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Mi mente desconectada de la realidad intentaba comprender la rareza de mis sueños y divagaciones, solo entendía que todas estaban conectadas con una sola persona y esa era Andrés, desde que lo conocí no hubo un solo momento en que no ocurriese algo extraño, como un recuerdo ajeno a la realidad o una sensación que podría describirse como escalofriante con el solo hecho de hacer contacto corporal. Era un montón de raros acontecimientos que en realidad me perturban...
- ¿Cris, me escuchas? - Edwin me mira fijamente intentando adivinar lo que pasa por mi mente, pero ni yo lo se. - ¿éstas bien?.
Dudo si responder con una mentira o admitir la verdad - En realidad... No... Es que Andrés me parece un completo imbécil, es tan insensible.... Intenté arreglar las cosas con él y quedamos en encontrarnos para hablar, lo esperé y nunca llegó después lo vi con Karolina y me hizo sentir mal... - hubo un corto silencio y después sentí los brazos de Edwin rodearme y acercarme a él, eso era lo que necesitaba, un abrazo.
Me recosté en su pecho y dejamos que el silencio se apoderara del lugar, abrí los ojos y me encontré con la mirada amenazante de Andrés, estaba a unos cuantos metros sentado en el césped junto con Karolina, conocía esa mirada de odio, fue la misma forma en que miro a Edwin en el bar, pensé en alejarme de Edwin pero eso sería un motivo para que Andrés pensara que aun tenía poder en mi, entonces, ignoré su mirada y me incorpore aún más en el regazo de Edwin, sentí que beso mi cabello robandome una sonrrisa que se desvaneció al recordar que Andrés hacía lo mismo tiempo atrás.
Unas horas más tarde me dirigía al autobus junto con Lina y Matt, subí en el y desde la ventana observe una pareja besarse, reconocí de inmediato a Andrés pero la chica con quien se besaba no era Karolina, no podia ver claramente su cara pero si su cabello, que obviamente no era el de su novia, a lo mejor era su amante, una razón mas por el cual odiarlo.
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Otra Vida, Mismo Amor.
RomanceTodos tenemos a una persona del pasado que aunque no este en nuestro presente, seguirá estando en nuestros recuerdos. Un amor que generó un tsunami de emociones en un tu interior, de esos que jamás se olvidan ni en otra persona, ni en otra vida.