Save me// Boku no Hero Academia// (Izuku x Tu)

Capítulo 6: La tormenta se avecina

—¿Son todos? —preguntó Bakugō, eliminando al último villano con una explosión—. ¡Son débiles!

Golpeé con la katana al villano frente a mí, usando la última gota de energía que me quedaba. Mientras la sangre regresaba a mi cuerpo, sentí cómo mi respiración se volvía irregular, el agotamiento comenzando a apoderarse de mí.

—Creo que sí —dije, tratando de recuperar el aliento, aunque mi cuerpo pedía descanso.

—¡Bien! Démonos prisa y vayamos a salvar a los demás —dijo Kirishima, siempre positivo—. Si estamos aquí, entonces todos también están dentro del USJ. Estoy preocupado por los chicos que tienen menos habilidades ofensivas, además, como nos lanzamos al ataque... —lanzó una mirada hacia Bakugō y luego a mí—. Nos ralentizamos con Trece. Gracias por apartarnos rápido.

—No hay de qué —dije con una leve sonrisa, aunque el cansancio seguía golpeándome con fuerza.

—Como hombres, debemos tomar la responsabilidad de lo que hicimos —dijo Kirishima, su determinación palpable en cada palabra.

—Si quieres ir, ve solo —respondió Bakugō, indiferente, caminando hacia adelante—. Yo mataré a ese —añadió con tono amenazante.

—¿Qué? —Kirishima intentó razonar con él, pero el rubio ya estaba concentrado en otra cosa.

En ese instante, sentí que algo no andaba bien. Mi instinto me decía que había algo más, algo que aún no habíamos detectado. Giré la cabeza hacia el techo y, efectivamente, noté una sombra... sin cuerpo. Sin pensarlo dos veces, extendí mis hilos de oro hacia esa dirección, envolviendo algo invisible. Tiré con fuerza, y una figura camaleónica cayó al suelo con un grito ahogado.

El villano intentó levantarse, pero lo intercepté con una patada, estampándolo contra una pared.

—¿Estos debiluchos fueron asignados a nosotros? —pregunté, mientras observaba con desdén al villano caído.

—¡Tienes mucha fuerza! —dijo Kirishima, impresionado.

—Lo sé... como sea —dijo Bakugō, ignorando lo sucedido y marchándose sin mirar atrás.

Lo observé por un segundo, notando un cambio en su actitud.

—Está calmado... increíble —dije, sorprendida por la frialdad con la que Bakugō manejaba la situación.

—¡YO SIEMPRE ESTOY CALMADO, MALDITA LOCA DEL ORO! —gritó Bakugō, volviendo a su tono explosivo de siempre.

Suspiré.

—Retiro lo dicho... —murmuré, mientras nos preparábamos para seguir avanzando.

Salimos del domo y comenzamos a correr a través de la USJ, nuestros pasos resonando en el suelo mientras nos dirigíamos hacia la siguiente batalla. Pero entonces, al girar una esquina, nos encontramos con una escena que congeló mi corazón.

All Might. Mi padre. Peleando con un monstruo gigante. Y no estaba ganando.

—Pa... —me detuve antes de pronunciar la palabra completamente—. ¡All Might! —grité, mi voz quebrándose ligeramente.

La tensión en el aire era palpable. Podía sentir la angustia en el rostro de Midoriya, quien también corría hacia All Might, desesperado. Pero antes de que pudiera llegar, el villano del portal apareció, deteniéndolo en seco.

Mis ojos se abrieron como platos al ver lo rápido que Bakugō reaccionó. Con una explosión, llegó justo a tiempo para enfrentar al villano del portal, acorralándolo con un agarre firme en el cuello.

—¡No te atrevas! —gritó Bakugō, sus ojos brillando con pura determinación. Por primera vez, sentí que el respeto comenzaba a formarse entre nosotros.