Parte 1

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—Incluso el Kazekage se encuentra aquí –Haru vio con asombro al antisocial Kage junto a sus hermanos, su cuñado y los Uzumaki —¿Porqué es tan especial el festival de Tsukimi papá? –pregunto el joven Uchiha, quien no había parado de ver todo el lugar tan lleno de gente, los puestos de comida, los de juegos y las decoraciones en todos los postes y lugares que fuera posible poner algo.

—Se agradece a la luna los regalos que nos brindó este año cariño –dijo Hinata acercándose hasta los hombres Uchiha —nuestros antepasados veían a la luna como una diosa; una de la caza y en muchas otras culturas de la fertilidad –Hinata se paró junto a Sasuke, con Satsuki en brazos y con su cabello recién cortado peinado hacia atrás con una horquilla de adorno, un kimono tradicional color blanco y un obi color violeta con estampado de flores de un color más claro. 

—Que increíble –dijo Haru con sus ojos brillando y las mejillas sonrojadas.

—¿Dónde está Hideki? –preguntó Sasuke acercándose a Hinata besándola en los labios y dándole un beso en la frente a una Satsuki de 4 años.

—En cuanto vio a Boruto y a Shikadai salió corriendo –respondió tranquila. Para nadie era sorpresa lo bien que se llevaba el segundo hijo del matrimonio Uchiha y los hijos de los demás novatos.

Boruto era igual de travieso que su padre a su edad e igual de activo y sonriente. Mientras que Hideki era la viva imagen de su padre pero su actitud era, según Sasuke, como la del mejor amigo de su hermano mayor, Uchiha Shisui.

Y eso, por alguna razón que la familias desconocen, los volvía inseparables. Tenían la habilidad de atraer problemas sin siquiera pedirlos.

Tal como ahora.

—¿Dónde la pongo? –preguntó Boruto al azabache a su lado —el viejo no se la va a esperar.

—Debajo de su silla –ordenó Hideki —Hokage-sama se va a llevar la buena con esta bomba apestosa que preparamos, Boruto.

—Recuérdenme, ¿Porqué me dejé enredar en esto? –Shikadai se había sentado en el sofá cercano a la ventana mientras que Inojin estaba en la puerta, asegurándose que no había nadie en el pasillo de la oficina del Hokage.

—Tómalo como la fiesta de despedida del equipo 7 para cuando partamos a Suna a  nuestra primera misión –dijo Hideki obviando sus palabras —Además, Hokage-sama me debe mi presente de cumpleaños –hizo un puchero con los labios casi imperceptible.

—Enserio no creo que debamos estar aquí... –Inojin apretó los labios revisando como maniaco el lado izquierdo y el derecho del pasillo —si mamá se entera que estuve aquí sin permiso, estoy más que seguro que me va a castigar...

—¿Ino-san? –alzó una ceja Shikadai con duda —¡Si mi madre se entera siquiera que no estuve presente en el festival, soy hombre muerto! Y hay muchas cosas que no he hecho aún...

—¿Ah, si? –preguntó Boruto con sarcasmo —¿Como que? Dormir y molestar a Chōchō no cuentan.

—Retirarme para ver las nubes todas las tardes hasta que muera –obvio esto último.

Los tres presentes rieron bastante alto con lo dicho por el heredero Nara. Hacía mucho que los cinco -incluyendo a Mutsuki, quien se ofreció a quedarse en la puerta de entrada para hacer de distracción- habían entablado una amistad muy sólida.

—Hey, chicos –llamó Inojin a sus amigos —¿Qué será esta puerta? –señaló al otro lado de la habitación a un estante pegado a la pared por donde la luz de la luna resplandecía.

—Papá me habló de ella –dijo Shikadai —ahí se guardan los pergaminos importantes, algunos peligrosos y...- –Shikadai detuvo su explicación al ver cómo Boruto se acercaba a la puerta con Hideki detrás de él —¿que rayos hacen ustedes dos?

Far from home; una historia de Luz de Luciérnaga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora