Detrás De Una Muerte [En Proceso]

Capítulo 8

Luego de que fui a pasar un rato con mi amigo, me puse a dudar si invitarlo a casa, realmente no sabía para que quería mi madre que invitara a mis amigos y pues estuve pensando mucho.

Hasta que al fin me decidí y la verdad que nada perdía al invitar a mis amigos, tal vez mi madre iba a hablarles y enseñarle cosas que yo quiero olvidar.

Pero en fin, la voz de mi amigo hizo que me sacara de mis pensamientos.

-¿Oye, porque estas muy callado?

-No es nada, descuida, quería hacerte una pregunta.

-¿Dime que pasa? –se acomodó en el sofá con su mirada fija en mí.

-¿Quieres ir a mi casa hoy?

Él se sorprendió ante mi pregunta, porque realmente nunca lo había invitado a mi casa.

-¿Me estás hablando enserio? –se veía tan sorprendido.

-Sí, mamá dijo que quería celebrar mi cumpleaños y que invitara a mis amigos –le digo algo pensativo.

-¿Tu madre no es como tú verdad? –entre cierra los ojos y e observa de pies a cabeza.

Me rio ante su pregunta –No lo es, es diferente a mí, no pienses que mi casa es un lugar oscuro y lleno de terror.

-Pues tendré que ir para ver si no es así, jamás me habías invitado a tu casa, pensaba porque era un lugar espeluznante, oscuro –lo dice con un tono sarcástico.

-Eres muy tonto, claro que no es así.

-Entonces si iré a tu casa, la verdad no importa como sea, me emociona conocer a tu mamá, talvez es igual que tú que también tiene un lado oscuro y macabro –lo dice con algo de burla.

-Ve a casa y veras como es mamá.

***

Habían pasado ya unos minutos desde que salimos de la casa de Diego, su casa no quedaba muy lejos de la mía, vive como a dos cuadras de mi casa.

Diego iba preguntando muchas cosas y la verdad que así se me hizo muy largo el camino a casa. Solo esperaba que dejara de hacer tantas preguntas y tener un momento de paz.

Sabía que cuando llegara a casa, me llenarían todos de una lluvia de preguntas y la verdad no tenia ganas de contestar ninguna pregunta, pero por no ser mal educado respondería cada pregunta p tal vez no.

Diego seguía con sus preguntas:

-¿Tu mamá como se llama? No quiero llegar a casa y no conocer nada de tu madre, quedaría como un completo tonto.

-Se llama Paige, no creas que es igual que yo.

-¿Estás seguro que no es igual que tú? –me mira de pies a cabeza tratando de estudiarme.

-a ver, nos parecemos pero solo un poco, ella es más alegre y no sé, ¿me entiendes?

-Ya veremos Alex.

Después de otras preguntas que la verdad no recuerdo al fin llegamos a casa.

-¡wow! –me mira muy sorprendido.

Lo volteo a ver algo confundido -¿Qué?

-Nunca dijiste que tu casa fuera tan grande. ¿Qué más escondes?

-Eso no es algo que importe, ¿vas a entrar o vas a estar aquí afuera viendo la casa?

-Pues ábreme la puerta, sé un caballero conmigo –me mira molesto y voltea la cara algo sentido.