Capítulo 8 "Todos para uno.."

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Al salir de la oficina las chicas corren a abrazarnos a Miguel, Eduardo y a mí.

-¡¿ESTÁN LOCOS?!- Nos grita Tania con voz quebradiza, por lo que veo ha estado llorando, es demasiado obvio y sus ojos rojos la delatan.- Ese animal pudo haberlos matado.

-Tranquila, pero tenía que salvar a nuestro indefenso amiguito.- Dice Eduardo mientras señala a Daniel con una voz de satisfacción.

-Muchas gracias, nunca antes nadie había hecho algo así por mi.- Comenta Daniel cabizbajo y con una voz tan suave que apenas alcanzamos a escuchar.

-Hey tranquilo, nadie ve por nosotros nunca, nosotros los... "Invisibles" nos defendemos mutuamente, ¿Te unes?- Le dice Miguel a Daniel regalándole su mejor sonrisa.

Nosotros nos abrazamos en una hilera y miramos a Daniel, quien con lágrimas y una sonrisa se une a nuestro pequeño grupo de amigos. Este es el sentido de la amistad, no estar sólo en las malas, no estar siempre en las buenas, sino simplemente estar siempre, para apoyarnos y rescatarnos.

-Tienen una forma muy peculiar de hacer amigos ustedes trío de locos.-Nos dice Tania en tono burlón y con una voz más tranquila, mientras comenzamos a caminar todos juntos abrazados.

-Es por eso que somos especiales, de otra forma sería muy aburrido- Le respondo, mientras caminamos hasta mi camioneta.- ¿Alguien quiere un aventón?

Sin decir nada, todos suben a la camioneta y comienzo a manejar hasta sus respectivas casa, primero dejo a Eduardo y Miguel, que viven a 5 cuadras de la escuela, después paro en casa de Tania, está vez sólo baja ella porque Sara tiene que ir a trabajar, Daniel es vecino de Tania, así que la última parada es el restaurante Aves de Paso.

-¿Podrías conducir más rápido? Mi abuela en paz descanse maneja mucho mejor que tú.- Me dice Sara en su normal tono histérico.

-Por si no lo sabías, somos amigos, deberías ser más tierna o al menos educada... Bruja.- Se lo he dicho con un Tono amable y algo cómico, pero sin despegar la mirada de las muy transitadas calles.

-Oh cierto, ¿Podrías por favor conducir más rápido? Tú forma de conducir es demasiado patética amiguito.- Está vez su voz es más relajada y la ha agudizado, lo cual ha hecho que saque una risa.

-¿Quieres que maneje más rápido?, manejaré más rápido.- Dicho esto piso el acelerador y avanzamos a una velocidad muy rápida, lo que hace que Sara comience a gritar de una forma verdaderamente graciosa, llegamos a un semáforo rojo y me detengo.-¿Ha sido demasiado rápido?

-¡PEDAZO DE ANIMAL PUDISTE HABERME MATADO!- Me grita Sara, se nota asustada y su pelo se ha esponjado, es muy gracioso verla así.

-Oye, tienes algo en el pelo.- Le digo entre risas

-ESTO ES TODO TU CULPA- Me grita justo después de verse en un espejo, pero ahora comienza a reír.

-Eres un poquito menos fea cuando no estás comportándote como odiosa.

Al llegar a su trabajo nos despedimos con normalidad, y yo parto hacía mi casa.

Dejo mis cosas en el sofá y llamo a mis padres, los cuales no me contestan, así que decido comenzar a leer el libro que compré cuando conocí a Tania.

El libro comienza con una pequeña cita.

Yo creo que es mejor pensar que Dios no acepta sobornos.
                                                                      -Jorge Luis Borges.

Después de esta frase, comienza narrando la infancia de Steph quien era un campesino con una vida estable y sobre como un día una guerra estalló en su país, así que su padre es obligado a enlistarse. Entonces un día su madre irrumpe en su habitación y lo obliga  a salir por la ventana, el chico desconcertado obedece a su madre y comienza a correr hacia el bosque, pero al voltear la mirada, ve como unos militares comienzan a entrar en su casa y su madre le grita que escape, y él le hace caso. Justo cuando termino el capítulo suena mi teléfono, son mis padres.

-Hola bebé.- Me dice mi madre que suena muy alegre.

-Hola mamá ¿Todo ha ido bien hoy?

-Ha ido de maravilla, la junta terminó temprano así que tu padre preparó una salida y fue maravilloso, fue el mejor regalo que me pudieron dar

-Me alegra mucha mamá, por cierto Feliz aniversario.

-Te paso a tu padre, te amo mucho.- Me manda 2 besos y mi padre toma el teléfono.

-Al parecer tu madre ya te contó la salida.- Me dice mi padre con aires de satisfacción y también se oye muy feliz, me alegro por ellos.- Así que es tu turno de hablar ¿Cómo te fue en el campamento?, ¿Fuiste hoy al colegio?

-Es un lugar maravilloso, deberíamos ir nosotros algún día.- Comienzo a relatarle mi fin de semana, omitiendo las partes de la pelea y de cómo salvamos a la chica, será mejor que lo sepan cuando lleguen, no pienso preocuparlos.

-Me alegro mucho por ti hijo, quisiera conocer a tus amigos cuando regresemos.

-Son unos chicos geniales, te agradarán, bueno, tengo  que comenzar con las tareas y esas cosas, diviértanse, los quiero.

Inmediatamente les cuelgo, quizá suene grosero, pero mis conversaciones con mis padres nunca son largas, así que estamos acostumbrados a hablar tan poco.

Bienvenido a mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora