriante que causo el cambio expontaneo de su sonrrisa, me miró y aparte la mirada por la incomodidad del momento.
Dos chicos nuevos en un colegio donde muy pocos padres inscriben a sus hijos... Seria interesante. Un par de idiotas más que se retirarían antes de mitad de año. Me quede absorta en mis pensamientos causados por el momento anterior, lo miré con curiosidad durante unos segundos.
- Se llama Andrés - dijo Lina, sacándome de mi análisis al nuevo chico - y el otro chico David, son hermanos y son los chicos de los que te hable.
- ¿Los chicos que acosaste en vacaciones?. - las vacaciones pasadas Lina viajó a una casa a las afueras de la ciudad, todos los días me llamaba y me hablaba sobre unos chicos que estaban de paseo en la cabaña de al lado. Relataba cada movimiento que hacían, pues los vigilaba sin reparo.
- Siiii, te dije que eran guapos, sobre todo el mayor, se nota que tiene un enorme...
- Lina! - la reprendí antes que terminará, ella era mi mejor amiga pero a veces me irritaba bastante cuando hacía comentarios sexistas, no eran de mi agrado.
- Me parecen chicos normales con cuerpos normales, lo que pasa es que todo lo que sea nuevo te calienta, tienes un termostato variable. - Lina rio ante mi comentario y se sumergió nuevamente en su celular.
No mentía, si era normales, lo que no era normal era la sensación que sentía cuando pensaba en Andrés, tenía un cuerpo bastante trabajado y una sonrrisa deslumbrante, una maldita sonrrisa encegecedora. Pero su físico no era lo que me atraía, era esa maldita corazonada de conocerlo de antes, y la profundidad de sus ojos que me permitía conocerlo con tan solo mirarlo. Daba miedo en forma atrayente.
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Otra Vida, Mismo Amor.
DragosteTodos tenemos a una persona del pasado que aunque no este en nuestro presente, seguirá estando en nuestros recuerdos. Un amor que generó un tsunami de emociones en un tu interior, de esos que jamás se olvidan ni en otra persona, ni en otra vida.