Ocean eyes

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Canción : Ocean eyes — Billie Elish

Cabello ondulado, completamente desordenado disparandose hacia todas direcciones, dos largos mechones cayendo delicadamente por la frente y una extraña sonrisa muy diferente a la que se ve en televisión, más sincera e íntima, era una disculpa y despedida.

Sin duda, lo que más resaltaba eran esos ojos azules como el océano, brillantes y serenos a pesar de que la ciudad se encontraba envuelta en llamas. Incluso el cielo parecía estar hecho de nalpam ese día, las llamas se alzaban alto queriendo alcanzarlo, listas para destruir todo al momento en el que al tocarse hicieran ignición.

Aizawa no podía dejar de observar a su resignado esposo. Lo había observado desde su juventud, directo a sus ojos azules, con toda la seguridad que mantenía en ellos. Su mirada transmitía ideales, era la entrada a una mente que podría comparar con un diamante en bruto, ideas que enamorarían a Aizawa y que un día le convertirían en alguien digno de llamarse símbolo de la paz.

Le molestaba, pero también lo admiraba. Era como si caminara en un mundo ciego. No había tenido la suficiente confianza para acercarse a él, fue Toshinori quien dio el primer paso y lo invitó a salir en una ocasión en la que tuvieron que trabajar juntos, fue él quien le pidió matrimonio tres años después de que comenzaran a salir. Nunca había caído desde tan alto y tan rápido hacia esos ojos azules, en una vorágine de sentimientos que lo convenció de dar el SI en esa playa poco transitada.

Era Toshinori el principal motivo por el que no dormía, preocupado por la salud de su consorte, sentado en una incómoda silla al lado de la cama de un hospital.

La primera vez que lo llamaron para avisarle que el amor de su vida estaba en coma le dio tanto miedo que no supo en que momento tomó las llaves y corrió al hospital, sin importarle siquiera cambiarse la pijama de pantalones rosas y playera negra, con la que había pasado cómodas noches de largas conversaciones con el rubio.

Y ahora siete años después, en la cima de un edificio, era la ultima vez que lo vería, al menos con vida, lo sabía bien pero se negaba a simplemente aceptarlo. Él sabía como hacerlo llorar, las lágrimas corrían lentas una tras otra, implorando sin palabras y con un semblante serio, necesita ba más tiempo que lo dejara encontrar otro camino. No era justo, su esposo ya había sacrificado mucho, a su maestra, su juventud y su cuerpo,  ¿ahora también tendría que dar la vida?

Sus ojos azules lo decían todo, contenían la luz de los 9 portadores, luces similares a bengalas o estrellas que brindan esperanza a todo aquél que las vislumbre, pero no para ellos.

Una criatura cuidadosa y pequeña tomó con fuerza su mano, se había hecho amiga de ellos con el tiempo, aquella pequeña de rojos ojos y blanco cabello a la que su magnífico esposo le inculcó todos los buenos sentimientos y fantasías sobre el mundo, le dejo su mente de diamante.

Se aferraba para no salir corriendo a evitar que el hombre sacrificara su vida por el bien de su familia, por el bien del mundo en el que vivían, la pequeña lo sabía y por eso se le hacía más difícil.

La cuidad estaba en llamas y el tiempo se había acabado, no era justo y tenía miedo pero al mirar esos ojos profundos como el océano supo que estaría bien porque él estaría ahí incluso si no estaba.

Sin más, All Might se dio la vuelta y saltó al peligro.

|| Erasermigth || La-La-LaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora