Detrás De Una Muerte [En Proceso]

Recuerdos de Paige (capítulo 15)

Esa noche me quede pensando mil cosas, mi cerebro no paraba de tirar miles de teorías quería hacer esos pensamientos a un lado pero era algo que no podía evitar.

No tengo porque temerle, él es el que teme de mí. Esas palabras no dejen de dar vueltas en mi cabeza, no entiendo porque debería de temerle.

¿Por qué todos me ocultan cosas?

¿Sera una persona peligrosa?

¿Sera peor que mi padre?

Después de darle muchas vueltas al asunto logro al fin cerrar los ojos y descansar.

Pude dormir un par de horas y un olor delicioso inunda mi habitación y hace que me despierte y como he de esperarlo es el olor de la deliciosa comida que él había preparado.

Me siento a comer y él procede a hacer lo mismo, ninguno de los dos se molesta en decir algo, no hay nada de lo que hablemos o más bien yo estoy llena de preguntas y si empiezo a tirar todas esas preguntas él se aburrirá de mí.

Su manera de actuar es un poco extraña, no estoy acostumbrada verlo con esa actitud.

-Lávate los dientes, nos iremos a casa.

-¿A mí casa? – digo confundida.

Levanta la mirada para verme. –No podemos ir a tu casa aun, vamos a mi casa y esperemos que Juan llegue a casa y así nosotros podemos tener una cuartada.

No entiendo nada de lo que está pasando

Su forma de actuar y de hablar la desconozco completamente, no lo había visto actuar de esa manera, es muy extraño para mí.

Nos dirigimos a su casa, era muy temprano la verdad pero si papá llegaba a la casa de él y no estábamos se armaría problemas.

Luego de un buen rato de estar caminando al fin llegamos a su casa.

-Cariño ¿No ha venido Juan por aquí? – pregunta entrando a casa.

-No ha venido ¿Pasa algo?

-Lo vio- la ve a los ojos sin expresión alguna.

Ella me ve y rápidamente lo ve a él. -¿Qué es lo que ha visto?

-Lo suficiente como para saber quién es y lo que es capaz de hacer.

-Paige, cariño, tu padre vendrá aquí y preguntara si estuviste aquí.

-Si pero yo pase la noche en una cabaña con...

-No importa, tú estuviste aquí, sabes que si se entera que lo viste estarás en problemas y nosotros también por cubrirte.

-¿Y si se llega a enterar?- pregunto con nerviosismo temiendo la respuesta.

-Para cuando se llegue a enterar nosotros estaríamos muertos y sin dejar rastro de nuestro cadáver.

-Ve a la habitación y duerme un poco – ordena él.

Sin nada más que decir me dirijo a la habitación, debo de admitir que el miedo me está ganando, no quiero que nada les pase a ellos o a mamá o a mis hermanos, no quiero morir...

Estaba tan metida en mis pensamientos que no había visto que me había metido a un habitación a la cual nunca había entrado antes, si no recuerdo mal este cuarto siempre estaba cerrado, nunca me dejaban entrar aquí.

Veo que es un tanto peculiar, empiezo a abrir unas gavetas, veo que una está repleta de papeles, hay nombres de personas que no había escuchado mencionar jamás.

Veo unas hojas que llaman mi atención veo que dice que son unos papeles de defunción son de dos niños y una niña.

Estuve viendo las hojas por unos momentos y no me había percatado que la niña había nacido en la misma fecha y año que yo.