Capítulo 3

503 44 7
                                    

— Ey, despierta. — la persona que había recitado esas palabras estaba sacudiendo dulcemente el hombro de una pequeña niña sentada en un árbol mientras dormía.

Al abrir los ojos se encontró con esa luz solar que tanto la molestaba en los días, así que rápidamente los cerró fuerte y los abrió lentamente para ir acostumbrándose a la luz.

— ¿Quién? — Preguntó queriendo saber qué persona sin sentimientos le había despertado.

— Al final no era tan difícil despertarla, ¿verdad? — le sonrió a la pequeña figura que tenía al lado.

Esa voz...

— Pero yo hasta le grité y no despertó. — hinchó sus mejillas al no entender cómo es que despertó si el otro fue muy muy silencioso. — Eres bueno hasta en lo que no sabes hacer, hermano. ¿Cómo es que no se despertó cuando la chille?

Por emo vengador.

— ¿Cómo quieres que sepa eso? — se sentía regañado por un niño a punto de hacer una pataleta.

— Ey, tú. — la pequeña figura se colocó las manos en su cintura, fijó su mirada en la otra niña e hizo un intento de cara seria. — Entrena con nosotros.

Eso no sonó como una pregunta 'ttebayo.

— Sasuke, no creo que a todos los niños de tu edad les guste ese tipo de cosas. — realmente tenía esa cara de cuando un hermano pequeño hacía una estupidez.

Un poco sí, pero no conozco a otros niños.

— ¿En verdad está bien si os acompaño? — preguntó, aun recuperándose del sueño, pero con ilusión, cosa que el mayor notó.

— No hay ningún problema. — respondió el hermano con sonrisa amable que fue contestada de vuelta.

Sasuke le ofreció su mano para levantarse poniéndola delante. Ella apoyó una mano en el suelo y con la otra acertó la ayuda.


꧁𓊈𒆜 ◯ ☾ 𒆜𓊉꧂


Sasuke lanzó un kunai hacia una diana que se encontraba a 6 metros en línea recta. Atinó justo a unos milímetros del borde, el arma se encontraba clavada en la parte superior derecha del objetivo.

Ahora le tocaba a ella. Arrojó el kunai en línea recta... lástima que no llegara ni a tocar el árbol porque se quedó clavado en el césped a casi nada de la madera.

— Ajajajaja jajajajaja aaajajajaja — comenzó a reír el azabache sin poder detenerse.

— ¿De qué te ríes? — la niña tenía una cara de fastidio.

— Es que jajajaja no le has dado ni al árbol jajajajajaja — rio señalando al árbol.

— Deja de reírte maldito pelo de cacatúa. — Minako empezó a darle pequeños golpes sin parar, mientras que el contrario se "protegía" con sus brazos estáticos delante suyo, todo esto sin parar de reír.

— Ey, Minako jajajajajajaja para jajajaja — poco a poco empezaba a controlar su risa, hasta el momento que solo tenía una sonrisa llena de diversión.

Para que por fin cesara los pequeños golpes, Sasuke tuvo que agarrar de las muñecas a la otra.

Cuando lo hizo notó la nula resistencia que ponía, así que optó por apartarle las manos del trayecto que había entre su mirada y la cara de ella.

Lo que se encontró fue una sonrisa arrogante. Para darse cuenta de que de la ligera patada le quitó un pie de apoyo y cayó de espaldas.

Ahora era el turno de la Uzumaki de reírse a carcajadas. Ver a ese arrogante niño sobándose el trasero por la caída era una dulce venganza.

— Sasuke, ya se está haciendo tarde. Ve despidiéndote. — alzó la voz el azabache mayor mientras se acercaba.

— ¿Eeeeh? Pero yo quería jugar un poco más. — reprochó el menor olvidando lo anterior sucedido y levantándose del suelo.

— ¿No estabais entrenando? — Dijo con una sonrisa pero claras intenciones de burla hacia su hermano pequeño.

La niña del grupo soltó una leve risa contenida que Sasuke logró escuchar. El mencionado se sintió levemente ofendido, aunque luego al analizar las palabras de su hermano mayor puso la cara de un niño al que acaban de quitar su nuevo juguete favorito.

— Si quieres puedes invitarla a casa. — contestó alegre de que su hermanito haya conseguido un amigo.

— ¿De verdad? — y esa sonrisa volvía a aparecer en el menor. Se giró hasta mirar emocionado a la otra chica. — ¿Te vienes a casa?

No recordaba que Sasuke era tan alegre.

— No creo que sea una buena idea — dijo recordando todas las miradas que le dedicaban los adultos en la aldea.

No tardó mucho en ser convencida a aceptar la oferta.


꧁𓊈𒆜 ◯ ☾ 𒆜𓊉꧂


Minako siguió a los hermanos Uchiha a su casa, donde conoció a sus progenitores, Fugaku y Mikoto. Ella y Sasuke estuvieron jugando en el cuarto del chico.

Se quedó a cenar y disfruto de la exquisita comida de la madre. Una mujer extremadamente amable y cálida.

Aun así, a Minako le resultó extraña la diferencia entre Konan y Yahiko y ellos, nunca llegaron a mencionar nada de sus padres, ni mostraron indicios de preocupación por pensar que habría dos padres por ahí buscando a su hija porque no había vuelto a casa.

Minako marchó de la enorme casa del patriarca Uchiha acompañada de los dos hermanos, Itachi y Sasuke. Aunque el mayor solo venía por obligación porque su madre le dijo que no podría dejar a dos niños solos por la aldea a estas horas de la noche.

— La última vez que la vi, ella aún estaba en la panza de su madre. — dijo la madre de la familia. — Se parece mucho a Kushina. Madre mía, incluso heredó esa muleta suya jajaja. Aunque físicamente se parece más a su padre.

— Es su viva imagen. — respondió el marido que parecía estar ignorando lo que decía, pero en realidad estaba atento a lo que hablaba su querida esposa.

Esta breve conversación entre ambos adultos quedó en silencio sin que nadie hubiese escuchado lo dicho anteriormente. Convirtiéndose este en un pequeño secreto.


꧁𓊈𒆜 ◯ ☾ 𒆜𓊉꧂


Al llegar a casa Minako se quedó dormida tan solo tirándose a la cama, tenía una gran sonrisa, pues había conseguido su primer amigo... está bien, segundo, no se podía olvidar de Kurama.



[Nota: Al parecer hubo un error la última vez que edite y en lugar del capítulo 3 estaba el 4 repetido. Ha estado así desde hace unos meses y ahora revisando me doy cuenta. Lo siento mucho TT.]

Minako // Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora