♡𝗠𝕀 𝗡𝕀𝗡𝔸 𝗟𝕆𝗖𝔸 𝗘 𝕀𝗡𝕊𝗢ℙ𝗢ℝ𝗧𝔸𝗕𝕃𝗘♡

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Estaba caminando junto con mi mamá, llendo hacia casa. Mañana tendría mi primer día de colegio. Estaba tan feliz e emocionada. Vería otra vez a mi mejor amiga Giovanna.

La extraño mucho. Ella y su familia se fueron de vacaciones a Miami y la eh extrañado todos los días. Nos hemos hablado por teléfono todos los días, pero extraño jugar con ella.

Estábamos en la puerta de la casa, cuando mi mamá volteó a la casa de adelante. Se veía que teníamos nuevos vecinos. Habían señores bajando muebles y cajas de un camión blanco.

— ¿Quieres visitar a los nuevos vecinos hija? - Negué con la cabeza -

Nunca me gustó hablar con nuevas personas. Siempre me ponía nerviosa y me escondía detrás de mi mamá. Y si se trataba de un niño peor, correría o me quedaría callada todo el tiempo.

— Nunca cambiarás mi niña - Beso mi frente y entramos a casa -

Mi papá todavía no había llegado. Seguramente aún estaba en la empresa hablando con algunos de sus compañeros. Corri hacia el cuarto de mi hermano y salté arriba de el.

Mi hermano es mucho más grande que yo. Tiene once años, me lleva por cuatro años, pero el y yo siempre jugamos juntos. Es alto, con ojos cafés y pelo castaño. Es súper lindo conmigo, pero con otras personas no. No sé porqué, siempre le pregunto y nunca me dice.

Me tomo entre sus brazos y me cargó como un mini koala. Mientras que reía, Mike me daba vueltas y vueltas, hasta que ambos nos marcamos y caímos a la cama.

— Como esta mi hermanita pequeña - Despeinandome -

— ¡Oye!, me estás despeinando - Riendo - Bien. Mamá y yo compramos las cosas del colegio.

— Ya pasaste a segundo año. Cada día estás más grande. Tendré que comprarme un arma para que los chicos no se acerquen a ti.

Ambos reimos y bajamos para preguntarle a mamá si podíamos jugar a fuera a la pelota. Ella dijo que si, pero que tengamos cuidado. Salimos de casa y Mike dijo que esperé sentada, mientras que el busca a sus amigos.

Estaba sentada en la vereda, cuando un niño alto, con ojos canela y rulos castaños se acercó a mi. Siendo sincera se veía súper lindo. Se acercó a mi con una sonrisa y me dijo.

— Hola, ¿Estas sola?

No sabía que decir. Estaba súper nerviosa. Empecé a jugar con mis pulseras mientras que miraba hacia abajo.

— ¿Puedo sentarme? - Señalando a mi lado. Acenti con la cabeza - ¿Estas nerviosa, no?

Lo mire con el seño fruncido, al igual que el a mi. El empezó a reír haciendo que yo hiciera lo mismo.

— Soy Ruggero, tu nuevo vecino - Extendiendo su mano -

— Soy Karol, tu vecina - Entrechamos las manos y reimos - Y no, no estoy sola. Mi hermano fue a buscar a sus amigos.

— ¿Van a jugar a la pelota? - Señalando el balón que tenía en mis manos -

— Si, ¿Quieres jugar con nosotros? - Con una sonrisa en mi rostro -

— Obvió. ¿Tu hermano me dejará?

— Obvio que si. Entre más mejor.

En eso vimos a mi hermano venir con sus amigos. Estaba Lionel, Lino y Agustín. Cuando lo vi a Agustin, corrí hacia el y me colgué de su cuello.

Desde que conocí a Agustín, el y yo hemos estado todo el tiempo juntos. Es mi mejor amigo. Me cuida como si fuera su hermanita pequeña y yo lo cuido como si fuera mi novio (Aún que no lo sea).