¡Que comience el juego! (parte 1)

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*música de fondo*

Kitsune: *saludando*
hola chicos!!!...
Por qué me miran así?...
No esperaban que estuviera yo aquí, verdad?
En estás ocasiones, les leeré unas de mis pequeñas fábulas. Para que entiendan está historia, dado a las circunstancias, les enseñaré algo para que aprenda, lo que le voy a enseñar.
*Aparece un cartel*

Si!!! Bienvenido a los cuentos de kitsune

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Si!!! Bienvenido a los cuentos de kitsune. Aquí les dejaré una pequeña historia, que les enseñaran a lo largo que está escuela. Muy bien empezemos!!!


Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo:-amiga rana, ¿Puede ayudarme a cruzar el río? Puedes llevarme a tu espalda

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Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo:
-amiga rana, ¿Puede ayudarme a cruzar el río? Puedes llevarme a tu espalda...
—¿Que te lleve a mi espalda? —contestó la rana—. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo a mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás. Lo siento, pero no puede ser.
—No seas tonta —le respondió entonces el escorpión—. ¿No ves que si te pincho con mi aguijón te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?
Y la rana, después de pensárselo mucho se dijo a sí misma:
—Si este escorpión me pica a la mitad del río, nos ahogamos los dos. No creo que sea tan tonto como para hacerlo.
Y entonces, la rana se dirigió al escorpión y le dijo:
—Mira, escorpión. Lo he estado pensando y te voy a ayudar a cruzar el río.
El escorpión se colocó sobre la resbaladiza espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.
Cuando habían llegado a la mitad del trayecto, en una zona del río donde había remolinos, el escorpión picó con su aguijón a la rana. De repente la rana sintió un fuerte picotazo y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Y mientras se ahogaba, y veía cómo también con ella se ahogaba el escorpión, pudo sacar las últimas fuerzas que le quedaban para decirle:
—No entiendo nada... ¿Por qué lo has hecho? Tú también vas a morir.
Y entonces, el escorpión la miró y le respondió:
—Lo siento ranita. No he podido evitarlo. No puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza, de mi costumbre y de otra forma distinta a como he aprendido a comportarme.
Muy bien chicos y aquí le va una moraleja.
"Esta pequeña historia nos advierte, que hay personas que cometen malas acciones, sin importanles las consecuencias y que no debemos confiarnos en ellas".
Muy bien. Le gustó mucho mi historia?
Espero que entiendan lo que va a pasar aquí. Muy bien no demos tantas vueltas y vamos con la historia. Estaré aquí esperándote para leer más de mis historias.

Danganronpa escape from despair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora