Hace un año.
Estaba tranquilamente durmiendo sobre su pecho, despreocupado del mundo y de mis problemas, hasta que los rayos del sol me golpean la cara haciéndome putear. No tenía ganas de levantarme así que tan solo decidí hundirme en su cuello, así nada me podía molestar, estaba tan cómodo en esa posición mientras ella tenia las manos en mi cabeza y yo tenía las mías en su cintura. Creo que después de tanto tiempo me sentía pleno, despreocupado de todo. Creo que puedo estar tranquilo con mis pecados por que ya no me interesaba pisar el cielo, por que ahora mismo estaba en él junto a ella.
El silencio junto a nuestras respiraciones lentas y calmadas eran lo único que se podía escuchar en la habitación. Pensé que esa tranquilidad y silencio seguirían, pero se vio interrumpida por algo más hermoso que el mismo silencio.
—¿Ale, ya estas despierto?—pregunto con suavidad mientras me hacia pequeñas caricias en el pelo.
—Si, Sofí—le respondí con la voz ronca.
Ella solo soltó una risa que fue como música para mis oídos. Estuvimos así un rato más, en los que yo al menos disfrutaba de su compañía y de sus caricias, pero de vuelta empieza a hablar.
—Dale, es hora de levantarse—dijo alegre y no se como podía estar así si se acababa de levantar.
Yo simplemente me quejé y me aferre más a ella. No quería levantarme y menos que ella lo haga. Quería quedarme así y si pudiera lo haría eternamente.
—Ale, vamos que me tengo que ir a las prácticas de danza—me queje al recordar que si o si se tenía que ir.
Entonces deje que se parará y se fuera al baño a cambiarse y a hacer sus cosas. Yo simplemente me di vuelta y seguí descansado.
No sabia cuanto tiempo había pasado desde que Sofía había entrado al baño, pero ahora la tenía moviéndome para que me despierte. Ya estaba lista y cambiada con la ropa de baile. Cuestión que ahora yo fui el que entró al baño para hacer sus cosas, cuando estaba listo bajé y me encontré a mi mejor amiga tomando mates mientras comía un par de galletitas, entonces solo me limité a sentarme con ella y hablar un rato mientras comíamos y tomábamos mate.
Estos momentos con ella son únicos, por más insignificantes que sean para algunos, para mí lo eran todo.
Ya había pasado un mes desde la primera vez que Sofía me había querido mostrar la belleza de Buenos Aires, al igual de que ya habían pasado tres meses de lo de Valeria y creo que ya no estoy tan mal como antes, a veces duele pero después el dolor se va y si esta ella ni aparece. Es como magia.
Sin más se pidió un remis y mientras se preparaba para cuando llegara hablo.
—¿Hoy a la noche haces algo?—dijo mientras se acomodaba la colita del pelo.
Yo simplemente negué mientras terminaba de tomar el último mate que me había cebado.
—Bueno, ahora si tenes algo que hacer—dijo sonriéndome.
—¿A donde me vas a llevar esta vez, loca?—pregunte riéndome.
—A un lugar mágico, ya vas a ver. Quiero que esta noche sea especial—hablo mientras escucho como la bocina del remis—bueno, gordo, me voy—dijo por ultimo para darme un beso en el cachete e ir para la puerta.
—Bueno dale, te espero, chau—me despedí—Suerte, Sofí—termine para que me sonriera y después se vaya.
Yo solo me quedé pensando a que lugar me llevara y por que quería que fuera una noche especial, así que simplemente seguí tomando mate mientras pensaba a donde me llevara esta vez, en donde me deleitará con sus palabras, con sus sonrisas tan sinceras y hermosas que me sacaba cada rastro de tristeza que inundaba mi ser.
No me importaba realmente a donde me llevara solo me parecía esencial que este ella para hacerme feliz.
(...)
Había estado todo la tarde con dudas en la cabeza, pero por fin había caído la noche y yo ya estaba preparado. Tenía mi campera puesta y mis llaves en mano. Si ya se, re ansioso, pero igual me había dicho que estaba por llegar ya que venía en remis para ir a algún lugar de esta ciudad.
Creo que podría ser una linda costumbre ir con ella a ciertos lugares para que me deleite con su presencia y miradas.
Estaba tranquilo hasta que siento un bocinazo. Ya había llegado. Entonces sin perder tiempo salí y me adentre en el coche.
—Hola, Sofí—dije saludándola con un beso en el cachete—buenas noches—salude esta vez al chófer a lo que él me respondió de igual manera con un "buenas noches".
—Hola, Ale—respondió felizmente sonriendo.
—¿A donde vamos está vez?—le pregunten ya que la curiosidad me estaba matando.
A lo que ella simplemente me suelta una risita y habla suavemente mientras el chófer arranca, al parecer ella ya le había dicho dónde vamos.
—Nunca te dije el destino antes, ahora tampoco va a pasar—dijo mirando hacia la ventana.
Yo solo solté una pequeña risita. Era verdad. Tan solo me dejaría llevar una vez más por Sofía a algún punto de este gran lugar, mientras este ella yo se que todo va a resultar bien, por que esta chica hace que hasta en el lugar más oscuro, recóndito y horrible haya belleza, luz y amor.
Algo que solo podía hacer ella y nadie más lo lograba.
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Buenos wachos que onda les gustó??, Este esta hasta las manos con Sofía y no lo admiteeee ahre, pero nada está por terminar esta wea si ya se re corta, pero queria que fuera así cortita ah.
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𝑩𝒖𝒆𝒏𝒐𝒔 𝑨𝒊𝒓𝒆𝒔 𝒆𝒔 𝑨𝒎𝒐𝒓 |𝒀𝒔𝒚 𝒂| (𝒕𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂)
FanfictionBAEA || "Donde Sofía le muestra a Alejo la belleza de Buenos Aires" "Tanta belleza incomprendida hay en esta ciudad, tanta gente sumergida en su mundo que no se dan cuenta que Buenos Aires es amor".