Capítulo Veintitrés

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—Es sólo un estúpido baile mamá, no mi boda—Hablo el castaño rodando los ojos ante la insistencia de su madre.

Claudia llevaba media hora persiguiendo a Stiles alrededor de la casa con una cámara en mano, esperando el momento indicado para tomar la foto perfecta.

—Oh, créeme que lo se muy bien, el día de tu boda tendré una cámara profesional, en lugar de está vieja cosa que tu padre llama cámara—Contesto Claudia moviendo una vieja cámara que llevaba en la mano.

—Podrías usar tu celular.

—Podría, pero luego me olvidaría de mandar a imprimir la foto, y podría borrarse cuando la recuerde, está cosa al menos servirá por ahora.

El castaño rodó los ojos, y cuando iba a contestar, el timbre resonó por toda la casa, dejándolo congelado en su lugar mientras observaba a su madre sonreír como maniática.

—¡No te atrevas...!

Antes de que haya terminado de hablar, su madre salió corriendo de la cocina hacia la puerta de entrada.

Quien haya dicho que las personas perdían movilidad a medida que van creciendo, es porque no conoció a Claudia Stilinski.

En cuanto el castaño llegó a la puerta, tuvo la vista más hermosa que cualquier ser humano en la tierra envidiaría.

—Oh Dios, no sabes cuánto te amo.

—Yo también te amo, bebé.

—¿Que?, Oh, hola Derek—Contesto el castaño tomando la hamburguesa y las papas que el moreno llevaba en mano, recibiendo una mirada ofendida de este.

—Pensándolo bien, creo que volveré a casa y terminaré de ver mi serie—Contesto el moreno haciendo amague de sacarle la comida al castaño.

—Era broma Der, no seas malo.

—Saludame como se debe y lo pensaré otra vez.

El castaño sonrió, y dejando la hamburguesa y las papas en la pequeña mesa que tenía a un lado de la puerta, se acercó al moreno abrazándolo por el cuello y juntando sus labios en un beso en el momento exacto que su madre comenzó a tomar fotos.

El moreno sonrió apartándose segundos después, momento que Claudia aprovechó para tomar una última foto de ambos chicos captando perfectamente el momento de uno de los mejores ángulos.

—Haré muchas copias de estas fotos, seguro a Talía le gustarán.

Luego de que Claudia les diera unas advertencias a ambos chicos, entre ellas el no tomar tanto alcohol y utilizar condón, les permitió marcharse.

—Stiles—Llamó Derek en cuanto estuvieron dentro del auto.

—Dime.

—¿Acaso eres Cenicienta?

—Ya te estabas tardando.

—Porque ya puedo ver tu ropa desapareciendo a media noche.








Esto lo terminé de escribir recién, 03:39 a.m en Argentina.
Sólo quería dárselos y ya me voy a dormir.
Sueñen lindo perras hermosas🖤
Si eres chico también cuenta, porque yo se que tienes tu lado de perra empoderada 7u7🖤

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