Iris

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Canción: Iris — Sleeping with Sirens

(Es un cover, la versión original es de Goo Goo Dolls, pueden escucharla con quien quieran pero siento que queda mejor esta versión)

ADVERTENCIA: spoliers del cap. 257
Solo son algunas frases, pero considerelo antes de leer uwu


Hacía frío, desde hace mucho tiempo hacía frío, o por lo menos era lo que sentía.

Sabía que las cosas nunca iban a ser iguales, pero no pensó sentirse tan... inútil, impotente, como un estorbo. ¿Realmente había válido la pena que viviera?  Ya no podía ayudar a nadie y ver a sus alumnos crecer y aproximarse cada vez más a lo que él un día aspiró a convertirse, era frustrante. Se odiaba mucho más por tener ese tipo de pensamientos que no lo llevaban a ningun lado; quería a sus alumnos y se enorgullecía de ellos, pero no podía sentirse completamente felíz, así que recurría a fingir una gran sonrisa como siempre lo había hecho.

Un suspiro.

Aizawa llego sin hacer ruido, no lo esperaba, no esperaba a nadie a decir verdad y tampoco creía que nadie lo esperara a él, ya no.

Así que ahí estás, está helado sabes, ¿Qué estás haciendo?

Al parecer esta vez el frío era general, no se había percatado, para él se sentía siempre igual.

—Nada, yo solo... ¿Cómo está la pequeña Eri?

—Ella está profundamente dormida, comenzaremos a entrenar la proxima semana

—Te ayudaré

—Gracias...

Como si el viento se llevara las palabras el silencio persistió. Usualmente no sería algo que a Aizawa le molestara, pero se percató de que algo iba mal, lo podía decir después de haber pasado tiempo con su compañero, lo había llegado a conocer bastante bien y sentía que su relación avanzaba, incluso a algo más que una amistad.

—¿Qué pasa?

Cómo decir que le gustaría renunciar para siempre, a enseñar, a sonreir e incluso al deseo que desde hace poco tenía de tocarle y estar con él. Aunque por el semblante cambiante del menor, sabía que lo sientía de alguna manera.

Aizawa habló.

—Tu eres lo más cercano al cielo que alguna vez estaré, ¿lo sabías?

Se sorprendió por las palabras, pero solo lograron aumentar el peso que tenía en el pecho. Quizá Aizawa lo seguía viendo como el gran All Might y decepcionarlo con lo que era ahora lo asustaba.

Tenía frío, pero no quería ir a casa en ese momento, también ahí seguiría teniendo frío, así era como creía que se sentía la soledad.


El pelinegro no lo había dejado de observar, tenía en su garganta el sabor  amargo de ese momento, lleno de melancolía y sin mucha esperanza. Sabía lo que el otro pensaba, o por lo menos se daba una idea. Pasar tiempo con él había sido como respirar de nuevo, lo contagiaba de esa alegría y positivismo que pocas veces encontrabas en las personas, pero sabía que todo eso tarde o temprano se acabaría. Un día Toshinori se aburriría de su huraña persona o se cansaría de tener que aguantar sus malos tratos, pero la idea de perderlo en ese momento lo aterraba. Solo no quería perderlo esa noche, al menos quería ser egoista y mantenerlo con él por esa noche.

Por fin Toshibori habló.

—No quiero que el mundo me vea... porque no creo que ellos entiendan.

Las palabras salían lentas pero firmes, se sorprendió de la seguridad que tenían, era como si él también se estuviera dando cuenta de lo que realmente sentía y ponerlo en palabras frente a la persona que más le importaba era como liberarse.  Todo estaba hecho para romperse, incluso su persona, lo sabía muy bien.

—Solo... quiero que sepas quién soy.

Aizawa no se atrevía a interrumpirlo, ó más bien no podía,  escucharlo le daban ganas de llorar pero las lágrimas que estaba acostumbrado a guardar se negaban a venir, como si su propio cuerpo le reclamara por haberse contenido por tanto tiempo, dejandolo con un nudo en la garganta que le impedía hablar.

Pocas veces el rubio mostraba su verdadero ser frente a otras personas, pero en ese momento había verdad entre  todas las mentiras que habían sostenido a una sociedad durante decadas, que se mostrara a él lo conmovió tanto, que por primera vez en mucho tiempo sentía que valía la pena llorar.

Además de que la noche era hermosa y las estrellas parecían brillar con más fuerza, como si le quisieran transmitir esperanza a una persona que bien podría compararse con un sol, pero que esa noche se estaba apagando. Era una noche que se sentía como en las películas que tanto le gustaban al rubio, pero problablemente esa no tendría un final feliz.

Aizawa se limito a abrazarlo, intentando que todos sus sentimientos se transmitieran con ese suave toque. Sabía que Toshinori sangraba para sentirse vivo, y ahora que no podía pelear para defender a los demás, para él sería como la muerte. El mayor se aferro con fuerza, moqueando un poco y mojando su traje de héroe entre sollozos.

Las lágrimas por fin salieron, silenciosas y tranquilas, como si compartir el dolor del otro lo pudiera ayudar, y si así fuera, Aizawa estaba dispuesto a quedarse junto al rubio llorando, toda la vida si era necesario.

Él tampoco quería que el mundo lo viera, pues sabía que no lo entenderían, solo Yagi podía hacerlo y únicamente necesitaba de eso.

Se quedaron abrazados por un largo rato, hasta que la posición fue tan incomoda que fue necesario que se separaran. Las estrellas seguían brillando y el aire soplaba frío, pero el símbolo de la paz ya no se sentía así.

|| Erasermigth || La-La-LaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora