¿Conoces el juego de Aventure Adele? ¿No?
Pues te lo presento.
Es un juego de realidad virtual, en el cual haces misiones para ir ganando puntos, como todo juego ¿No? Pues este juego tiene otro propósito, y otra forma de jugar. Tendrás lentes espe...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
5|Misión número cuatro: Una visita a la cárcel
Y no, no era una broma, lo supe cuando me comenzaron a leer mis derechos mientras me ponían unas esposas. Estaba siendo arrestado, vestido como una mujer, frente la escuela, por un cargo que no me pertenece.
Laila y Merida ya estaban dentro de una patrulla y a nosotros nos montaron en la que estaba detrás de esa.
—Tranquilo, bro, de esta salimos —me dice Marcus con una sonrisa alentadora, todo lo contrario a mi, que estaba a punto de echarme a llorar. ¿Por qué todo está en mi contra?
Mire a Adele que estaba haciendo algo con su pantalla y sentí odio hacia ella, por su culpa habían empezado mis problemas, nunca la debí haber elegido como mi avatar.
—Adele... —la llame molesto.
—Dime, Ethan —me dice aún concentrada en su pantalla, no se que estaba intentando hacer pero no creo que nada que me ayudara a salir de esta.
—Quiero cambiar de Avatar —le informe y ella dejo de ver lo que estaba haciendo para verme asombrada.
—Estas jugando ¿No es así? —me pregunta y luego comienza a reír, pero cuando me ve completamente serio cambia su expresión y me mira atemorizada—. No estás jugando ¿Verdad?
—¿Me ves cara de que esté jugando, Adele? Quiero otro avatar, uno que sea más normal, uno que no tenga una falla, uno que no me lleve a la casi muerte —gruño bajo porque los oficiales entran en la patrulla.
—Bro, no hagas esto, te arrepentirás —me dice Marcus viéndome con preocupación.
—No, es lo correcto —gruño—, dame cualquier avatar inmune a tu falla, no quiero tenerte como mi anfitriona —declaro.
Ella asiente con los ojos aguados, lo que provoca que se me remueve algo dentro de mi, pero decido no pararle a ello, desaparece y en su lugar aparece una Adale pelinegra. Ella asiente hacia nosotros y se queda callada todo el camino a la comisaría.
—Te arrepentirás —declara Marcus molesto conmigo.
No, no lo haré, es lo mejor que podía hacer para mí, y mi vida, quería vivir una vida larga, no morir con solo diecisiete años.
👓×🎮×👓
—Necesito una explicación prudente para saber porqué mi hijo está arrestado y vestido como una mujer ahora mismo —pregunto mi señor padre.
La respuesta era sencilla, y se que él entendería al cien porciento si la decía.
—Adele. —Esa fue mi respuesta. Nada más y nada menos que Adele.
—¿Estás así por Adele? ¿El juego? —pregunta mi padre con ironía y se echa a reír, muy pocas veces lo había visto riendo, pero esto no parecía una risa normal, era una risa histérica, una maniática que parece que terminara matando a alguien en cualquier momento—. Debí haberle dicho a ese hombre que la eliminará del juego, siempre ha sido una falla. Pero Adele no tiene la culpa.
