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Cuando Jooheon salió del colegio aguantó una enorme sonrisa al ver que Hoseok si había ido por él como había dicho el día anterior.
Pero lo supo despistar bien y mejor volteo hacia su novio y le sonrió a él.

Changkyun le contestó con otra sonrisa y terminó bebiendo de su jugo de naranja que compró en el receso pero la "bruja" de la maestra de matemáticas no le dejó terminar.

—Ahí está Hoseok—habló Jooheon mientras bajaban los escalones principales.

Changkyun volteó hacia donde su novio apunto y de inmediato escupió el jugo, salpicando a uno de sus mejores amigos.

—¿Hoseok es ese Hoseok del que hablabas?—preguntó el menor expectante—. ¿El escritor famoso que le ha ganado a la escritora de Harry Potter? Carajo Jooheon, ¿puedes conseguirme un autógrafo?

El menor viró los ojos, se despidió finalmente de su pareja escuchando sus gritos de que estaría bien si también le conseguía su número.
Ya estando frente a Hoseok empezó a mostrarse indiferente

—Hola—saludó Hoseok animadamente—. ¿Cómo te ha ido en la escuela?

—Mmh, supongo que bien.

Jung ayudó al menor a quitarse la mochila y la metió en los asientos traseros de su BMW, acarició los cabellos sedosos y soltó una pequeña risilla.

—Vamos a comer, elige el lugar que quieras.

(...)

Taehyung suspiró sentado en la silla frente a su escritorio.
Seguía siendo abogado y por más raro que parezca habían personas que llegaban más de tres veces.

—Señor Son, ya tiene treinta y cinco años, está casado y tiene un hijo de cinco años. ¿Por qué sigue aferrado en comportarse como un adolescente de diecinueve?

Hyunwoo gruñó molesto desviando la mirada hacia el suelo y cruzándose de piernas, él no tenía la culpa de que un mocoso, compañero de su hijo, lo molestara. Quería defender a su cría y qué más bueno que golpear al padre del niño.

—Él empezó.

—No, él no empezó. Usted prefirió golpear a un hombre en vez de quejarse con las autoridades del colegio.

—Es lo mismo que le dije—reprochó Kihyun dando un golpe nada suave en la cabeza de su esposo.

—Haremos esto, propondremos la cita y veré si puedo hablar con la víctima. ¿De acuerdo?

Los dos contrarios asintieron mientras se levantaban de su asiento, y antes de retirarse Kihyun volteó de nuevo al abogado.

—Abogado Kim—llamó y el nombrado dirigió su vista hacia él—. Verá—rió compice—, mi amigo, ya sabe, está soltero y-

—Largo de mi oficina—interrumpió estresado.

—Yo sólo decía—Kihyun volvió a reír nervioso para ahora sí irse del lugar.

Taehyung suspiró por milésima vez en el día, ya estaba harto, cansado y más que nada estresado.
Sacó su celular y marcó al número que no quería marcar tal vez en otros doce años más o hasta que fuera de vida y muerte y su única opción fuera esa.

(...)

Taehyung viajó dos horas hasta la casa de Hoseok, no iba con otras intenciones más que hablar.
Sabía que Jung veía a Jooheon en las salidas de las clases. No sabía si lo estaba haciendo a escondidas pero se sintió herido porque su hijo menor no le dijo nada.

Se supone que tenían una buena relación y el que ahora le estuviera ocultando cosas le pegaba tal vez en su orgullo.

Cuando llegó a la enorme casa, viéndola como la recordaba, viendo tal vez con algunos cambios, salió de su auto y se dirigió a la puerta para apretar el timbre varias veces.

Antes, cuando sus hijos eran aún niños, él tenía la contraseña de todas las puertas en esa casa, pero se suponía que ya tiempo pasado y dadas las circunstancias estás fueron cambiadas.

La puerta fue abierta segundos después dejando a la vista a Hoseok, quien lo vio con una ceja alzada y cuando finalmente lo reconoció se sorprendió.
Se supone que le había avisado que iría pero suponía que estaba dormido o simplemente lo olvidó.

—Taehyung—habló Hoseok haciéndose a un lado para que el moreno entrara—. Pasa, lo siento, no recordé que vendrías hoy. ¿En serio ya es dos de Marzo?

—Gracias—contestó—. Y si, se supone que no tendrías nada que hacer, perdón por ser una molestia.

—No lo eres—siguió el mayor, caminando detrás de su ex pareja. Porque a pesar de que se fue sin decir nada, estaba más que claro que ya no eran nada. ¿O si?

Cuando los dos estuvieron sentados en el cómodo sillón para tres personas, con una taza de café y té se dispusieron a hablar.

—¿Por qué no me dijiste que Jooheon y tú se estaban viendo?—inició Taehyung.

—Oh, bueno, sólo nos hemos visto tal vez unas cuatro veces. Pensé que él te lo había dicho.

Taehyung negó, cerró sus ojos disfrutando del silencio que el bosque le otorgaba.

—Por favor, ya no lo lastimes.

—No lo haré—Hoseok se acercó más al menor y tomó entre sus manos su rostro. No sabía que estaba haciendo pero arriesgarse no estaba de más.

Taehyung tomó con sus manos los antebrazos de Hoseok mientras más y unían sus frentes.
Lo odiaba, si, pero también lo extrañaba.
Y no sabía por qué si significaba que los años te hacen olvidar, para su mala suerte, Kim Taehyung nunca olvidó a Jung Hoseok.

—Perdón—murmuró Seok, y de respuesta recibió un beso por parte del menor.

Sus labios empezaron a jugar entre ellos, mordiéndose de vez en cuando. Hasta que por fin Taehyung tomó la iniciativa de quitar la playera roja tinto que Hoseok tenía puesta.

Pasaban los segundos y cuando los dos estaban solo en ropa interior se dirigieron a la habitación del mayor para seguir con lo que empezaron.

Taehyung no supo por qué lo hizo, él simplemente iba a decirle que no quería que dañara a su hijo y tal vez a darle una que otra amenaza.
Pero no se pudo resistir estando cerca suyo, porque a pesar de que los años habían pasado, y sus sentimientos cambiado, Hoseok siempre iba a tener un dominio en él.

Pero eso ya no le importaba, no estos momentos.

Papi Hobi [TaeSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora