(En el patio se encuentran Carlos, Patricia y Rodrigo discutiendo sobre la herencia de la familia aún, cuando de repente sale Gerardo al patio a hablar con sus hijos)
Gerardo: (Enojado) ¡Pero basta che! Que tanto cacareo, en la semana vamos a ver a la abogada y lo arreglamos, pero paren un poquito que no nos dejan ver las películas.
Carlos: (A Gerardo) Y si pa, pero ya en la semana va a ser tarde porque yo se como va a terminar esto y a mi no me van a dar ni una baldosa.
Patricia: (Enojada a Carlos) Vos lo decís porque vos tenés plata para mover a la gente y quedarte con todo, después a mi no me toca ni una maceta del patio conociéndote.
Rodrigo: Sigan planeando y dejándome afuera como siempre, toda la vida me hicieron lo mismo de quedarse con todo y a mi dejarme las migas. Si vamos a hacer negocios que sea en condiciones de igualdad.
Gerardo: (Interrumpiendo) Por eso dije que no me metía, con Jorge la sufrimos bastante la herencia hace ocho años, y después de eso no nos volvimos a hablar.
Carlos: ¿Pero pasó algo que los separo al tío y a vos?
Gerardo: (A Carlos) Algo no, alguien, la mujer de tu tío con su avaricia nos separó. Esa tal Mariela es una desgracia para nuestra familia.
Patricia: (A Gerardo) ¿Mariela cual era papá? ¿Era la de la casa en Zona Sur?
Gerardo: (A Patricia) Tenés razón hija, se llamaba Martina la mujer de Jorge, por su culpa no volví a ver a mi hermano. Ellos se quedaron con uno de los dos terrenos en Korn, en donde vive Rodrigo ahora.
Rodrigo: (Entre risas) Ni Mariela ni Martina ni nada, la tía se llamaba... bueno se llama porque supongo que vive todavía, María. ¿Entonces una de las dos casas de Alejandro Korn es heredada papá?
Gerardo: (A Rodrigo) Esas casas eran de sus abuelos, las construyeron para tener una cada uno y nunca separarnos, pero llegó esa a la que le dicen "tu tía" y nos separó. yo vendí mi casa de Korn para terminar de comprar con tu madre esta casa de Caballito ahora, y la avara de María la compró por miedo a quedarse sin nada.
Patricia: Pero no entiendo por que tener dos casas una al lado de la otra siendo un matrimonio tan sólido como lo son los tíos.
Rodrigo: (A Patricia) Ese matrimonio tiene de sólido lo que una gelatina, hace ya 5 años que los tíos se separaron Patri. Después de eso el tío quedó con una depresión terrible además de que la tía vendió la casa de al lado.
Gerardo: (Sorprendido) Pero vos de eso no me contaste nunca Rodri. ¿Como es que mi hermano se separó y yo ni enterado? ¡Siempre soy el último orejón del tarro yo!
Carlos: Papá llamar a Alejandro Korn no es tan difícil, en la guía del teléfono tenés todos los códigos de área, lo buscás y llamás a tu hermano para hablarle que seguramente el quiere verte.
Rodrigo: (Interrumpiendo a Carlos) Disculpame pero el tío no vive en Korn desde que se separó, la casa en la que yo estoy era su casa de fin de semana, el tío se compró una casa en Longchamps y a veces lo voy a ver...cuando el tren anda claro.
Patricia: (Sorprendida a Rodrigo) Pero eso lo tenés que contar inmediatamente nene, no podés guardarte esas cosas para vos, no es el número de tu cuenta bancaria tampoco Rodri.
Rodrigo: (Sarcástico a Patricia) No me lo guardaría si me fueran a ver o me llamaran de vez en cuando. desde que me mudé hace 4 años no saben si vivo, si estoy muerto ni nada ustedes dos.
Carlos: Vos tampoco te preocupás por nosotros Rodri, nunca nos vas a visitar ni nada, ¿Además mas lejos no podías irte?
Gerardo: (Cortante) ¡No se desvíen de la charla! Les voy a contar, sus abuelos eran de La Pampa y se vinieron acá a trabajar en los ferrocarriles, entonces para los fines de semana y los veranos tenían comprado un terreno cerca de la estación Alejandro Korn donde mas tarde hicieron las dos casas.
Carlos: Y por eso el dolor de cabeza de la herencia por lo que pasó entre el tío y vos.
Gerardo: Como vos dijiste Carlos, sus abuelos querían que cada uno tuviera su casa y por eso edificaron dos casas iguales en el mismo terreno.
Patricia: Pero con lo que sacaste de la venta terminaste de comprar la casa en donde estás ahora.
Gerardo: Es verdad, y eso me costó la relación con mi hermano.
Rodrigo: Y por eso estás haciendo esto vos y no mamá, ella se ganó el pozo acumulado al ser hija única. Heredó todo y no tuvo que compartir hasta que llegamos nosotros.
Gerardo: (Serio a los tres) Tampoco tan así. Y ya que estamos quiero hablar con cada uno sobre el tema herencia pensando en lo que mas le sea conveniente a cada uno.
Carlos: No estoy de acuerdo porque estos dos te van a llenar la cabeza papá.
Patricia: (Enojada a Carlos) Pero mirá quien habla, el que no le alcanza con un salario espectacular. No comés ni dejás comer Carlos.
Rodrigo: (Enojado) Para ustedes es fácil, tienen casa y trabajo y todos los lujos, yo a duras penas vivo en la casa que me prestó el tío hace 4 años.
Carlos: (Sarcástico a Rodrigo) Pero cuando te recibas vas a tener todo lo que quieras Rodri ¿Estás estudiando todavía?
Patricia: (Provocadora) ¿Y vos Carlos? Estudiás supongo, porque con un título de secundario no es justo que seas empleado del gobierno y yo no que me maté estudiando.
Rodrigo: (Enojado) Y yo bien gracias, soy el único universitario de los tres y a duras penas llego a mitad del mes con mi miserable sueldo.
Gerardo: (Muy enojado) ¡La cortan! Parecen niños peleándose por algo que ni siquiera saben si van a tener, esto lo voy a solucionar como pasó con los abuelos, sentándose a hablar con cada uno de ustedes. Carlos vos vas primero por ser el mayor. (Patricia y Rodrigo salen de la escena)
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La Vieja Herencia
HumorLa familia siempre (...bueno, a veces) va a estar primero. Siempre y cuando la herencia no destruya una hermosa relación familiar. Descubra las andanzas y locuras de la familia Olivera en "La vieja herencia"