Parte 10

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Al contrario de lo que todos pensaron, Hotaru se presentó a trabajar al día siguiente de que la noticia de la desaparición de Yamanaka Itori y la Hyūga. Como era predecible, las noticias viajaron como pólvora por todo Konoha, la de Yamanaka y la de la Hyūga; así como la destrucción de una buena parte de la casa Uchiha.

—¿¡Hotaru-kun!? –una de las recepcionistas de la torre vio con incredulidad al Uchiha —¿Qué no estas en casa por la pena-? ¡AUCH!

Su compañera -una señora bastante más grande que la que recibió al Uchiha- le había dado un codazo y vio con una amplia sonrisa a Hotaru —¡Mi niño! ¿En qué puedo ayudarte hoy?

—¿Hokage-sama está en su oficina? –preguntó sin rodeos.

—Vaya, si que lo está pero se encuentra en una junta con...- ¡Espera! ¿A dónde vas? –sin responder, el Uchiha comenzó a subir las escaleras con la señora detrás de él pidiéndole que se detuviera —¡Cuida mi puesto niña! Iré tras Hotaru-chan...- ¡Hotaru-chan! ¡Espera! ¡Naruto-sama está ocupado en una junta muy importante!

—No me interesa.

—¡Me pidieron que no pasara a nadie, sin importar quién fuera! –la señora corrió lo más que su regordete ser le permitía hasta llegar a un lado de Hotaru, que se había detenido para pedir el elevador —No hagas mi trabajo más duro, muchacho, haz caso y en cuanto termine yo le pasaré el recado de lo que quieras a Shikamaru-sama o a Shizune-sama –ella se metió junto con el Uchiha al elevador y siguió intentando convencerlo hasta que llegaron al quinto piso, donde se encontraba la oficina del Hokage y la sala de juntas de los altos mandos.

—Agradezco que quiera hacer su trabajo –Hotaru se detuvo frente a ella viendo a la cansada mujer —tomare la responsabilidad ante el Hokage, al igual que por haber interrumpido esta junta, puede despreocuparse por lo que pase.

—¡Pero-!

—¿Qué es todo este alboroto? –doblando una esquina, la jefa de seguridad del Hokage había aparecido con una expresión de verdadera desesperación e ira —Hotaru- ¿Qué haces aquí? ¿No era tu día libre? –el Uchiha ignoró a Sarutobi Mirai y fue a paso rápido a la puerta que custodiaban sus compañeros —¡¿Qué crees que haces?! ¡Uchiha!

Más él la ignoro por completo, aparto a sus compañeros de trabajo ante su mirada llena de sorpresa y entro a la brava a la habitación, donde los presentes lo vieron; uno enojado, otros sorprendidos, otro más pensando que había tardado bastante en ir e interrumpir.

—Hotaru- –le llamó Naruto viéndolo como se dirigía frente a él sin dudar.

—¡Hokage-sama! ¡Pido una disculpa! –Mirai hizo una enorme reverencia y con decicion se dirigió hasta el joven Uchiha —¡Haras que me despida idiota! –le susurro cuando iba a tomarlo por el cuello.

—Padrino –a Hotaru le valió poco si algunos de los presentes se terminaban enterando su relación con el rubio —pido permiso para liderar un grupo de búsqueda e ir detrás del rastro de las desaparecidas.

—Hotaru, sabemos que es lo que sientes –Shikamaru se talló un ojo —pero sabes que no podemos-

—He venido ante ustedes por un permiso, sin importar el resultado –Hotaru vio directo a los ojos de su padre, quien había estado callado desde que habia entrado —iré de todos modos, aunque no me permitan ir-

—Hotaru, basta –le ordenó su padre —cierra la boca y escucha lo que...-

—¡NO! Tú fuiste por mamá sin permiso de tío Kakashi cuando ella fue secuestrada, fuiste por mi antes de eso- ¡y eso fue meramente por tu interes!

Far from home; una historia de Luz de Luciérnaga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora