Aún Después De Tantos Años... [KookGi]

Capítulo XI

— Dales una digna sepultura de guerreros —su vista se dirigió al beta de la manada que hablaba con uno de los ejecutores, con el líder que entrenaba a los mismos, claro estaba, además de JungKook.

Después de unas palabras más, esté se alejó y de nueva cuenta quedaron solos a la espera de noticias, LeeTeuk llevaba al menos cinco horas dentro de ésa habitación, sus ojos se sentían pesados así que estaba cabeceando un poco pero quería saber el estado de JungKook.

— Deberías ir a dormir —se sobresalto a penas escuchó la voz del Jung quién enfoco su vista en él, negó de inmediato antes de sentarse correctamente en el sillón, de repente se sentía nervioso por la presencia del alfa.

— JiHyun está durmiendo ya y sí voy querrá saber del estado de su padre, no quiero llegar sin respuestas —los ojos verdes le miraron cómo sí estuvieran analizando su alma y se sintió un poco intimidado por ese hecho.

— Ambos sabemos que no lo odias, desde qué llegaste has actuado bastante huraño con él pero no lo odias, ¿te has dado cuenta qué no has preguntado por tú supuesto alfa? —de pronto sus ojos se abrieron de golpe ante ésa realidad, sabía que era cierto pero simplemente... algo no había estado bien con él en ésos días.

— No es algo que te interese —le siseó molesto antes de levantarse del sofá, tenía claras intenciones de irse, sin embargo, la puerta se abrió en ése momento, la bilis subiendo por su garganta cuando notó la sangre en la bata de LeeTeuk.

Y por primera en años le rezó de nueva cuenta a la Luna.

...

— ¡Papá! —sus ojos cansados miraron a la pequeña personita que entraba en la habitación, su hijo era tan bonito, el ligero aroma a nueces inundó la misma, no había demasiada duda de que estaba por presentarse.

Antes de que el pequeño cuerpecito se lanzará a sus brazos la mano de YoonGi le detuvo con un agarre suave pero firme, su hijo haciendo pucheros por no poder abrazarlo, luciendo demasiado adorable para su bien.

— Está bien, me gustaría sostenerlo contra mí —le dijo en voz suave, demasiado aturdido por los calmantes aún, su cuerpo se sentía pesado en ésos momentos, parecía qué un camión lo había arrollado y quizá no estaba bastante lejos de la realidad.

— No, JiHyun entiende qué estás enfermo así qué va a darte tú espacio —su niño asintió aunque haciendo pucheros, su corazón se sintió cálido entonces porque estúpidamente creía que YoonGi se preocupaba por él, y se sentía tan bien.

Se enderezó en la cama un poco y los miró con infinito amor — Lamentó haberlos preocupado —se disculpó y entonces YoonGi soltó a su hijo quién no dudó nada cuando ya estaba corriendo a sus brazos, se trago el gemido de dolor debido a los golpes en su cuerpo.

No importaba que su cuerpo doliera, él solo quería sostener a su hijo en brazos, no quería tener ésa sensación de haberse perdido sin siquiera despedirse de él.

...

— La manada está bastante preocupada por ti, también bastante preocupados por los recientes ataques de los rebeldes, algunos se preguntan sí con otro alfa no habría estos —sin poder evitarlo soltó un bufido a penas escucho las palabras de TaeMin quién ya se miraba bastante mejor.

— Estaré bien en algunos días así qué me voy a encargar de ellos personalmente —fue su respuesta mientras se llevaba a la boca lo qué estaba en su dieta, supuestamente LeeTeuk había dicho qué sí quería sanar más pronto no debía comer nada insano.

Pequeños pasos se escucharon y después la puerta fue abierta abruptamente, su seño se frunció cuándo uno de sus guardias entró con una expresión de absoluto terror.