8|Misión número siete:
Visita a un ser querido.
Mire algo desorientado el lugar donde me encontraba, después de todo lo que pasó en el bar, no sabía dónde le encontraba, lo único que sabía que era un lugar seguro.
No tenía los lentes puestos, en algún momento me los había quitado ¿Dónde estaban? Tantee el lugar donde me encontraba acostado, y los conseguí a unos centímetros de mi, los tome con pereza y Adele hizo su acto de presencia, estaba callada, mirando a ningún punto exacto. Estaba así desde hace rato, se seguía sintiendo culpable por no haber advertido a las chicas, y la entendía.
—O...
—No quiero hablar, Ethan —dijo en un tono monótono, y yo solo asentí.
Mire de nuevo donde me encontraba y reconocí la sala de estar de Marcus. Así que era ahí donde me encontraba... A unos pocos metro de mi estaban las chicas arropadas con una manta en el mueble más grande, y Marcus no estaba en ningún lugar.
Me levanté con torpeza, ya que estaba en el suelo, y había un montón de cobijas en mis pies ¿Cómo había pasado eso? Yo no tome mucho, no lo suficiente para llegar a la emborracharme, pero no recuerdo nada más que no sea Adele cantando mientras estaba debajo de una camioneta con las chicas.
Camine hasta la cocina debido a que comencé a escuchar ruidos, y me encontré a Marcus y a la señora Allen murmurando mientras los dos cocinaban algo, ella fue la primera en percatarse de mi presencia pero no comento nada y siguió hablando con Marcus.
Está era como mi segunda casa, en las vacaciones me la pasaba al cien porciento acá, porque las hermanas de Marcus, consumían la mayor parte de su tiempo. Durante la temporada de clases ellas se distraían con las tareas, y casi no se veían, así que Marcus se la pasaba en mi casa, o bueno, a veces, porque las niñas hacían sus cosas rápido para compartir tiempo con él.
Me dirigí a la señora Allen y la abrace fuerte, era como mi madre, y la amaba demasiado, cuando necesitaba un abrazo cálido y consolador, siempre iba a ella. Y en estos momentos lo necesitaba con gran urgencia.
Ella me devolvió el abrazo y comenzó a susurrarme palabras de aliento en el oído. Marcus se unió a nuestro abrazo, y como en la madrugada, los dos lloramos, no por lo que pasó, sino el miedo de haberlas perdido para siempre.
La señora Allen nos alejo un poco y sonrió con dulzura. Era bajita, tenía la nariz y mejillas pecosas, era muy joven, la señora Allen tuvo a Marcus a los quince años, y ahora solo tenía treinta y dos. Era joven, pero era muy sabía para su corta edad. Su cabello era de un color almendrado, y sus ojos eran claros, tenía la nariz un poco grande como Marcus, pero se veía bien en ella.
—¿Quieren comer algo, mi niños hermosos? —pregunto ella y negué.
—No, mamá —le dije y ella mostró una pequeña sonrisa al escuchar como la llamé, y si, ella era mi segunda madre, y la llamaba así.
ESTÁS LEYENDO
Aventure Adele
Science Fiction¿Conoces el juego de Aventure Adele? ¿No? Pues te lo presento. Es un juego de realidad virtual, en el cual haces misiones para ir ganando puntos, como todo juego ¿No? Pues este juego tiene otro propósito, y otra forma de jugar. Tendrás lentes espe...