Capítulo 1: Rutina

84 3 0
                                    

Corre, corre lo mas rápido posible, debe escapar, debe evitar que la niebla la envuelva pero es tan difícil. A cada paso que da su cuerpo se vuelve mas y mas pesado, cada bocanada de aire que aspira, es una cadena que se envuelve en torno a su garganta. Cae, cae a lo mas profundo del abismo, un intenso manto oscuro la atrapa y ya no hay forma de luchar, ya no hay esperanza.

Pero... ¿Qué es eso? ¿Un punto blanco? Se esta haciendo mas y mas grande, una mano aparece en medio del círculo, lleva una pulsera de cuentas alrededor... esa mano... ¿Cómo es que logró atravesar la oscuridad si a ella le cuesta tanto trabajo seguir respirando?. Se acerca, intenta sujetarle, ¡quiere salvarla! mas rápido, que pronto exalará lo poco que le queda de vida. ¡Apúrate!

Olivia grita, esta muy agitada, en verdad no esta respirando, se frota los ojos y se toca el cuello. Fué solo un sueño... Pero fué tan real, tan desesperante.

-¿Qué te pasa Oli?, ¿estás bien?- Su hermana pequeña, Molly de 6 años, acababa de despertarse en la cama de al lado, asustada por el grito de su hermana mayor.

-L-lo siento, Molly, estoy bien bien, no me pasó nada- y le dedica una dulce sonrisa a la pequeña- Vamos, ya hay que desayunar, pero antes a peinarse.

-No! no quiero, no quiero!, tengo sueño!- protesta y arruga su nariz.

-SHH! que vas a despertar a mamá y a Nicki!!- baja la voz- Vamos, tengo cereales para ti!

-mmm bueno.

-Asi me gusta- toma en brazos a Molly y le prepara su desayuno, mientras esta come, Olivia se dedica a arreglarle el ondulado cabello azabache.

-¿Hoy taguién gas a golguer gue noche Oli?

-No hables con la boca llena!, si, hoy también, pero quizás hoy tenga una sorpresita para ti cuando vuelva.

-Siii!

-Buenos días- pronuncia Nicki entre bostezos, su hermana de 12 años acaba de levantarse.

-Buenos días!, en la mesa esta tu desayuno.

-Gracias, ya voy.

La mañana transcurrió de forma normal, llegadas las 11:30 am era hora de llevar a las niñas a la escuela.

-Ya nos vamos mamá, te queremos.

-Espera Olivia, por favor- le pide su madre desde su habitación.

-Si, ¿qué pasa? ¿necesitas algo mamá?- pregunta Olivia, acercándose al pie de la cama donde hace ya un mes que su madre esta postrada, Jennifer padece de Leucemia y necesita con suma urgencia un trasplante de médula osea. Si esta intervención se lleva a cabo, se podría salvar su vida. Pero es algo tan costoso que resulta casi imposible de realizar debido a su débil economía. Para ayudar a su madre, Olvia abandonó sus estudios y comenzó a buscar trabajo. Que ella lleve el dinero diario a la casa es lo que las está dejando subsistir hasta ahora, ya que Marcus, su padre, nunca se había hecho cargo de la familia y abandonó a Jennifer por unos cuantos litros de whisky y ron.

-No, estoy bien. Tengan cuidado por favor, las amo tanto.- Sus ojos se ponen vidriosos mientras contempla su hija mayor.

-Si, tranquila, tengo todo bajo control ma... Tuviste vómitos últimamente?

-Solo nauseas, nada grave gracias al cielo- Dice restándole importancia- Anda, vállanse ya que van a llegar tarde.- Fuerza una sonrisa

-Si, adiós- Jennifer le besa la frente.

Decisiones ExtremasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora