Capítulo 2 "La notica"

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Apenas llevo 2 semanas en el colegio y ya lo aborrezco, la rutina diaria es tan aburrida que pareciera que ya llevo 3 años encerrado ahí, todas las materias son completamente aburridas y tendenciosas, siempre tocando el mismo tema una y otra vez desde diferentes perspectivas, las únicas 2 materias en las que no tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no quedarme dormido, son algebra y Literatura, materias que han sido las primeras en dejar un proyecto verdaderamente complicado.

La rutina diaria ahora es así:
  1) Levantarme a las 6:00am
  2) Avisar a mis padres que voy de salida al colegio
  3) Tolerar las tediosas 7 horas de clases (con 10 minutos de descanso entre clases)
  4) Salir a comer a algún restaurante con Eduardo y Miguel, mientras se copian mi trabajo.
  5) Llegar a casa, realizar las tareas y hablar una hora con mis padres.

Si hay algo que verdaderamente odio es la rutina, la vacanal idea de tener que tolerar lo mismo es una clara privación del derecho moral a lo desconocido, porque, admitámoslo, todos deseamos rotundamente un cambio en nuestra vida.

Si conozco un claro escape a lo aburrido, a la rutina, y a todo lo que verdaderamente me desagrada es la literatura, así que tomo las llaves de la camioneta y me dirijo a la librería; no tengo un libro específico para comprar, solamente quiero y necesito un libro para escapar de la rutina.

-Bienvenido a la librería "Borges" ¿Le puedo ayudar en algo?- Me pregunta un empleada muy joven, quizá tenga mi edad o uno o dos años más. Tiene el pelo negro y algo ondulado, de piel morena y ojos de un café muy claro.

-No gracias, me gustaría buscarlo yo.

Camino entre los pasillos de las librerías viendo las portadas y títulos de todo libro con que me topo, hasta que me encuentro con uno, su portada es muy peculiar, se titula "El amanecer de Steph" Veo la reseña y por lo que recuerdo, habla sobre la dura vida de un joven y su encuentro con Dios, pero de una manera extraña, no es el típico libro religioso que habla sobre el amor de Dios, sino que tiene algo más, tiene la intriga y el realismo de una historia que es verídica, o al menos, eso deduje de la reseña y comentarios. Así que tomo ese libro y lo llevo a pagar.

La chica lo toma y sonríe.

-¿Te gustan los textos religiosos?, si es así, no te recomiendo para nada este libro.- Me dice, de forma amable y esbozando una sonrisa.

-La verdad es que no, y me alegra que no lo sea. ¿Tú lo has leído?

-SÍ, es mi libro favorito, soy Tania.- Me tiende la mano y yo sin titubear le doy un suave apretón.

-Soy Alejandro Galindo, un placer.

-¿Estudias en el colegio  Kilian?

- Si ¿Nos conocemos?

-Estamos en la misma clase de literatura.

- Oh cierto, tu eres la chica que declamó aquel poema.- En clase de literatura, la maestra pidió que si algún alumno podía leer el poema "¿Deseas que te amen?" de Edgar Allan Poe. Una chica levantó la mano, al principio no pude distinguir quien, pero cuando se levantó noté que era un poco más pequeña que yo, piel morena y cabello completamente negro y demasiado largo. Está chica más que leerlo lo declamó, lo cual dejó a la maestra boquiabierta.- Déjame decirte que tu forma de declamar me encantó.

- Muchas gracias.- Dice mirándome con una sonrisa de satisfacción.- Son $25 dólares.

-Claro. ¿Me das tu número?- Eso salió de mi boca sin pensarlo, ahora que me doy cuenta me sonrojo demasiado. – Digo, para estar en contacto y esas cosas.-Digo tartamudeando.

-Si claro, anota, 782-888-2532.- Creo que ha notado que me siento apenado, porque se está sonriendo, escondiendo una pequeña risilla.

-Ha sido un completo placer conocerte Tania.- Digo, de la forma más educada posible.

Bienvenido a mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora