Parece como si fuera ayer el que el pueblo se haya levantado en armas en contra de uno de nuestros grandes presidentes... tanto que hizo por nosotros, las obras públicas, la inauguración de la UNAM, la construcción de clínicas y equipo médico avanzado de la época, los monumentos más emblemáticos del país.
El monumento de la Revolución
Querías hacer el más grande palacio legislativo de esos años pero... un 20 de noviembre de 1910 tu mandato acabo.
Después de 30 años de tu gobierno la gente se levantó en armas gracias al plan de San Luis que fue encabezado por Francisco I. Madero, luego de supieras que era apoyado por bastante gente que eran guiados por Pascual Orozco y Francisco "Pancho" Villa ubicados en el norte; en el sur, mientras tanto se encontraba Emiliano Zapata con su gran frase "tierra y libertad".
Las cosas no acabaron bien, las matanzas, las traiciones y venganzas es lo que tiene que recordar nuestra gente.
Ese maldito partido, junto con los demás fue lo único que nos dió en la madre... si bien al principio les creí, te juro que en estos momentos me hierve la sangre de tan solo recordar sus raíces; maldito Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los maldigo con todas mis fuerzas.
Hoy... Este 20 de noviembre se cumplen 110 años de aquella revuelta.
Invadido por la culpa, la tristeza, la angustia, me dirigí a aquel monumento dónde puedo ver la mayoría de la capital. El clima era helado pero poco me importó, abordé el metro desde la estación "Tasqueña"; el trayecto fue largo pero por fin había llegado a mi destino, la estación "Revolución".
Con pasos lentos me dirigí al monumento y una sensación de inquietud surgió en mí, estaba olvidando algo, lo ignore y seguí caminando.
Pasaron 10 minutos y había llegado, el lugar era amplio, la gente caminaba tranquila, los niños se divertían y habían puestos de artesanías. Camine hacia la entrada del lugar, compré mi boleto, me tomaron un par de fotos y me subí al elevador para llegar al mirador.
Hice otro par de pasos más para poder ubicarme en la parte exterior del mirador, quería contemplar mejor los edificios. No había mucha gente, solamente estaban 5 personas en el lugar.
Cansado me recargue en la barda, los minutos pasaron y...
- Ah... Hoy viene de visita Rusia... Perdón Rus-
Lágrimas de sangre escurrían por mis mejillas, mis cicatrices empezaron a doler, los recuerdos me empezaron agobiar en cualquier momento iba desmayarme pero tus brazos lo impidieron.
- México, mi amor, ¿Estás bien?- preguntaste alarmado
Yo solo pude aferrarme a ti cual niño asustado, llorando en silencio. No me preguntaste nada, acaricias te mi cabeza con dulzura mientras me consolabas.
Los minutos pasaron y me había calmado un poco, las cicatrices ya no dolían pero las lágrimas no cesaban.
- ¿Podemos quedarnos hasta que cierren?-
Mi pregunta te había sorprendido pero eso no importó para que me respondieras con un "Sí" muy dulce, a veces me haces recordar a papá.
Horas pasaron y la noche había caído sobre la ciudad, el paisaje era hermoso. Hace rato que nos habíamos sentado, estábamos agarrados de las manos, recargados uno con el otro y por fin hablé.
- Hoy es 20 de noviembre-
Aquellas palabras fueron más que suficiente para abrazarme con todo el cariño y amor del mundo, colocaste mi cabeza en tu pecho, podía escuchar tu corazón junto con tu voz.
- Tu pasado también será mi pasado-
Eso me hizo feliz y por un momento había olvidado todo el mal que sufrí pero... esas palabras siempre resonarán el en aire cada vez que recuerde este día y que sin duda me hará recordar el coraje de esa guerra civil absurda....
"Sufragio efectivo no reelección" Francisco I. Madero.
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»Fotos tomadas desde el Monumento de la Revolución en la Ciudad de México (11/10/20)«
