🌊| La última paleta

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Lo primero que vio al despertar a la mañana siguiente fue la blanquecina y extensa espalda de su ex, se estaba cambiando de ropa frente a él sin piedad alguna. Quizás Yoongi desconocía el efecto que seguía teniendo su presencia, caracter y cuerpo en Jimin, o tal vez sí lo sabía y solamente se aprovechaba de la situación.

Su mayor se colocó una remera cualquiera y tomó una toalla que yacía colgada en la pared gracias a un gancho en forma de pollito. Al darse la vuelta para coger su celular se encontró con la mirada fija del menor, como Jimin dormía en la cama de arriba y Yoongi estaba de pie, sus ojos calzaron perfectamente.

—Jimin...

—No es necesario, Yoongi— lo interrumpió Jimin, sabiendo de antemano hacia donde se dirigía esa conversación sin sentido. El mayor le pediría que dejara de mirarlo y él simplemente asentiría. Estaba cansado del desprecio que expresapba su hyung hacia él. Se dio la vuelta en su lugar mirando en dirección hacia la pared y a los segundos después sintió la puerta abrirse y luego cerrarse, indicándole que Yoongi finalmente se había ido.

Suspiró con pesar y maldijo el día en que el pálido lo encontró besándose con un tipo cualquiera en un bar de mala muerte. Para ese entonces llevaban un año de relación, un año de relación que se destruyó literalmente en segundos. Si pudiera retrocedería en el tiempo sin pensarlo dos veces y evitaría tomar licor de la forma en la que lo hizo ese día, pero irónicamente, necesitaba olvidarse un rato del caracter tormentoso que tiene su madre cuando se embriaga.

Se quedó tendido en la cama superior lamentándose su existencia casi por diez minutos, hasta que sintió el grito que profirió su madre desde la cocina de la cabaña, lo estaba llamando a tomar desayuno de una forma bastante peculiar. Quitó las tapas de su cuerpo y bajó de un salto, aterrizando en el suelo de madera, se calzó sus pantuflas, intentó ordenar un poco su cabello y suspiró, rogando por no encontrarse con su mayor, había tenido suficiente con intentar dormir en la noche sabiendo que él estaba en la cama de abajo, a menos de dos metros.

—Hola, cariño— lo saludó su progenitora, pasándole una taza blanca y pequeños sobres de azúcar —El agua está en el hervidor.

Jimin asintió y llevó ambas cosas a la mesa, solo estaban la señora Min y el hijo menor de la familia, ni Yoongi ni su padre se encontraban, eso lo alivió en cierto sentido, pero también lo hizo sentirse desplazado, porque cuando eran pareja Yoongi solía contarle todo, hasta algo tan insignificante como que tenía que salir.

—Luego del almuerzo bajaremos a la playa con tu madre— le comento Yonsook con una sonrisa mientras se llevaba su taza de café a la boca —¿Quieres bajar con nosotras?

—Jimin hyung, por favor no vayas— puchereó el hermano de Yoongi, tomando su brazo y sacudiéndolo sin llegar a lastimarlo —Mi papá también va a bajar, y si no se queda ningún adulto aquí...yo también tendré que ir y no quiero.

Jimin sonrió enternecido ante el berrinche del menor, recordando con nostalgia cuando Yoongi solía reclamarle que no lo dejara solo. Taeyang tiene los mismos ojos pequeños y astutos de su hermano, e incluso la misma palidez de su piel, era una copia casi idéntica de Yoongi.

Le acarició el cabello y le guiñó un ojo de forma cómplice —Está bien, me quedaré— de todas formas necesitaba recostarse y acostumbrarse a esa cama, la noche anterior no había podido dormir bien así que una siesta no le vendría mal mientras todos sus mayores estaban en la playa.

—Jiminie no tienes que hacerlo— dijo la señora Min, mirando con reproche a su hijo menor.

—No se preocupe— bebió un poco de su té muy azucarado, implorando silenciosamente a todos los dioses que conocía para que Yoongi también quisiera bajar y no se quedara en la cabaña —Aprovecharé de ordenar lo que me falta y de tomar una siesta.

Justo en ese momento, la puerta de entrada se abrió y dejó ver al señor Min y a su mayor entrar con dos bolsas gigantes cada uno, Jimin casi se atoró con el té al notar cómo las venas se marcaban en la blanquecina piel de su ex al hacer fuerza. Dejaron las bolsas en el suelo y gruñeron de cansancio —La carne para el almuerzo está en la bolsa roja— el señor Min besó a su esposa en la cabeza y saludó a los demás con una sonrisa, dejando ver sus pequeños y casi imperceptibles hoyuelos.

—Muevete, Taeyang

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—Muevete, Taeyang.

—No.

—¡Que te muevas!

—¡No!

Los hermanos Min estaban peleando en la cocina por conseguir la última paleta de helado que quedaba en el congelador, mientras que Jimin estaba pensando en la mejor forma de sobrevivir a la incomidad que se generaba cada vez que estaba cerca de Yoongi, todo sería mejor si pudieran hablar las cosas, si su mayor quisiera escucharlo, aunque sabía que su actuar no tenía justificación.

Terminó de lavarse los dientes y sonrió divertido al escuchar un "te voy acusar con mamá" gritado por Taeyang a su hermano mayor. Jimin salió del baño y caminó hacia la cocina, teniendo que agacharse de inmediato y esquivar un trozo de hielo volador apenas puso un pie ahí dentro.

—¿No te dio?— le preguntó Yoongi con una leve mueca de preocupación en el rostro, el hielo lo había lanzado él y se sentiría realmente culpable si por accidente le llegaba a Jimin —Iba para Taeyang.

El menor negó con la cabeza y sintió una sombra pasar como un rayo por al lado suyo, la vio estrellarse contra el congelador y luego salir huyendo hacia la habitación que compartía con sus padres.

—Ese crío acaba de llevarse la última paleta que quedaba— murmuró Yoongi entre dientes y con cara de pocos amigos. Si no se hubiera distraído preguntándole a Jimin sobre el hielo volador, tendría esa paleta para él.

—Podemos ir a comprar otra, si quieres— sugirió el menor, con la leve esperanza de obtener una respuesta positiva, pero tristemente conocía tan bien a su ex, que sabía de antemano lo que le diría.

—No— ¡un punto para Jimin! Rodó los ojos y se abrió paso hacia la habitación que compartían, dejó su cepillo de dientes en el bolso que utilizaba para sus artículos personales y subió de un salto a la cama. Enterró la cara en la almohada, suspirando de frustración, no sabía cuanto tiempo soportaría esa actitud tan arisca que había adoptado Yoongi luego de su dramática ruptura.

¿Beach? ¿Bitch? ¡Beach! °ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora