Parte 4

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—¿He- –Sarada no pudo terminar la frase y sin querer desactivó su Sharingan —Hermano?.

—No quería decírtelo así –dijo comprensivamente —leí en unos documentos del Hokage la historia que tus amigos dijeron. Al principio yo mismo no la creía -como muchos de los adultos que saben esta- pero ahora que veo tu Sharingan... me es imposible negarlo.

—No... ¡NO! –gritó Sarada retrocediendo en la cama —¿Eres...? ¿De verdad e-eres...-?

—Soy tu hermano... un poco mayor –sonrió de medio lado —pero al final de cuentas, tu hermano. Somos familia, Sarada.

Sarada se quedó pensativa. Era innegable que fuera su hermano; cuando su cabello caía sobre su ojo cuando se agachaba lo hacía lucir idéntico a su padre, su gesto serio cuando estaba leyendo y las marcas que se le hacían en los costados de la boca le recordaban mucho a una vieja fotografía en el altar familiar de su abuelo Fugaku.
Hasta los 11 años, Sarada nunca había visto a Sasuke en persona. Pues pasó todo el asunto de la confusión de su madre con Karin y bueno... las cosas en casa estuvieron tensas por unos meses, incluso más cuando su padre iba -ocasionalmente- a casa.

Tenía un montón de preguntas, un montón de ideas, un montón de palabras que quieran salir pero no tenían orden.

—¿Ti-Tienes... tenemos... más her-hermanos?

—Bueno... si, de hecho –Hotaru sonrió y se rascó la nuca —mi familia está conformada por mi madre, Hyūga Hinata –Sarada dio un respingo. Había oído los nombres de ambos adultos juntos desde que había llegado pero no pensó que eran pareja. La madre de Boruto y Himawari era una mujer de extravagante belleza, poseedora de un Byakugan puro y poderoso; había escuchado que ella renunció a su puesto como líder del clan por casarse con Hokage-sama y formar una familia con él. —mi hermana menor, Satsuki –de inmediato recordó a la niña que su padre cargaba en brazos la primera vez que lo vio –es una niña encantadora... de cierta manera me recuerdas a ella, ¿sabes? –Hotaru le sonrió con ternura —... pero con la diferencia de que ella posee el Byakugan. Y luego están Hideki y Haru –Sarada hizo una mueca al escuchar del primero —por lo que sé, Hide y tu ya se conocen; pero él es un chico muy bueno. Un talento en bruto que necesita ser pulido. Es bastante arrogante, debo admitir y aunque sea su hermano y lo ame, puedo decir que se deja llevar demasiado –rió —pero es bueno, él, mamá y Haru van a ayudar mucho al orfanato que dirige Kabuto-san. Haru... Haru es idéntico a mamá en todos los aspectos –Hotaru se acomodó en su silla y sonrió más —Haru tiene 8, pero puedo decir fácilmente que él podría ganarle a Hide en una pelea de Kekkei Genkai.

—¿Lo dices porque es arrogante? –cuestionó Sarada más intrigada.

—En parte –dijo Hotaru —yo los entreno cuando papá está ocupado y sé el potencial de ambos.

—¿Tu los entrenas? –abrió los ojos viendo cómo Hotaru asentía —pero tú no tienes... bueno... tus ojos.

—¿Mis...? –Hotaru hizo una "o" grande con la boca —¡Mis ojos! No, ese no es problema. De echo, poseo ambos Kekkei Genkai, Sharingan y Byakugan.

—¿¡Enserio!? ¿Y los demás? –dijo refiriéndose a Hideki, Haru y Satsuki.

—Soy el único portador... Hide y Haru tienen el Sharingan y mi hermana el Byakugan –alzó los hombros.

—Es increíble... enserio, nunca había escuchado de alguien que fuera mitad Uchiha y mitad Hyūga... o que poseyera ambas líneas sucesoras.

—Soy el primero, de hecho –Hotaru tomó el libro que anteriormente estaba leyendo y lo cerró —antes de mi, los Uchiha y los Hyūga ni siquiera se llevaban. Pero basta de hablar de mi, ¿Qué hay de ti? ¿Nuestro clan aún vive de donde vienes? ¿Tienes hermanos? Tú madre es Karin, supongo yo.

Far from home; una historia de Luz de Luciérnaga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora