Capítulo 7: El Legado de la Herida

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Veía cómo mi padre se quitaba lentamente la camisa, revelando una herida profunda y mal cicatrizada en su costado. El aire en la sala se sentía denso, cada respiración pesada, mientras observaba la marca que le había dejado All For One, el villano que había desmoronado nuestra familia.

—Esta es la razón... —comenzó a decir con la voz quebrada—. Esta es la razón por la que no pude salvar a Hirokin ese día. —El dolor en sus palabras era palpable—. Hice lo que pude por llegar a tiempo, por evitarlo, pero... —hizo una pausa, sus ojos llenándose de tristeza—. Me arrepiento tanto, Sorano. Estuve tan cerca... y al mismo tiempo tan lejos.

Mis ojos se clavaron en la herida, esa cicatriz que ahora se veía tan evidente, pero que había ocultado de nosotras durante tanto tiempo. Sentada frente a él, con los puños cerrados sobre mis rodillas, trataba de procesar lo que me estaba diciendo. La herida no era solo física; era el recordatorio de todo lo que había fallado, de lo que había perdido. Y yo... yo no sabía cómo sentirme al respecto.

—¿Por qué me cuentas esto ahora? —le pregunté, mi voz baja, controlada, pero cargada de una mezcla de dolor y confusión.

Él levantó la vista hacia mí, sus ojos llenos de culpa.

—Tenías 9 años cuando todo pasó, Sorano. Estabas muy joven para comprender... para entender por qué tuve que tomar esas decisiones —su voz temblaba mientras intentaba explicar—. All For One sabía sobre ustedes... sabía lo importantes que son para mí, y usó esa información en mi contra. Si no hubiera intentado protegerlos, habría sido peor. Él no solo quería destruirme, quería hacerme sufrir arrebatándoles todo a ustedes. No iba a permitir que les hiciera más daño del que ya les hizo... con Hirokin.

Cada palabra que decía me apretaba el pecho más y más. El nombre de mi hermano, pronunciado en voz alta, me perforaba el alma. Lo que mi padre estaba describiendo era algo que había pasado tantas veces en mi cabeza, pero oírlo de su boca, oír cómo había fracasado en salvarlo... era un golpe que aún me dolía profundamente.

—Aún sabiendo eso... —susurré, levantándome lentamente del asiento—. Aún siendo consciente de que te he detestado todos estos años por habernos dejado... ¿Cómo esperas que entienda eso, papá? —Lo miré, mi voz comenzaba a quebrarse, pero la furia y la tristeza que llevaba dentro me impulsaban a seguir—. ¿Cómo esperas que acepte que mi héroe favorito... no pudo salvar a su propio hijo, mi hermano?

Él no me miraba. Su cabeza seguía gacha, sus hombros caídos, derrotados. Este hombre, que todos veían como el símbolo de la paz, estaba roto ante mí. No había justificación que pudiera aliviar el dolor que ambos llevábamos, pero al mismo tiempo, comprendí que él había intentado, que él también había perdido a alguien importante. Y aunque eso no hacía que todo estuviera bien, al menos me permitía dar un paso hacia algo diferente.

Me acerqué a él, cada paso pesado, pero decidido. Luego, con un nudo en la garganta, lo abracé. Podía sentir la sorpresa en su cuerpo, cómo no esperaba ese gesto de mi parte, cómo no creía que, después de todo, aún podía ser capaz de acercarme.

—No sé si alguna vez entenderé completamente tus decisiones —le susurré, mi voz suave, pero llena de honestidad—. Pero lo intentaste, intentaste salvarlo. Y eso... lo tomaré en cuenta, porque, aunque me duela, entiendo que hiciste lo que creíste mejor. —Hice una pausa, sintiendo cómo comenzaba a corresponderme el abrazo—. Porque yo también lo intenté, y no pude salvarlo.

Esas últimas palabras salieron como una confesión. Algo que me había estado torturando durante años. Yo había estado allí también, había tratado de salvar a mi hermano, pero fallé. El fuego... las llamas... Hirokin se había ido, y había una parte de mí que nunca dejó de culparse.

Save me// Boku no Hero Academia// (Izuku x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora