Capítulo 15 (Final): ¡Ama!

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Al llegar a la casa mi ama parecía tener más energía, estaba contenta con la idea de llevar el culto a su casa. En el camino viajé en sus sostén, mientras que las del culto iban en una caja cerrada que dejó en el piso al llegar.

- Hay mucho que quiero hacer, esclavo.  Fue una gran idea traer a mis juguetes a casa

- ¿Por dónde comenzamos?

- Ya sé lo que quiero.

Una malvada sonrisa se dibujó en su cara. Al parecer el cambio le había dado más ideas. Dejó la caja junto sillón  y caminamos hasta su pieza. Me dejó sobre la cama y comenzó a quitarse la ropa.

- ¡Cómo apesto! Vemos qué tan fieles son.

Dejó sus prendas sucia en el suelo, y comenzó a buscar ropa en los gabinetes. Cuando terminó de seleccionar su vestimenta de acercó a la cama y puso su pie junto a mi.

- ¡huele!

Me acerqué a oler sus enormes pies, apestaban tanto como ayer.

-Eso, eso huele mis sucios pies, esclavo.

Ella reía y yo aprovechaba de lamerla.

- ¿Sabes como hacer que apesten más?

Acto seguido me mostró una pantis negras. Se puso un sostén y ropa interior negra de encaje y luego sus pantis . Además de una camisa blanca abierta para mostrar sus pechos, cerró su vestuario con unos lentes.

- Vamos a divertirnos una rato. Evaluemos quién se baña hoy con nosotros.

A pesar de su bello traje mi ama seguía sudando y ya había mojado la camisa blanca. Me tomó y caminamos hasta el living. Se sentó en el sillón y estaba dispuesta a abrir la caja cuando se sintió un temblor.

La tierra temblaba al ritmo de ...unos pasos, mi ama no notaba lo que estaba pasando hasta que el temblor de los pasos movió la casa. En su cara noté el terror. 

De un momento a otro el techo de la casa se despegó y una pared se rompió, por el agujeró entró una mujer de 50 metros de alto, su cuerpo era muy deportivo, parecía fuerte y su cabello era rubio. Sus pechos eran  enormes en proporción a su cuerpo y caderas anchas.  Vestía con ropa dorada de guerrera amazona: una especie de bikini y brazaletes rodaban sus brazos y piernas. En sus pies llevaba anillos de oro.

-¡Luna! - gritó

Mi ama asustada corrió hasta ella, le llegaba hasta los muslos.

- Perdón, Galea.

Mi ama se arrodilló y chupó el dedo gordo del pie de la gigante mayor.

- te has escapado de tu prisión e invadido este mundo neutral.

-Señora...

-Serás juzgada en el tribunal de la superiores.

La bella Galea miró un brazalete que llevaba en la muñeca.

-Yo puedo hacer lo que usted desee - dijo luna.

Galea sonrió, al parecer le gustó la oferta. Tomó a Luna y de un tirón arrancó su camisa y sostén. La fuerza de la auténtica gigante era impresionante. Galea levantó a Luna y comenzó a lamer sus pezones. Luna gritaba de dolor, era su zona sensible. Intentaba resistirse hasta que Galea se aburrió y la dejó caer pesadamemte al suelo.

La gigante de 50 metros se sentó en el suelo y se abrió de piernas.

- Ven aquí, sucia Luna.

Mi ama se veía indefensa , con sus pechos desnudos y sus pantis negras. Tenia temor.  Se acercó gateando. Galea de un tirón se quitó la parte inferior de bikini, mostrando su vulva con algunos vellos rubios.

Luna retrocedió un poco al ver eso, miró a donde estaba yo y movió sus labios " ven conmigo", Galea no había notado mi presencia. Mi ama comenzó a ganar tiempo, se comportaba como nunca la había visto.

-¿Qué me va a hacer señora? - preguntaba muy sensual a Galea, mientras tocaba su pelo y juntaba sus pechos con los brazos.

Yo aproveché de bajar del sillón, corrí a sus pies y me subí a ellos. Seguían apestando, pero debía estar con ella.

- Trae tu cara aquí,luna.

Luna hizo un ruido parecido a un ronroneo. Ellacme había sentido en su pie así que siguió gateando hasta Galea. Llegó hasta la supergigante y lamió su vagina, mientras ella le presionaba la cabeza dirigiéndola.

Bajé de sus pies, pasé por abajo bragas   y vi sus pechos colgando, debido a la posición en la que estaba, me escondí tras ellos. Galea le tomó la cara a Luna para que mirarla a los ojos.

-Eres una sucia  - dijo enojada.

-Sí lo soy, mi señora - dijo con un tono de voz inocente - quiero seguir probándola - sacó su lengua muy lento y sensual.

Galea sonrió y luego le escupió en el cara. Ahora entendía de dónde había sacado el castigo que me había dado. Mi ama con una inocente sensualidad se saboreó la saliva de la cara y Galea le bajó la cabeza para que siguiera lamiendo.

Mi ama mientras lamía miró a donde yo estaba.  Galea miró su brazalete y apretó unos botones en él.

- esclavo- susurró- en el drenaje de la ducha...

Galea apretó un último botón de su brazalete y se esfumaron, dejando un humo delgado en el lugar.

Esa gigante era la que había sentido llegar la noche anterior. Caminé hasta la caja donde el culto gritaba. Debía sacarlas. El drenaje...Mi ama me dijo algo del drenaje de la ducha.

Ahora podría debía sacar al culto. Nuestra Diosa ya no estaba, me sentía vacío, pero al menos la sacerdotisa y las demás me acompañarían en mi soledad.

Fin.

(Gracias por llegar al final. Espero que la hayan disfrutado y quedó pendiente a sus mensajes.

Con el tiempo probablemente suba imágenes de apoyo a esta historia.

Dependiendo de la recepción que tenga subiré una segunda parte. De momento se llamaría "El rescate de una Diosa".





Mi enorme amaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora