Capítulo 6 "Que odiosa, o... ¿No tanto?"

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La verdad es que caminar en silencio me ha ayudado mucho a relajarme, al llegar a la camioneta ya no estoy tan molesto como hace unas horas, lo cual, nos va de maravilla a todos.

Apenas abrir la camioneta, voy por el pequeño botiquín que guardamos en los asientos traseros. Lo abro y me limpio la mano cortada con agua oxigenada y me hago un vendaje en la mano.

-¿Estás bien?- Me pregunta Tania.- ¿Podrás manejar así?

-Claro, es sólo una cortadita, así que no me afecta mucho.- Digo, haciendo una pose de superhéroe, lo cual hace que Tania se ría.

-Lamento lo de esta mañana con Sara, es una chica agradable si te das la oportunidad de conocerla.

-Me gustaría verlo.

-Mejorará, después de todo, somos amigos ¿No?

-Sí, lo somos.

No sé porque, pero esas palabras, el saber que al fin había logrado conseguir 2 amigas... Bueno 1 amiga y Sara, me reconfortaban demasiado, nunca había tenido amigos y ahora aquí estaba, una chica que apenas conocía parada frente a mí diciéndome que era mi amiga.

-¿Piensan quedarse ahí todo el día? Se nos hace tarde.- Gritan Eduardo y Miguel desde la ventana de mi camioneta.

-¡YA VAMOS!- Gritamos al unísono Tania y yo, mientras nos dirigimos al auto.

El orden de ida era algo así.

     Yo                           Tania
Eduardo   Miguel       Sara
KILOS Y KILOS DE EQUIPAJE.

El viaje de regreso resultó más cómo de lo que pensé, vamos cantando canciones que la radio pone, y platicando sobre viejas anécdotas.

Como la gasolina se estaba agotando paro en una gasolinera, todos bajamos, Tania va junto con Eduardo a una pequeña tienda que estaba al lado de la gasolinera y Miguel aprovecha a entrar al baño, así que nos quedamos solos la chica odiosa y yo.

-¿Y bien?- Le digo a Sara sin voltear a verla.

-¿Qué sucede?-

-¿Te sientes mejor que hace unas horas?

-¿Piensas culparme de lo que pasó? Tú fuiste quien me asustó.- Me dice con una voz molesta y sumamente irritante.

-Oye, sólo trato de ser amable, te estoy llevando en mi camioneta hasta tu casa, creo que deberías ser agradecida.

-Yo sólo voy por mi hermana, lo que tú hagas no es importante.

-Eres la chica más odiosa que he conocido jamás,  ¿Por qué esa maldita actitud de superioridad? Sólo trato de ser amable pero tus humos son demasiado.- He levantado la voz y ha sonado demasiado agresivo, más de lo que esperaba, pero no es mi culpa, esa tipa tiene el don de malhumorarme tan rápido.

-¿Qué no podemos dejarlos solos sin que intenten matarse?- Irrumpe Miguel desde el baño

-¿Ahora qué sucede?-Dice Tania en tono de regaño hacia Sara.

-Nada, tú amiguito el odioso.- Refunfuñe Sara

-¿Y si mejor partimos hacia casa? Con suerte llegamos antes del anochecer.-Comenta Eduardo mientras sube al auto con Miguel y Tania tras de él. Eso hace que Sara se tenga que ir en el asiento del copiloto.

Conduzco unas horas, y lo único que me mantiene "alegre" es escuchar la música que suena en la radio, ya ha anochecido, así que mis amigos se han quedado dormidos, al parecer sólo quedamos Sara y yo.

-Lamento haber sido tan grosera contigo.- Su disculpa ha sonado sincera, su voz ha sido sincera, ligera y sincera.

-No te preocupes, todos tenemos días malos.- Se lo he dicho con una voz sería, y sin despegar la mirada del camino.

-Es que... Es duro ¿Sabes?, intentar ser la hija perfecta, la hermana ideal y la estudiante sobresaliente, es demasiada la presión y no puedo con todo.- Ahora su voz es dulce y frágil, no sé porque pero siento la necesidad de ayudarla, no puedo permitirme verla así.- Lo siento, esto no tiene porqué interesarte.

-Oye, claro que me importa, ¿Somos amigos no?- Está vez le tiendo una sonrisa, y ella me devuelve el gesto, su sonrisa, esa cálida sonrisa, que te hace sentir tranquilo, que sabes que no es como las demás, que te hace sentir que nada más importa. ¿Cómo logra controlar mis emociones?- Para mí sería un placer escucharte.

Al parecer, Sara no es lo que yo pensaba. Adoptaron a Tania cuando ella tenía apenas 4 años, sus padres se divorciaron hace apenas 6 meses, su padre era un Empresario exitoso, pero por desgracia era un cliente frecuente de bares lo cual no ayudó en su matrimonio, el hacía menos a su madre y no le importaba engañarla en su propia cara, así que un día su madre decidió dejarlo, llegaron a un acuerdo que constaba en que ellas se quedarán con su madre de lunas a viernes y con su padre solamente sábado y domingo, él está obligado a pensionarlas. También me habló sobre lo duro que es tener que mantener su trabajo en el restaurante "Aves de paso" (que es básicamente un bar para toda la familia) y además tener que cargar con el estrés de las clases. Ahora que sé todo esto, me siento mal por tratarla con tan poca paciencia.

-Lamento mucho eso.- Digo esto mientras detengo el coche para poder relajarme un poco, y poder regalarle mí atención.- Pero, no tienes por qué cargar con eso tú sola, tienes una hermana maravillosa, y tienes a este par que no te van a permitir estar aburrida, y me tienes a mí, que no dejaré que tengas que lidiar con todo tú sola, no permitiré que derrames una lágrima más, nunca más.

Ella comienza a sonreír y comienza a mantener su mirada fija en mí, pero, a diferencia de las anteriores está transmite tranquilidad y de felicidad. Entonces, comienza a sonar la canción The A Team, y estando inmerso en la estrellada noche, bajo una luna resplandeciente de luz en medio de un camino poco transitado rodeado de árboles, nos unimos en un beso, el primero de mi vida, y no es como lo había imaginado, es mucho mejor. A diferencia de lo que las personas dicen no me acelera el corazón ni me detiene el pulso, sino que, me hace sentir tranquilo, me relaja y hace que todo lo demás desaparezca, hace que pierda el sentido del tiempo, estamos en mi mundo y en él sólo existimos ella y yo, y así me parece perfecto.

Bienvenido a mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora