Febrero 7, 2011. Tan cerca pero tan lejos.

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Parezco una tonta mirando de reojo esa escena que me provoca dejar todo y escapar, lástima que eso no es posible. Esta academia de artes es un lugar grande, pero no lo suficiente, siempre debo encontrarme con Gerard y su novia Stephanie a cada instante del día. Lo peor es que estamos en las mismas clases de expresión artística. Aún no llega el profesor y los muchachos están hablando de las "chicas". Nunca les presto atención, pero Evan, amigo de Gerard, me nombró en esa conversación, ¿y qué creen?, el maldito de Gerard ni sabe que existe una tal Emily, ¡que humillante! ¿Por qué tenía que venir a clases justo hoy?

Al terminar la clase, salí comprar algo con mi mejor amiga Lucy, juntas casi toda la jornada en la academia. Ninguna de las dos tenemos novio, ni amigos por cien. Pero nuestra amistad es de oro.

—¿Cómo te fue en tu clase de expresión artística?, ¿hablaste con él? —Preguntó Lucy

—No quiero hablar de eso, fue atroz. El tipo nunca supo de una Emily en su misma clase.

—Lo siento, pero no te preocupes, no le des importancia.

—Oye, un favor. Para la clase de arte necesito pintar a alguien, no es necesario que sea una pintura perfecta, debe ser creativa. ¿Me ayudas?

—Claro, seré tu modelo. —Contestó Lucy con una espléndida sonrisa en su rostro, típico de ella.

—Te veo más tarde, Lucy. Tengo que leer unos capítulos de historia artística para la siguiente hora.

Y así fue, busqué en el parque un banco vacío y saqué el libro de mi bolso. No pasó mucho tiempo hasta que a mi lado, se sentó un muchacho que jamás había visto. También sacó un libro, era sobre música clásica. Se le veía muy concentrado. Al pasar los minutos, este rompió el silencio:

—Hola, ¿sobre qué es tu libro? —Dijo sonriente

Era de esas personas que sin conocerlas, sientes que te caerán bien, y es claro que no todo el mundo lograba eso.

—Historia del arte, ¿y el tuyo?

—Compositores en la historia de la música.

—¿Tocas algún instrumento? —Pregunté muy interesada.

—Sí, estudio el piano desde que tenía unos 10 años. ¿Y tú dibujas?

—Sí, dibujo, hago pinturas y me gusta la fotografía.

—¡Me encantaría ver algunas de tus pinturas!

—Y a mi me encantaría escucharte interpretar el piano.

—¡Ya es tarde!, debo irme a clases. Me llamo Matías, un gusto, Emily.

Espera, ¿Cómo diablos sabía mi nombre?, ¿hice con él lo que Gerard conmigo?

—No sé si estuvo bien lo que hicimos en clase de expresión artística, Gerard, ¿fuimos pesados?

—No seas sensible, Evan, sé que como máximo a fines de año seremos Gerard y Emily, es un hecho.

—Si es lo que quieres, debes ser interesante. Ignorar cuando sientes interés es una pérdida de tiempo.

Llegó el fin de semana y Lucy se dirigió a la casa de Emily para ayudarle con su proyecto. El apartamento de Emily era totalmente hermoso, con una terraza al aire libre, una colección de pinturas, una colección de discos y CD's, y un estilo de mucho poder, esa es Emily.

—¿Cómo quieres que pose para ti? —Preguntó Lucy en tono burlón.

—Quiero algo simple, con la técnica de los rayones y trazos sueltos.

—¿AH?, amiga, sabes que lo mío es la escritura, no sé de qué hablas.

—Ja Ja Ja, ya verás. Quiero que te hagas en el cuarto de música, te coloques unos audífonos y te sientes en el sofá. Ahora, mírame fíjamente. Así, perfecto.

Encendí el estéreo, puse Animal I Have Become a su más alto volúmen y empecé a dibujar.

Amor al pie de la letraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora