(Los tres hermanos se encuentran sentados en un parque con sus respectivos hijos para aprovechar a despejar la cabeza)
Carlos: Que recuerdos, sentarnos los tres en el parque después de tantos años.
Patricia: Yo siempre le cuento a Gabriel de cuando veníamos a pasear por acá, que mamá y papá nos traían.
Rodrigo: Y lo mejor es que hoy nos hizo un día lindo, despejado y sin tanto calor ni nada.
Carlos: (A Patricia) Patri, ¿Me podrías prestar a Gabriel? Quiero ir a comprarles unos helados a los nenes.
Patricia: Si, vayan. ¿Vas a necesitar algo de plata Carlos?
Carlos: Despreocupate por la plata que pago yo, vos guardate la billetera que ya volvemos. (Carlos sale de la escena con Isabel y Gabriel)
Rodrigo: Patri, ahora que Carlos se fue decime la verdad, ¿Realmente ibas a darle plata? Es rico Carlos.
Patricia: Será rico pero es agarradísimo Carlos, me sorprende que no lo sepas Rodri. Desde que está en la municipalidad de San Isidro se fue haciendo cada vez mas tacaño.
Rodrigo: Sinceramente no entiendo a los ricos yo, tienen de todo y no les alcanza.
Patricia: Claramente Carlos se olvidó que no toda su vida fue rico. Y ahora que tiene la llave del éxito no la quiere compartir con la familia.
Rodrigo: (Indignado) ¿Cuantas veces en lo que estoy trabajando en el estudio contable me prometió un puesto en la municipalidad?
Patricia: Al menos que piense un poco en sus hermanos, yo por ahí no tanto porque tengo algo que es estable y me deja un poco de plata, pero vos Rodri la tenés difícil.
Rodrigo: Y como es el mayor sabemos bien que la casa la va a heredar Carlos...
Patricia: Y como el es tan tacaño a veces, seguro va a vender la casa en donde crecimos. ¡Me da una bronca!
Rodrigo: Y a mi me da otra bronca, el tipo mucha plata, mucho empleo en el gobierno pero la familia bien gracias.
Patricia: (Enojada) Malagradecido que es Carlos, después de todo lo que hicieron mamá y papá por el... ¿Sabés el sacrificio que hicieron para el casamiento con Luciana?
Rodrigo: Mejor que se vaya bajando del caballo, porque si se cae, el caballo va a dejarlo atrás.
Patricia: Yo tampoco estoy pidiendo que Carlos les de todo el sueldo a papá y mamá, pero si que los ayude.
Rodrigo: (Pensativo) Ahora que mamá se está por jubilar al menos que le pague las consultas del estudio jurídico que son tan caras.
Patricia: ¿Yo cuantas veces le di apoyo a Carlos cuando se peleaba con la mujer?
Rodrigo: Y yo que le dejaba mi cuarto para que se quede cuando se peleaba.
Patricia: (Indignada) De esas cosas se olvida Carlos.
Rodrigo: Patri dejalo, el tío Jorge siempre me dijo que la vida es una rueda, hoy estás arriba y mañana te puede tocar abajo.
Patricia: Cuando le toque estar abajo lo quiero ver a Carlos, que siempre se agrandó delante de la familia.
Rodrigo: Ahi tenés uno de los motivos por los que odio a los ricos Patri, el hecho de que tengan plata no les permite pisotear al resto.
Patricia: Yo se que es mi hermano Carlos y toda la cosa, pero todo tiene un límite, y el los está sobrepasando.
Rodrigo: Te entiendo, el tipo se cree el gran inversionista y el empleado del mes, pero en cuanto cambien el gobierno de San Isidro vas a ver como lo tenemos llorando por plata en la casa.
Patricia: Rodri, no te creas eso, está en el gobierno, los sacan de un lado y los meten en otro. El tema política es delicado.
Rodrigo: Para lo que a mi me importa la política, en las últimas elecciones en el sobre metí un volante de la perfumería en el sobre.
Patricia: Con la política nos vivió bicicleteando Carlos. Que te meto después del receso, que después de las elecciones, que está todo inestable por el gobierno...
Rodrigo: (Interrumpiendo) Si Patri, esa canción ya me la conozco de memoria, a mi me hacía lo mismo para la entrevista y el curriculum.
Patricia: No se que le da tanto miedo, ¿Que seamos mejor que el en el trabajo?
Rodrigo: Miedo no, tiene vergüenza de nosotros. Como sabe que tenemos un mejor desempeño laboral que el...
Patricia: Yo lo que digo es que por la casa nos vamos a terminar peleando con Carlos, porque el se va a quedar con la casa y no nos va a dejar ni una baldosa.
Rodrigo: Y si, entre que es agarrado y que cada dos por tres se pelea con la mujer, nos podemos ir despidiendo de la casa y de volver a verlo si el hereda.
Patricia: Pensemos en positivo Rodri, de que el no va a heredar la casa.
Rodrigo: (Entre risas) No te lo creés ni vos Patri, con la plata que tiene el puede poner a 39 abogados para que el sea el único heredero.
Patricia: Y menos mal que le frenamos el carro para que el no ponga sus abogados en la herencia, porque ahí no solo que nos quedamos sin herencia, sino que también nos pone órdenes de alejamiento.
Rodrigo: Patricia por favor, no exagerés, tampoco tenemos a Satanás de hermano, Está bien que Carlos sea un agarrado pero no creo que nos haga eso, además mamá y papá le van a frenar el carro en seco.
Patricia: Papá dijo que no se iba a involucrar para nada en la herencia, así que le tenemos que poner todas las fichas a mamá.
Rodrigo: Papá lo que no quiere es que nos pase lo que tuvo que vivir el con el tío Jorge, que después de la herencia cada quien quedó por su lado.
Patricia: En eso tiene razón papá y ahí están volviendo. (Entran Carlos, Isabel y Gabriel en la escena)
Carlos: Ya volvimos, ¿De que nos perdimos?
Gabriel: (A Patricia) El tío Carlos nos compró unos helados enormes mamá.
Isabel: (A Gabriel) Y contales que eran riquísimos también.
Rodrigo: (A Isabel y Gabriel) Se ve que la pasaron bien con el tío. Cuando se pueda les voy a hacer algo rico para que coman.
Patricia: (A Carlos) Gracias Carlos, pero de verdad quiero pagarte el helado de Gabi.
Carlos: (A Patricia) Por favor, no hace falta Patri, guardate la plata que por un helado no te voy a llorar.
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La Vieja Herencia
HumorLa familia siempre (...bueno, a veces) va a estar primero. Siempre y cuando la herencia no destruya una hermosa relación familiar. Descubra las andanzas y locuras de la familia Olivera en "La vieja herencia"