Capítulo 2: Caminando sobre su cuerpo

2.1K 51 1
                                    

Está empapada en sudor, esta será una difícil escalada. Veo como el top verde que lleva presenta diversos puntos húmedos cerca de sus axilas, que yo mismo me había visto obligado a depilar la tarde de ayer.

- Sube. - ordena

Camino por sus piernas alejándome del olor apestoso de sus sagrados pies, pero me resbalo con el sudor y caigo a mi punto de partida. Hoy costará llegar hasta arriba. Llego a sus rodillas, paso por sus muslos y hace un movimiento, que me hace caer y me aprisiona entre sus muslos. El calor es mayor. Ella ríe, hoy tiene ganas de jugar.

Intento zafarme, pero el sudor de sus muslos me impide poder sujetarme bien, hasta que deja de apretar y puedo salir.

- ¿Qué pasa esclavo? ¿Hoy no quieres jugar? – y vuelve a reír.

Llego hasta su short de mezclilla, al menos aquí tengo más agarre. Camino por encima de su vulva y noto un destello de placer en el rostro de mi diosa. Llego hasta el límite en el que nuevamente comienza la piel y veo el largo tramo que me espera.

Cuando estoy apunto de dar el primer paso sobre su estómago, ella baja su mano y con su dedo índice toca dos veces el botón del short. Sé lo que debo hacer. Quito el botón y bajo el cierre para que ella pueda descansar. Aparece tímidamente su ropa interior blanca.

Vuelvo a mi misión, al dar el primer paso me resbalo con una gota de sudor y caigo sobre su estómago, ella ríe, siente cosquillas. Me levanto y vuelvo a caer. Debo llegar hasta su ombligo para descansar, cuando estoy a un paso de alcanzarlo, ella pone su dedo sobre mí y me arrastra hacia abajo, hasta llevarme hasta el borde de su calzón.

Alzo la mirada y encuentro sus ojos, también veo como el top se eleva y veo las parte inferior de los dos pechos de mi ama. Intento volver a caminar para arriba, pero vuelve a poner su dedo índice sobre mí, intentando hacerme entrar bajo su calzón blanco.

No sé si quiere realmente que baje o está jugando conmigo. Me baja hasta su entrepierna, intento sujetarme a sus vellos púbicos sin dañar a mi amada ama. La oscura humedad de su entrepierna me rodea. Me frota dos veces contra su vulva húmeda y suelta una risa. Me toma con su índice y pulgar y me deposita en su ombligo para que continúe desde donde estaba.

- Aún no- dice sonriendo.

Sus dedos y yo estamos empapados en su líquido vaginal. Debo seguir subiendo. Llego hasta el top al que me intento sujetar, cuando siento otra vez su dedo posarse sobre mi cabeza.

- Debes pasar por abajo.

Era el camino más difícil, pero debía hacerlo, no podría pasar por encima de su top como quería. Tendría que pasar por su seno, por el cual continuaban corriendo gotas de sudor. Los pechos de mi ama no son tan grande en proporción a su cuerpo, por lo que pasar por ahí no era dificultoso, salvo por el sudor que baja. Casi como sabiendo lo que estaba pensando ella acotó:

- Ya que estás ahí aprovecha de lamer un poco, no sabes el calor que tengo.

Avanzaba lamiendo el sudor entre sus pechos, había algo especial en esta agua salina. Una sensación de placer me inundaba, lamí y lamí hasta salir del top. Cuando me encontré con su cara noté que ella igual lo estaba disfrutando. Se chupaba los dedos mientras que con su otra mano acariciaba su entrepierna. Al verme se espantó.

- Tardaste mucho – Dijo algo avergonzada.

Me tomó con su mano me llevó hasta su cara.

- ¿No sabes que debes cumplir con todo lo que diga tu diosa?

- Sí- dije avergonzado

- Por más apestosa...

-

- ...Cansada...

-

- ...sudada...

-

Me llevo hasta sus labios y sacó su enorme lengua, la que pasó con un movimiento lento por todo mi cuerpo.

- ...Y caliente que esté.

Mi cuerpo había pasado por casi todas las partes de su cuerpo y lo más probable es que tenía todos los sabores de ella en mí. Creo que ese era su plan desde el principio. Volvió a pasarme su lengua por todo mi cuerpo y luego sonrío.

- Es hora de la ducha.

Mi enorme amaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora