"JK."
Jeongguk gruñe y casi se golpea la cabeza. "¡JK!"
Abre los ojos de golpe y se asusta durante medio segundo antes de darse cuenta de dónde está y que no hay razón para entrar en pánico. Sus dedos alcanzan instintivamente su teclado y cuando presiona la tecla más cercana, la pantalla brilla e ilumina la habitación.
"Estoy aquí, estoy aquí", murmura, con la voz llena de sueño y cansancio mientras se estira y enfoca sus ojos en la pantalla.
"¿Estabas durmiendo?" Namjoon pregunta con incredulidad.
Jeongguk suspira. "Bueno, son casi qué- Dios, ¡¿son las siete de la tarde?! Y he estado aquí desde las dos de la tarde, no puedes esperar que yo sólo... ya sabes, no."
Escucha a Yoongi suspirar de fondo. "Te dije que no jugaras a Overwatch ni una sola noche así no tienes sueño."
"No eres mi papá." Jeongguk frunce el ceño, y es entonces cuando escucha a los demás reír. Debió haber estado fuera por quizás solamente una hora.
Yoongi lo ignora. "Vamos a entrar", le dice en su lugar.
Jeongguk se aclara la garganta y estira el cuello. "Está bien, dame un minuto."
La pantalla frente a él muestra varias cajas, todas mostrando varios ángulos de la casa de Choi Seunghyun. En otro monitor a su izquierda hay más pantallas, mientras que la pantalla a su derecha muestra una serie de códigos que se ejecutan rápidamente hacia arriba y hacia abajo. Se acerca a una cámara fuera de las paredes de la casa, donde una camioneta negra se estaciona a seis metros de distancia. Jeongguk escribe varias líneas de códigos y hace clic en algunos botones y la pantalla cambia a un bucle: una calle vacía sin nada interesante. Sus ojos parpadean en la caja que muestra el seguimiento de seguridad de todas las cámaras.
La mujer que mira las pantallas ni pestañea. Jeongguk se gira para ver a Yoongi y Namjoon tirar ganchos en la pared. Yoongi tira de la cuerda ligeramente. El hacker mueve rápidamente el mouse y teclea hasta que desactiva la alarma de la pared.
"Escala."
Namjoon sube las paredes primero, piernas largas y acostumbradas a este tipo de trabajo. Las piernas de Yoongi son más cortas, pero es más elegante y un poco más rápido que el otro. Llegan a la parte superior de la pared que da a la parte trasera de la casa de Choi Seunghyun.
"V-ssi..." Jeongguk murmura entre dientes y mueve las cámaras hasta que llega al borde del patio trasero, donde se encuentran una piscina y un pequeño jardín. No está tan bien iluminado porque la piscina ha sido vaciada y ninguno de los invitados está en ella, pero finalmente ve a Taehyung hablando con un personal de seguridad antes de inclinarse para acariciar a los dos labradores negros que sostiene el hombre.
Con un suave ruido, Namjoon y Yoongi aterrizan en la hierba bien cuidada. El hombre, vestido con un impecable traje negro y una complexión más ancha que la de Taehyung, se gira brevemente antes de distraerse. "Uhm, señor, disculpe. Los perros podrían-"
"Ah, no, no, no lo harán." Taehyung le sonríe, sonrisa cuadrada y amplia. "Ellos, sin embargo, lo harán", dice mientras señala las sombras detrás del hombre. Es demasiado tarde para que el pobre se dé la vuelta, ya que Yoongi tapa rápidamente con un pañuelo cloroformado su cara. Pasan dos segundos antes de que el tipo se apague como una luz y sea arrastrado detrás de uno de los árboles.
"¡Hola Berry, hola Plum, son tan buenos chicos!" Taehyung arrulla y rasca la barbilla de los perros.
Jeongguk frunce el ceño. "¿Los nombraste?"
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Heists and Hearts | ksj + myg
Hayran Kurgu"Dame un número", dice Yoongi cuando Namjoon finalmente se da vuelta en la silla de su computadora. Namjoon lo mira y suspira. "Uno." No es la primera vez que se queda perplejo con un plan. Namjoon mira a Yoongi con los ojos fijos en él como un ha...